311. El valor de la acidez en el vino
No me gusta generalizar en torno al vino, es inútil, pero considero que en buena medida, el caraqueño promedio tiene poca probabilidad de entender en un primer sorbo la acidez del vino. Venimos de platos como el asado negro, de las arepitas dulces con anís, nos gustan las cachapas, crecemos tomando malta y refrescos, el azúcar es un componente casi indispensable de nuestra paleta de sabores.
Por eso muchas veces preferimos esos vinos en los que la acidez es un elemento lejano, que se manifiesta casi con vergüenza y nos sentimos cómodos con ellos por ser una extensión de aquello a lo que estamos acostumbrados. Pero si uno insiste en el vino, aparecerá el vino que nos revela la importancia de la acidez.
Por eso mi agradecimiento infinito al chianti, mi gran maestro.