325. Vinos y flores
Debería haber una forma de saber cuántas veces más escribiré este sobre este tema, en sí mismo muy amplio, en mi experiencia personal mucho más acotado y con un origen muy específico.
Pese a que siempre había identificado lo que genéricamente se percibe como aromas a violetas en el malbec argentino, no fue sino hasta una visita a Mendoza cuando, en una bodega cuya entrada estaba llena de flores de lavanda, entendí mejor el tema de las flores. Nos detuvimos a olerlas y luego paseamos por los malbec y syrah de la bodega y ahí iba apareciendo y el de violetas se convirtió para mí en el aroma floral que no-era-lavanda.
Sigo tratando de registrar aromas de flores, de detectarlos en los vinos y creo que algún avance he hecho pero, hasta ahora, ninguno tiene esa raíz tan profunda como la lavanda y cada vez que la identifico me hace recordar que de eso está hecho el disfrute del vino, de esas epifanías que irrumpen alrededor de su degustación.