33. El camino sin retorno del vino
Siempre me parecerá extraño ese momento cuando alguien te muestra con ilusión una botella de vino que ha tenido guardada durante mucho tiempo con la fantasía del tesoro, la mínima sospecha de que se ha aferrado por años o bien a lo que será un elixir si la descorcha o a un objeto de valor para coleccionistas, y uno determina por el tipo de vino y el estado de la botella que apenas si tendrá un valor trivial para un coleccionista y que pagara bastante menos que lo que el dueño de la botella podría esperar.
Aunque entiendo ese drama, me identifico más con el del líquido dentro de la botella: ya no es bebible, apenas si funciona como una especie de fetiche para el coleccionista de que la botella nunca fue abierta. Ese líquido ha llegado a camino sin retorno de vino.