82. El merlot de Patagonia
Aunque parezca que quiero generalizar tengo en mente dos vinos, el Humberto Canale Estate y el Bodega del Fin del Mundo Reserva. Recuerdo la concentración, la calidez alcohólica que no es estridente pero sí muy presente, la fruta azul, el chocolate y el café, esa potencia que no aparece de un golpe sino que se va desplegando poco a poco, sorbo a sorbo, copa a copa y, en los mejores casos, botella a botella.
Como pocos, se trata de vinos que me hacen viajar, a un hotel de Neuquén al que llegamos de madrugada, a un cordero asado en la vieja propiedad de Canale, al olor a frutas en Bodega del Fin del Mundo, a los contrastes de Patagonia, a la brisa que sopla y golpea la piel, la misma que golpea las uvas y hacen que desarrollen pieles más gruesas que perfilan los vinos.