Antropología de diseño en primera persona

Laboratorio de Gobierno de Argentina
LABGobAr
Published in
6 min readJul 17, 2019

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En el Laboratorio de Gobierno somos un equipo que brinda servicios de consultoría y cocrea soluciones de política pública.
Trabajamos en un espacio de colaboración que pone en juego miradas interdisciplinarias para generar experimentación temprana y así reducir riesgos al momento de implementar. Hoy te compartimos una nota escrita por el antropólogo del equipo Juan Manuel López Manfré. Podés ver la nota original acá.

Este artículo describe algunos aprendizajes de un antropólogo con quince años en la administración pública que descubre una nueva disciplina -el diseño- y cómo su habilidad para hacer preguntas abstractas sobre el mundo social se encuentra con la necesidad de buscar respuestas concretas para diseñar políticas públicas. La antropología del diseño busca describir presentes para imaginar futuros posibles, construidos a partir del consenso entre las personas.

Comencé a trabajar en el Laboratorio de Gobierno (LabGobAr)de la Subsecretaría de Innovación Pública y Gobierno Abierto de la Nación, a principios del año 2017. Venía de 15 años trabajando en el Ministerio de Desarrollo Social, con equipos que pasan mucho tiempo en el territorio: trabajadores y trabajadoras sociales, sociólogos, psicólogos, compañeros y compañeras de trabajo con una amplia experiencia y trayectoria. De ese ciclo laboral aprendí a valorar la capacidad de ponernos en el lugar del otro y pensar siempre desde la perspectiva del menos favorecido por la realidad social. Sin embargo, uno siempre tiene para aprender. Durante las primeras semanas de trabajo en el LabGobAr, descubrí una perspectiva diferente de cómo pensar las políticas públicas y podía darme cuenta de eso, en el día a día de trabajo con mis nuevo equipo de trabajo, conformado por profesionales formados en otras disciplinas.

Mis compañeros y compañeras de trabajo tienen una mirada que tiene como norte la construcción de objetos y servicios, esa mirada se refleja en la intención de construir cosas concretas y yo en cambio, pienso la realidad como procesos sociales, experiencias, sistemas sociales, construcciones de sentidos dadas por un contexto cultural, una época, un lugar. Estoy viviendo un ciclo de aprendizaje tan potente en este cruce interdisciplinario con diseñadores, politólogos, ingenieros y economistas como no había vivido desde mis años en la facultad.

Cuando hablamos de trabajo interdisciplinario, nos damos cuenta de eso: que se habla más de lo que se practica. El cruce entre personas con diferentes formas de pensar un mismo problema genera diferencias intelectuales y emocionales y por ende desacuerdos al principio; pero si se asume el costo de una curva de aprendizaje colectivo, las fricciones que se generan por las diferentes miradas profesionales pronto devienen en ensambles interdisciplinarios que aprenden a construir multidimensionalmente las problemáticas y sus soluciones.

Como antropólogo me dedico a hacer investigación etnográfica junto a un equipo interdisciplinario que busca diseñar intervenciones, servicios y políticas públicas para diversos proyectos, acompañando los desafíos de diferentes Ministerios y organismos públicos.

El método de trabajo que hemos construido en el Laboratorio de Gobierno, parte de las premisas del Design Thinking o Diseño Centrado en las Personas, mediante el cual se busca profundizar en un problema, haciendo investigación etnográfica con los usuarios para luego priorizar desafíos o líneas de acción en las cuales se van a crear soluciones, que luego serán prototipadas y validadas con los usuarios y ciudadanos.

En este tiempo nos hemos encontramos haciendo investigaciones de las temáticas más variadas: comprendiendo la mirada de los y las adolescentes frente a diversos temas como empleabilidad y salud sexual; buscando mejorar la recaudación fiscal en municipios; rediseñando un trámite de habilitaciones industriales; entendiendo el ciclo de la generación y reutilización de residuos y las necesidades de los trabajadores en una planta de recuperación de residuos urbanos; mapeando las experiencias de turistas norteamericanos en Argentina, entre otras. Cada experiencia ha dejado -además de soluciones- aprendizajes que hoy quiero compartir, creyendo en el valor que puede dar una metodología de trabajo que involucra de diferentes maneras a los usuarios de la política pública desde la etapa de diseño.

Algunas características de la investigación etnográfica para el diseño:

Deben ser etnografías cortas. Investigar es costoso. No disponemos de tiempos prolongados para encontrar hallazgos que permitan diseñar intervenciones o servicios. (Recordemos que el pionero de la etnografía Bronislaw Malinowski, estuvo dos años en las Islas Trobriand haciendo trabajo de campo) Generalmente en pocas semanas, con suerte pocos meses, tenemos que poder construir conocimiento para accionar.

Taller de definición de desafíos de trabajo, junto al equipo de las Ferias Futuro. A partir de los hallazgos de la investigación de campo, se trabaja en co-crear junto a las áreas de gobierno desafíos y soluciones públicas. Foto: Nicolás Gicovate (parte del equipo de investigación)

Deben ir del escritorio al territorio. Hacer un buen estado del arte (investigar y leer todo lo que se haya escrito) sobre el tema a trabajar nos sirve para permearnos de conceptos, contexto y lenguaje específico, pero sin hacer trabajo de campo -ir al territorio- nada de lo que podamos haber leído se va a hacer carne en nosotros. Esa es la diferencia entre construir hallazgos en base a lo que alguien escribió o a partir de lo que nosotros vivimos. Como dijo Gregory Bateson, el mapa no es el territorio y en este tipo de proyectos, los involucrados nos tenemos que convertir en ese mapa.

Deben ser multilocales. Esto rompe un poco nuestra formación original de investigación situada en un único territorio. Si investigamos, por ejemplo, la relación de los jóvenes con el sistema de salud, tenemos que comprender las dinámicas que se dan en el hospital, la salita de primera atención, los encuentros sociales entre pares, etc. Si trabajamos con turistas, tenemos que ir con ellos a los diferentes lugares de la ciudad que visitan. (Créanme, pueden ser muchos en un día) Nos enfocamos en la experiencia, es decir la relación del sujeto y su(s)contexto(s).

Deben ser versátiles. Tienen que adaptarse a las necesidades de cada temática y dinámica de trabajo. A veces tuvimos que investigar en el marco de un sprint (cinco días de trabajo intensivos), otras veces tuvimos que diseñar talleres participativos para obtener hallazgos. A veces estamos los investigadores sólos haciendo el trabajo de campo, a veces con compañeros de trabajo que están especializados en otra materia pero que necesitan venir e impregnarse del contexto, conocer y empatizar con las personas para poder aportar desde su expertise más adelante en otra etapa del proyecto.

Es diseño centrado en el consenso entre personas. Los investigadores somos traductores de mundos. Por eso, no se trata únicamente de hacer etnografía para comprender a los usuarios finales de una política pública, sino también de entender la propia cosmovisión de la organización con la que estamos trabajando. Cada mundo profesional, cada temática tiene su propia jerga, sus propias categorías, su propia visión de la problemática y el mundo.

Los hallazgos etnográficos construyen conocimiento, pero también tienen que inspirar a los buscadores de soluciones. Una etnografía proyectiva busca abrir puertas en el presente que habiliten intervenciones para llegar al futuro que se desea alcanzar desde la política pública.

Investigar como antropólogo, comunicar como periodista. Se debe ser creativo para comunicar. Luego de cerrar la etapa de investigación hay que trabajar mucho en pulir el conocimiento en conceptos muy concretos. Y si algún rubro se especializó en comunicar, es el periodismo. Generar entregables visualmente orientados, muchas veces impactan e inspiran más que largos informes escritos. (No se está diciendo que hay que dejar de escribir papers, si no que hay que hacerse más amigo de las herramientas visuales.) Utilizar frases textuales de los interlocutores, fotos, vídeos y buenos titulares para explicar conceptos.

Es un trabajo intelectual, corporal y también intuitivo. Comprender qué preguntar y en qué momento; saber cuándo es el momento adecuado para finalizar al trabajo de campo; e incluso entender en qué lenguaje y de qué manera presentar los hallazgos a los tomadores de decisiones, son habilidades que en parte tienen que ver con el desarrollo de nuestro sentido de la intuición. Ahora bien, la intuición se puede ejercitar, darle un marco de acción. No se trata de dejar que domine el ritmo y diseño de investigación, simplemente de darle el espacio y momento adecuado para que esta nos abra la puerta a información nueva.

El diseño de servicios se nutre de hallazgos construidos a partir de las perspectivas y experiencias de los usuarios y es desde ahí donde los antropólogos y antropólogas podemos sumar profundidad conceptual. La evidencia no es algo dado, se construye.

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Somos una unidad de trabajo que ofrece agilidad en el diseño y prototipado de políticas públicas para lograr iniciativas centradas en la ciudadanía