Apertura para potenciar la Producción Orgánica
Argentina desarrolla su Plan Estratégico de Producción Orgánica 2030 con un enfoque participativo y colaborativo.
La forma en la que nos alimentamos, el cuidado de los recursos naturales y cómo consumimos de manera responsable productos y servicios amigables con el medio ambiente son temas de creciente interés y auge en la agenda pública. Cuando hablamos de Producción Orgánica, nos referimos al desarrollo de un sector productivo con triple impacto positivo: económico, social y ambiental. Pero, si hacemos mención a la Ley 25.127 argentina, define a dicha práctica como:
“Se entiende por “orgánico”, “ecológico” o “biológico” a todo producto obtenido por medio de un sistema de producción sustentable en el tiempo que, a través del uso racional de los recursos naturales, y sin el empleo de sustancias químicas sintéticas u otras de efecto tóxico real o potencial para la salud humana, mantenga o incremente la diversidad biológica y la fertilidad del suelo, y que asimismo, permita la identificación clara por parte de los consumidores de las características señaladas a través de un sistema de certificación que las garantice.”
Argentina es el 2° país a nivel mundial, luego de Australia, con mayor superficie producida alcanzando 3,2 millones de hectáreas certificadas, 2.2% del total (SENASA, Estadísticas SENASA 2018, Buenos Aires, Argentina). Hoy contamos con más de 1.500 productores, elaboradores y comercializadores de este tipo de alimentos diferenciados, número que sigue en crecimiento, que detectaron diversas oportunidades al introducirse en este mundo. Desde lo económico, generan divisas por exportaciones adicionales, acceden a mercados de nicho en crecimiento, mejoran la rentabilidad de las empresas agroindustriales (+50%) e innovan con valor agregado. Desde lo social, crean puestos de trabajo permanentes en economías regionales (demanda el doble de trabajadores que lo convencional), promueven prácticas de Comercio Justo, generan arraigo, mejoran la calidad de vida e ingresos por hogar, garantizan inversiones en salud, educación y vivienda y proveen asistencia financiera a pequeños productores. Desde lo ambiental, producen conservando los recursos, en especial el suelo, minimizan el uso de productos fitosanitarios y OGM, rotan cultivos, cuidan la biodiversidad y conservan mejor el agua. Se trata de Agricultura Climáticamente Inteligente, que aplica de manera positiva a la mayor parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a los cuales Argentina adhirió.
No solo el número de productores sigue creciendo, sino que hoy se exportan más de 170.000 toneladas principalmente a Europa y EEUU. Sin embargo, la característica que puede propiciar un crecimiento ágil es la existencia de una única cámara que centraliza todos los actores privados de la Producción Orgánica, mejor conocida como el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO).
Rediseñando colaborativamente las estrategias del sector para el 2030
El Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO) participó, y fue protagonista junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y SENASA en la redacción de las Normas Nacionales de Producción Ecológica Vegetal y Animal, convirtiéndose en Ley Nacional de la Producción Orgánica N° 25.127 promulgada en 1999. En 2010 se propuso un primer Plan Estratégico para el Desarrollo de la Producción Orgánica. Estos fueron los primeros y más importantes pasos para potenciar su crecimiento.
En 2018, el equipo de la Dirección Nacional de Alimentos y Bebidas (DNAyB), del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca encaró el desarrollo de un nuevo Plan Estratégico al 2030, pero esta vez tomaron una estrategia diferente y solicitaron la colaboración del Laboratorio de Gobierno.
Potenciar conversaciones, entender los intereses, generar propuestas y analizar los posibles efectos de las mismas fue el foco propuesto para la construcción y ejecución de una política pública centrada en los sectores involucrados.
Fue entonces que en mayo del 2019 la DNAyB y el Laboratorio comenzaron a trabajar en conjunto para pensar y diseñar un proceso abierto de formulación del Plan Estratégico Argentina Orgánica 2030 ejecutando dos talleres con referentes y un Camp de Ideación.
En los talleres, junto a representantes de MAPO, certificadoras, productores y áreas de gobierno, enriquecieron el diagnóstico inicial de las problemáticas identificadas para luego definir y priorizar desafíos públicos susceptibles de abrir al sector para resolverlos conjuntamente en una jornada de Ideación con más actores invitados.
El viernes 28 de junio, en el Polígono Industrial del INTI, más de 80 participantes representantes de secretarías de gobierno, organismos descentralizados, académicos, investigadores, cámara de productores y vitivinícola, certificadoras y productores de Catamarca, Chubut, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Tucumán, Neuquén y CABA, se reunieron para co-crear propuestas que promuevan la ejecución del Plan Estratégico 2030. Luego de una jornada de 6 horas, los 8 equipos diseñaron ágilmente 8 prototipos que hoy están en proceso de desarrollo.
Este caso y en otros que hemos impulsado, reafirmamos que la apertura y la colaboración potencian la creación de políticas públicas de manera ágil. La jornada de ideación no fue la excepción, los participantes no solo incorporaron nuevas herramientas de trabajo para su día a día, sino que hubo lugar para todas las voces, logrando consensos en la búsqueda del desarrollo de la Producción Orgánica argentina.
“Es un logro enorme estar hoy acá y trabajar en las ideas profundamente. La posta la tenemos nosotros y depende de nosotros. Sigamos profundizando en el plan para ser más y mejores.” Christian Martínez, Vicepresidente de MAPO.
“Me gustó conocer gente del ámbito que no conocía, es importante esta posibilidad de ser escuchados, trabajar en conjunto con el Estado y participar de un Plan Estratégico.” Jennifer Bengtsson, CUYEN
Innovación Pública y Abierta
Tres aprendizajes que obtuvimos de la cocreación de políticas públicas nacionales en este proceso:
- Promover la innovación abierta, no sólo permite la colaboración sino que propicia la retroalimentación inmediata de todos los actores involucrados en el diseño ágil de políticas públicas.
- Involucrar a todos los actores relevantes desde el momento cero en el diseño de las políticas públicas, hace que los participantes se apropien del proceso y que su colaboración sea constante.
- Diseñar en conjunto propuestas, asegura una amplitud de ideas y experiencias totalmente ricas y además, aquellos que participan se convierten en protagonistas a las hora de ejecutarlas.
La comunidad consolidada del sector orgánico no solo avanza en el testeo de los prototipos desarrollados, sino también en la validación del Plan Estratégico codiseñado para iniciar su ejecución en el 2020. Lograron implementar un enfoque que propone repensar la forma en que aplicamos la inteligencia colectiva al articular una multiplicidad de actores y sectores, de modo que la búsqueda de soluciones no solo suceda al interior de las organizaciones públicas, sino por fuera de sus límites. Este tipo de procesos, además de llegar a los objetivos alcanzados, resultan en la institucionalización de nuevas metodologías de trabajo.
