Cinco tips para experimentar en tu empresa

Herman Marin
Laboratoria
Published in
3 min readNov 2, 2020

Hoy vivimos en un mundo en donde la información es un “commodity“. Tenemos la posibilidad de responder a nuestras principales dudas en Google a través de un simple clic. La información fluye de manera espontánea por el Internet, y esto le permite a cualquier persona poder solucionar un problema prácticamente desde el garaje de su casa. Esta acción en particular hace que las empresas y las personas empiecen a competir en nichos de mercado.

Este cambio radical en la forma de hacer negocios tiene como característica regresar a las bases de construir habilidades en el talento para usar su potencial y con el descubrir lo nuevo. La experimentación se vuelve parte medular de cultura de un negocio del futuro, ayudando a la empresa a seguir siendo competitiva en una economía que cambia todos los días, y en donde los usuarios/clientes esperan un servicio personalizado.

La gran pregunta es ¿cómo construir esa capacidad?.

En este artículo compartiremos cinco tips que nos han ayudado en Laboratoria para construir una cultura de experimentación y aprendizaje continuo.

1. Definir qué es experimentar

Para empezar a experimentar es clave alinear conceptos en el liderazgo y en los colaboradores que trabajarán en las iniciativas. En ese contexto es importante desarrollar una “guía de experimentación” que facilita el entendimiento de lo ¿qué es? y ¿lo qué no es? experimentar en el negocio.

Este entendimiento en común crea un marco de trabajo que ayuda a la empresa a enfocar sus recursos en acciones concretas para aprender, y formaliza el proceso para todos. Una buena guía de experimentación también ayuda a desarrollar autonomía en los equipos, empoderando a sus miembros.

2. KPIs y objetivos claros

La experimentación tiene el potencial de generar mucha autonomía, por consecuencia se necesita de mucho alineamiento para evitar un desenfoque en los equipos que experimentan. Para evitar esto es importante trazar un norte claro a través de métricas que mueven el negocio y democratizarse a los equipos que participan de los procesos de exploración.

Las métricas ayudan a tener un norte al cual todos aspiramos a ir, y de esa manera las ideas contribuye a un bien común en el negocio empujando la creatividad de todo el talento sin perder de vista los objetivos que esperamos alcanzar.

3. Definir los roles y sistema de gobernanza

La experimentación plantea un marco de libertad con alta alineación en una empresa. Debido a esto es esencial tener claridad en los roles y el sistema de gobernanza.

Los líderes y los colaboradores que participen del proceso deben tener un entendimiento en común de cómo se toman las decisiones cuando hay casos extremos en el proceso de descubrimiento.

El sistema de gobernanza debería ayudar a impulsar la colaboración entre equipos, y a tener una voz que guíe a sus miembros a priorizar los experimentos que contribuyan a estar más cerca de ese norte al cual todos aspiramos.

4. Entendimiento en común de que es hacer trabajo de “calidad”

Ya que la experimentación empodera a los colaboradores a través de un marco de trabajo con más libertades para innovar, es clave determinar el mínimo de calidad que se espera en los entregables. Este concepto está asociado con el MVP (Mínimo Producto Viable).

Contar con un mínimo de calidad nos ayudará a evitar hacer esfuerzos innecesarios, y a no producir “resultados vanidosos” que no mueven el negocio.

5. Reflexionar frecuentemente del proceso

Experimentar es un proceso incierto que necesita madurar en el ecosistema de una empresa. Reflexionar sobre esta actividad cada cierto tiempo puede ayudarnos a ser más efectivos desarrollando iniciativas nuevas que aporten innovación al negocio. En especial hacerlo en la medida que la empresa crece.

Es importante hacer que todos quienes participan en las iniciativas formen parte de evolucionar este proceso, pues así el negocio mantiene vigente su propio proceso para aprender.

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