Laboratoria: la motivación para venir a trabajar todos los días

Han pasado tres años desde que comenzamos Laboratoria en un pequeño salón de clases prestado en Lince, con 15 jóvenes dispuestas a aprender a programar, un sueño grande entre manos y miles de incógnitas por delante. Cuando pienso en todo lo que ha pasado desde entonces, todavía me cuesta creerlo. Hoy somos más de 70 personas trabajando en cuatro países y seis ciudades diferentes. Casi 600 jóvenes han pasado por nuestro programa, hoy avanzando en sus carreras, trayendo inmensa diversidad a la industria tech y convirtiéndose en un ejemplo de transformación para miles de mujeres más.

Gestionar este crecimiento ha sido uno de mis retos más grandes. Cuando éramos cinco en el equipo, nuestro día a día era el mismo, todos enfocados en ver si realmente podíamos crear un nuevo modelo educativo que en seis meses llevase a jóvenes sin ninguna experiencia previa en tecnología a ser grandes desarrolladoras web, llegando a empleos que se pensaba eran solo para egresados universitarios. Hoy que ya hemos validado eso, alcanzando nuestro product-market fit, el día a día de los Laboratorians es radicalmente distinto. Desde quienes pasan sus horas haciendo software y desarrollando currícula hasta quienes se enfocan en reclutar al mejor talento para trabajar con nosotros, somos una mini-multinacional, con equipos diferenciados y autónomos que además crecen todos los meses.

En este contexto, mi rol como parte del liderazgo de Laboratoria es no sólo asegurar que tengamos un gran producto, pero además, que tengamos una gran empresa. Para eso está nuestra cultura — la tela invisible que une a todos los Laboratorians sin importar donde están basados o a qué dedican su día a día. Es el hilo conductor detrás de cómo y por qué hacemos las cosas. En la etapa de crecimiento en la que estamos se vuelve fundamental documentar esta esencia. Hace poco, Herman escribió un post sobre cómo trabajamos. Hoy yo quiero escribir uno sobre nuestro por qué. Voy a compartir los principios en los que creemos como organización. Las razones por las que venimos a trabajar todos los días, que hacen que lo dejemos todo en la cancha, que podamos sobrellevar la incertidumbre continua que vive un startup y llenarnos de fuerza para seguir adelante a pesar de los retos. Somos una compañía guiada por estos principios.

1. El Talento de las mujeres

Somos fieles creyentes en que traer a más mujeres al mundo laboral, y en especial al sector de tecnología, es parte fundamental de transformar nuestro mundo para mejor. Desde siempre el talento de las mujeres ha tenido menos oportunidades. Sea porque culturalmente las sociedades nos han limitado al trabajo doméstico o porque hemos enfrentado más barreras para acceder y crecer en carreras calificadas, el potencial de la mitad de la población mundial ha estado enormemente desaprovechado. En Laboratoria queremos cambiar esto, abriendo espacio para el talento femenino en la industria tech y demostrando cuanto mejor puede ser el sector gracias ello. Queremos construir un mundo donde los próximos hitos del sector tech — los Steve Jobs’, Ellon Musks’ o Mark Zuckerbergs’— puedan ser también mujeres latinas. El talento lo tenemos de sobra. Solo nos hace falta la oportunidad. Nuestras egresadas, hoy trabajando en algunas de las mejores start-ups, agencias y compañías de la región, ya comenzaron a demostrar esto.

2. Transformar la Educación

Comenzamos Laboratoria porque nos dimos cuenta que el sistema de educación superior en nuestra región está roto. Menos del 16% de los jóvenes latinoamericanos se gradúan de educación superior (OECD 2017), sin embargo, este sigue siendo el principal camino para comenzar una carrera calificada. Además, tenemos cientos de institutos y universidades que se aprovechan de la ilusión de jóvenes en busca de un título y les dan “educación” que de poco sirve. La formación se ha desvinculado de un mercado laboral que cambia continuamente, y no veo cómo el sistema actual logrará preparar a millones de jóvenes para los empleos que demandará la economía del futuro. En Laboratoria queremos crear una forma distinta de aprendizaje, que valora las habilidades antes que los diplomas, que con un modelo de financiamiento innovador apuesta por darle la mejor educación a quienes usualmente no pueden pagarla, y cuyo indicador final de éxito es asegurar que nuestras alumnas adquieren las habilidades para comenzar y crecer en los mejores empleos. Nos queda mucho camino por recorrer aún para seguir mejorando nuestro programa, pero vamos por buen camino. En nuestras últimas promociones más del 80% de nuestras egresadas consigue empleo, hoy muchas de ellas en empresas de software líderes a nivel mundial como ThoughtWorks o IBM.

3. El Impacto de un Gran Trabajo

Un trabajo puede ser simplemente una manera de ganarse la vida. Un trabajo con propósito, en cambio, puede ser una forma de crear valor en el mundo. Pasamos la mayoría de nuestros días trabajando, y poder hacerlo en una profesión y lugar que nos permita realizar nuestro talento y potencial es muchas veces un privilegio. En Laboratoria creemos que no debería serlo. Para nuestras egresadas, este propósito se da cuando entran a trabajar como developers en empresas que valoran su talento, desarrollando productos digitales que miles de personas usan. Tienen la posibilidad de aprender, de retarse, de crecer y agregar enorme valor a los equipos donde se integran. Muchas veces la gente nos pregunta por qué nos enfocamos en formar a desarrolladoras, en lugar de ir por algún perfil más básico. Lo hacemos precisamente porque vemos la transformación e ilusión que nace cuando trabajamos haciendo cosas que nos gustan y nos empujan a ser más grandes. Queremos que cada vez más jóvenes tengan esta oportunidad, abriendo campo para el talento de nuestras alumnas en los rubros más competitivos, dándoles no sólo empleos pero carreras en una industria que definirá nuestro futuro.

4. Hacer Impacto Social con Excelencia

Laboratoria existe por la aspiración de construir sociedades mejores. Creamos y crecimos esta organización para darle una oportunidad al talento de miles de mujeres en América Latina; para transformar el mundo de la educación y cambiar el rostro de la industria de tecnología. Legalmente, de hecho, no tenemos ánimo de lucro. Más de una vez nos han subestimado por eso. Hay la triste creencia que en el sector social, por definición, las cosas no se hacen tan bien como en el privado. Preconcepciones donde se cree que las organizaciones de impacto viven solo de voluntarios y caridad, y hacen trabajo gratificante pero donde profesionales de primera nunca considerarían una carrera seria. En Laboratoria queremos cambiar esto con lo ejemplo. Tenemos un equipo de talento envidiable, apostamos por salarios competitivos en el mercado, y trabajamos bajo un ritmo de innovación continua que nos ha permitido crear productos altamente disruptivos. Trabajar para tener un impacto positivo en nuestro mundo no nos hace menos eficientes o competitivos — por el contrario, nos da más razones para ser cada vez mejores.

5. El potencial de América Latina

Somos un emprendimiento que nació en Perú y rápidamente gestó su espíritu latinoamericano. Creemos que nuestra región puede ser grande, y somos Laboratorians de cada rincón del continente y más allá trabajando para construirla. Queremos ver a una América Latina que deje de depender tanto de sus recursos naturales, y empiece a aprovechar más el potencial de sus jóvenes. Una región que crezca su economía del conocimiento, y se haga un lugar en la cuarta revolución industrial que se avecina. Las jóvenes + la tecnología + la educación = es nuestra receta para hacerlo. Escalar es un reto, pero es parte fundamental de creer en esto y crecer nuestro impacto. Hoy tenemos sedes en Perú, México, Chile y prontamente Brasil. Luego iremos a Colombia, y esperamos poder llegar a cada mega-ciudad de América Latina, siendo parte de construir una región de la que podamos estar orgullosos.