La Fled Goibhnenn
Explorar las festividades celtas es adentrarse en un universo rico en tradiciones ancestrales donde se entrelazan la espiritualidad, la naturaleza y la celebración de ciclos de la vida.
Más allá de la parafernalia moderna que a menudo las rodea, nuestras festividades ofrecen una ventana hacia una cosmovisión profundamente arraigada en la tierra y en el cosmos, una perspectiva que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno natural y con nuestras propias raíces culturales.
Los celtas celebraban una serie de festividades a lo largo del año que marcaban momentos clave en el ciclo agrícola y estacional, que conocemos hoy como “festivales de fuego”. Estas festividades no solo honraban la naturaleza y sus cambios sino que también tenían un componente espiritual de carácter tribal muy fuerte.
Uno de los aspectos más fascinantes de las festividades celtas es cómo integraban creencias y prácticas religiosas con actividades prácticas y rituales que fortalecían los lazos sociales y familiares.
Es importante señalar que, si bien hoy en día muchas personas celebran versiones “modernas” de estas festividades, a menudo alimentadas por el romanticismo del medioevo y movimientos como el neopaganismo y el negocio New Age, estas interpretaciones pueden distanciarse en cierta medida de las prácticas y creencias originales de los celtas. La parafernalia moderna que rodea a estas festividades a veces puede simplificar o distorsionar su significado original, convirtiéndolas en ocasiones más comerciales o centradas en el puro entretenimiento.
Aparte de los “festivales de fuego”, en Lafrion, mi tribu, revivimos y celebramos ciertas festividades tribales que han sido “olvidadas” de la historia celta, dotándolas de un significado mucho más profundo de acuerdo a nuestros tiempos.
De acuerdo a esto, celebramos la Fled Goibnenn durante el solsticio de verano, enfocándonos en fortalecer los lazos entre los miembros de nuestra tribu y compartiendo nuestra rica tradición con el público que se acerca a conocernos.
Esta festividad es más que un simple festín de abundancia y hospitalidad; es un evento que desempeña un papel esencial en el desarrollo personal de cada individuo y en la cohesión de la comunidad. La Fled Goibnenn simboliza y promueve las nobles virtudes y la unidad tribal, encarnando los valores fundamentales de la tradición druídica.
Según el lore de la tradición, la Fled Goibnenn era una celebración mítica en la que los asistentes bebían una especie de cerveza o hidromiel que les otorgaba la inmortalidad y les protegía de la vejez y la decadencia. Se menciona en un par de cuentos, Altram Tige Dá Medar y Acallam na Senórach, ambos de composición bastante tardía (siglos XV y XIII, respectivamente). La bebida de la inmortalidad era descrita como la bebida preferida de dioses como Oengus y El Daghda, y en lugar de intoxicar, cuanto más se bebía más se recuperaba la juventud, la vitalidad y la claridad mental!
Goibniu, el herrero divino de los Tuatha Dé Danann, era el anfitrión de esta fiesta. Sus habilidades en la forja son legendarias pero su rol como proveedor de la bebida de inmortalidad destaca un aspecto más profundo de su carácter: la generosidad y la hospitalidad que se ven reflejadas en la labor del deogbaire.
Goibniu es también conocido como Gaibhne o Gavida Mac Samhthiann. Su nombre deriva de la palabra antigua irlandesa gobha que significa ‘herrero’, indicando su rol esencial en la mitología. Es mejor conocido por su papel en la Segunda Batalla de Mag Tuired, donde forja armas para los Tuatha Dé Danann. Sus habilidades son extraordinarias, ya que cualquier arma que él fabrica siempre encuentra su objetivo y nunca falla en matar. Trabaja en estrecha colaboración con otros dos dioses artesanos, Credne Cerd el broncista y Luchta el carpintero, formando la trinidad de los dioses de la artesanía, conocidos como los Trí Dée Dána.
El legado de Goibniu ha perdurado en el folclore irlandés a través de figuras como el Gobhan Saor, un gran constructor y arquitecto, cuyas hazañas se cuentan en innumerables leyendas.
Según Thomas D’Arcy M’Gee en Poems, p. 78, “The Gobhan Saer”:
Los hombres le llamaban Gobhan Saer, y muchas historias
Aún perdura en los caminos de la tierra
De cómo hendía la roca, o bajaba por el valle
Condujo el brillante río, como un niño, en su mano
De cómo desplegó grandes velas en barcos gigantes,
Y muchas otras maravillas que él planeó por primera vez”.
El deogbaire es un rol crucial en la celebración de la Fled Goibnenn, tenía la responsabilidad de servir las bebidas. Este papel no solo requería una precisión meticulosa, sino también un profundo conocimiento de las hierbas y mezclas utilizadas, asegurando que cada bebida se preparara correctamente y en las dosis adecuadas.
El deogbaire debía equilibrar el arte de la hospitalidad con una conciencia ética, garantizando que los participantes alcanzaran un estado de conciencia elevado sin comprometer su bienestar. Este equilibrio delicado subrayaba la importancia de la sabiduría y la responsabilidad en el ejercicio de las tradiciones festivas, reflejando los valores de cuidado y consideración hacia la comunidad.
La Fled Goibnenn es un testimonio de la hospitalidad divina. En la tradición druídica, la hospitalidad no es solo una cortesía social, sino una virtud esencial que fortalece los lazos.
La hospitalidad es vista como un deber sagrado, y Goibniu, al ofrecer su festín, se convierte en el epítome de esta virtud. Al congregar a los miembros de la tribu en un festín de inmortalidad y abundancia, se fortalecen las relaciones sociales y se fomenta un profundo sentimiento de pertenencia y unidad. Esta celebración no es meramente un evento festivo; es un espacio sagrado y significativo donde los individuos renuevan sus compromisos con la tribu y entre sí, reafirmando los lazos que los unen. La Fled Goibnenn, en su esencia, es un rito de renovación social y espiritual, donde cada participante encuentra un refugio para reflexionar sobre su papel dentro de la tribu y el universo.
Esta fiesta que simboliza no solo la inmortalidad física sino también la espiritual, representa el cultivo de nobles virtudes. Estas virtudes son pilares fundamentales de la filosofía druídica, que alientan a los individuos a aspirar a cualidades ejemplares.
Esta aspiración hacia lo divino no es solo un ideal abstracto; es una práctica constante que fomenta la mejora continua del individuo y, por ende, de la comunidad en su totalidad.
La celebración se convierte así en un reflejo de la filosofía del druidismo, donde el autocontrol, la sabiduría y la virtud son fundamentales para alcanzar un estado de armonía interior y exterior.
Bueno, y ¿cómo celebrar la Fled Goibhnenn sin un grupo formal?
Es importante centrarse en los principios esenciales de la festividad y adaptarlos a tu contexto personal. Comienza seleccionando un lugar adecuado para la celebración. Extiende las invitaciones a amigos, familiares y otros interesados en la tradición druídica, explicándoles brevemente la importancia de la festividad para preparar a los participantes para la experiencia.
El festín es una parte central de la Fled Goibhnenn, simbolizando la abundancia y la generosidad de la tierra. Organiza un banquete donde cada participante aporte una variedad de alimentos preparados con ingredientes frescos. Platos como panes, frutas, vegetales, carnes y pescados son bienvenidos, y cada contribución ayuda a fomentar la unidad y el sentido de comunidad.
El papel del deogbaire, encargado de servir las bebidas, es crucial en esta celebración. Las bebidas tradicionales como hidromiel o cerveza (chicha si vives en Colombia!) enriquecida con hierbas deben ser servidas con responsabilidad y conocimiento, ya que están diseñadas para elevar la conciencia y fomentar la conexión espiritual entre los participantes.
“Contrario al estereotipo de muchos seres “espirituales”, los druidas no somos mojigatos; disfrutamos de la bebida sin las reservas de otras ‘tradiciones’. Nuestra conexión con la naturaleza incluye también celebrar la vida con alegría y sin tabúes.”
Durante el festín, fomenta el intercambio de historias, cantos y experiencias. Este es un momento clave para reforzar los lazos de amistad y cooperación. Dedica también un momento especial para honrar a Goibniu, el dios herrero. Ofrece oraciones y ofrendas simbólicas, como herramientas o pequeñas figuras de metal, para agradecer su influencia y guía. Para añadir dinamismo a la celebración, incorpora juegos y competencias que simbolicen las virtudes druídicas de valentía, habilidad y sabiduría. Pruebas de destreza, concursos de narración de historias y desafíos de conocimiento pueden formar parte de la festividad, promoviendo un espíritu de sana competencia y aprendizaje.
Finalmente, reserva tiempo para la meditación y la reflexión personal. Este es un momento para que cada participante considere sus propios avances espirituales.
En conclusión, celebrar la Fled Goibhnenn de esta manera nos permite sumergirnos en un espacio donde los valores cobran vida con autenticidad y profundidad. Más allá de disfraces y rituales elaborados, esta celebración nos invita a conectar con el espíritu de Goibniu, una figura emblemática que no solo representa la habilidad artesanal y la destreza en la forja, sino también la curación y la hospitalidad. Su presencia en la Fled Goibhnenn resalta no solo la habilidad técnica y creativa, sino también la necesidad de mantener la armonía y la solidaridad entre las personas.
Así, la Fled Goibhnenn no solo es una ocasión para celebrar, sino también para reflexionar sobre cómo podemos integrar estos valores ancestrales en nuestras vidas modernas.
En un mundo que a menudo se enfoca en lo superficial y lo efímero, estas celebraciones nos ofrecen una oportunidad única para reconectar con lo esencial y lo perdurable, fortaleciendo nuestros lazos con el pasado mientras construimos un futuro más consciente y armonioso.
“So brothers, sisters, it’s time to take a stand
You can pry my beer from my cold dead hand!
Raise ’em up, raise ’em up and drink ’em down
Yeah raise ’em up, raise ’em up and drink ’em down”
