14 Pelis Bien de navidad
Tres canciones, 254. La elección de V:
ALAN SILVESTRI — MOUSE HUNT (END CREDITS)
Ey, es navidad y toca ver pelis de navidad. Se siente. En esta época del año se pueden encontrar ustedes con dos tipos de lista, igualmente brasas y gastadas: las de grandes clásicos festivos y la de las mejores alternativas a esos clásicos. Como no se me da bien distinguir entre unas y otras, me permitirán que tire por la vía del medio: la de pelis de navidad que me gusta ver, sin más. Ustedes me perdonarán si repito lo que ya han pisado otros, pero al menos no encontrarán aquí la horrible, aborrecible e insultante ‘¡Qué bello es vivir!’. Puaj.
‘Mouse Hunt’ (‘Un ratoncito duro de roer’, Gore Verbinksi, 1997)
Casi es la primera cinta que me viene a la cabeza cuando pienso en estas fiestas, aunque me cuesta justificar por qué. Es la heredera directa de ‘Home Alone’, ‘Gremlins’ y otros clásicos cafres, amplificando el esteticismo cartoon, el amor por el slapstick clásico (hay aquí mucho Oliver y Hardy) y la mala baba, negra pero inofensiva. Podría ser la mejor película del tremendo Verbinski, quizá sólo por debajo de ‘Rango’. Además cuenta con una perfecta banda sonora de Alan Silvestri (enchúfenla de fondo durante la lectura de este texto) que resume toda la energía salvaje y la ternura que, en mi opinión, ha de definir al navideño-bruto como subgénero.
‘Home Alone’ (‘Solo en casa’, Chris Columbus, 1990)
y ‘Home Alone 2: Lost in New York’ (‘Solo en casa 2: Perdido en Nueva York, Chris Columbus, 1992)
Pues eso, las de siempre, con sus flaquezas, su sobrevaloración nostálgica y su toque de moralina americana, pero también su gamberrismo cartoon, su fantasía de poder infantil y su inventiva de Rube-Goldberg. Los dos ladrones (Joe Pesci y Daniel Stern) son dos dibujos animados vivientes la mar de memorables y las trampas son la bomba. ‘Lost in New York’ es básicamente un refrito de la primera cinta compás a compás, pero a mí ese Nueva York navideño me ha tenido ganado siempre y la presencia de Tim Curry justifica de sobras el repaso.
‘Arthur Christmas’ (Sarah Smith, Barry Cook, 2011)
¿La Aardman pasando de la stop-motion al CGI y metiéndose en terrenos navideños muy yanquis? ¿Pero esto qué es? Pues una peli de la Aardman pese a todo, ni más ni menos. Está más cerca de ‘Flushed Away’ que de ‘Chicken Run’, sí, pero eso no tiene por qué ser malo: aquí hay grandísimos gags visuales, un sentido del ritmo hipercinético, personajes muy entrañables y redondos y un conflicto limpio, directo y poderoso. Además, la solución a la dicotomía entre tradición y modernidad (con una lectura muy mordaz de la “corporate America” de Apple y demás tumores) se resuelve de manera elegante, realista, no muy lejos de la sobriedad de ‘The LEGO Movie’.
‘Gremlins’ (Joe Dante, 1984)
Mira, si te dicen “navidad” y no piensas en ‘Gremlins’, no creo que podamos ser amigos.
‘Tokyo Godfathers’ (Kon Satoshi, 2003)
Una comedia navideña telita de agria, con tres vagabundos atrapados por la casualidad como motor de un milagro tan tierno como sórdido. Es delirante, autoconsciente y compleja como todas las locuras de Kon, aunque llame menos a los fans de lo extraño. A mí me encanta verla como respuesta a (y superación de) ‘¡Qué bello es vivir!’, que por si no ha quedado claro me da picor tanto por lo formal como por lo ideológico.
‘Die Hard’ (John McTiernan, 1988)
Lo de ponerla en todas las listas de clásicos navideños debió de empezar como una broma, pero lo cierto es que tiene todo el sentido. (Además, ¿se han dado cuenta de que ésta y ‘Home Alone’ son básicamente la misma película?) Pues eso: “Now I have a machine gun, ho ho ho”.
‘Batman Returns’ (Tim Burton, 1992)
¿Tendría sentido ‘Batman Returns’ en otro contexto que no fuera la navidad? ¿Mantendría su impacto y su misterio sin esas luces en la noche, sin el colorido, sin ese baile de soledades en la época de arracimarse junto a la chimenea? ¿Sin, válgame dios, la escena del múerdago? ‘Batman Returns’ es una de las pelis más ricas de Burton y del murciélago, gótica, infantil, perturbada, terriblemente adulta, psicopática, desmadrada y melancólica. La festividad sirve para condensar todo este choque de ideas en un contundente cierre: “Merry Christmas, Alfred. Good will to all men… and women”.
‘Scrooged’ (‘Los fantasmas atacan al jefe’, Richard Donner, 1988)
No me costaría afirmar que es la película navideña definitiva. Como mínimo, la que mejor captura la cita anual. De todas las versiones que se han hecho de ‘Cuento de navidad’ de Dickens (las hay muy buenas: la de los Muppets, por ejemplo), me quedo con ésta por Bill Murray (cómo no), por el toque Amblin ochentero y también por la influencia oscurilla y monstruosa del Tim Burton del momento. No se han hecho mejores versiones de los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras, y Murray es el Scrooge perfecto: sólo él podría vender esa epifanía final de telepredicador, que vista en frío es un poco farisea y burguesilla.
‘Bad Santa’ (Terry Zwigoff, 2003)
¡Una peli de navidad iconoclasta para la gente a la que no le gusta la navidad! Pues vale, pero es mucho más. Cine de perdedores, por ejemplo, y una gran historia de palos (en más de un sentido). El elfo es un gran personaje enano de antes de que ‘Juego de tronos’ pusiera de moda aplaudir a los personajes enanos.
‘The Nightmare Before Christmas’ (Henry Selick, 1993)
Hay que verla en Halloween y hay que verla en Navidad. Vamos a ir de hipsters: por aquí nos molaba cuando estaba feo que te gustara y no era un icono de chavalillos modernetes con flequillo, niñas góticas y subculturas de fanfiction.
‘In Bruges’ (Martin McDonagh, 2008)
A McDonagh se le mete en el saco de los Tarantinos de la vida, como si se limitase a ir de transgresor y querer molar, cuando en realidad está más cerca de piezas de herencia teatral hiperverborréicas a lo Linklater, que entran a matar a lo más esquinado de la condición humana. En esta tristísima comedia hay asesinos, enanos guays (de nuevo, antes de ‘Juego de tronos’) pero también mucha amargura y arrepentimiento. Cine de perdedores solitarios, enfrentados a las luces de una noche de paz de la que nunca podrán formar parte: ¿hay mejor manera de sacarle partido a la Navidad?
‘The Last Boy Scout’ (‘El último boy scout’, Tony Scott, 1991)
y’Iron Man 3' (Shane Black, 2013)
Son estas dos pero también podrían ser ‘Lethal Weapon’, ‘The Long Kiss Goodnight’ o ‘Kiss kiss, bang bang’: ¿qué le pasa a Shane Black con la Navidad? Pues lo que ya hemos visto antes: que no hay peor época del año para estar (y sentirse) solo, y que no hay mejor manera de colarnos tan amargo tema que hacerlo de tapadillo con una peli de tortas, chistes y tipos socorranes de respuesta ingeniosa. Feliz navidad a los hombres de buena (y no tan buena) voluntad.