Hacer política y hacer gracia (o el humor negro en tiempos de Twitter)
Ya saben de qué va esto: un cargo público ha dimitido por hacer chistes negros y crueles en Twitter. Si lo leen ahora hablamos de Guillermo Zapata; si lo leen un tiempo después, tal vez nos refiramos a algún otro. Tal es el signo de nuestros tiempos.
Discutir sobre el humor y sus límites es una pérdida de tiempo: no estamos hablando de algo demostrable como patrones de onda o de algo necesario como el desarme nuclear, y vista nuestra testarudez es imposible que lleguemos a un acuerdo. Pese a todo, aquí me tienen, dándole vueltas al asunto desde que un desconocido del que no tenía opinión previa (antes Vigalondo, luego Zapata) se estrellase en público. Permítanme que contribuya a este debate inútil y estéril y que lo haga con una colección de sentencias por debajo de los 140 caracteres, listas para que las publiquen en las redes y me caigan algunas piedras. Esto es, más o menos, lo que me ronda:
SOBRE LA SHITSTORM
· La shitstorm (agresión en masa online), tal y como la define el filósofo Byung-Chul Han, es la nueva arma política dominante.
· La shitstorm es cómoda y satisfactoria. Todos llevamos una turba interior deseando sacar la antorcha. El motivo es lo de menos.
· La shitstorm no tiene reflexión ni nombres. Se forma por la inmediatez y el anonimato. Sí tiene, por lo general, orquestador.
· “Si no puedes vencerlos, haz que alguien se encargue de vencerlos”. La shitstorm es un sicario.
George Carlin, humor que disparaba hacia arriba.
SOBRE TWITTER
· En Twitter, como en todas las redes online, la información no se convierte en conocimiento.
· En Twitter rara vez hay diálogo. Lo que impera (y aquí está uno de sus grandes peligros) es la apariencia de diálogo.
· Un discurso coherente y razonado necesita un contexto con el que dialogar. Armar un discurso a base de piezas aisladas es (mírenme a mí) harto difícil.
· El humor construye, o puede construir, discursos complejos. Pide al lector que además del texto lea también la posición y el contexto del emisor.
· Twitter no tiene contexto. Su misma naturaleza favorece el despiece y el consumo de partes.
· Twitter tiene memoria maquinal. No procesa, no construye. Lo que fue hace cuatro años sigue siendo ahora.
· Nadie es ahora el que fue hace cuatro años. Hasta los malos pueden haber cambiado. ¿Tan grave es creer en la redención?
· A ver si va a seguir valiendo aquello de que el medio es el mensaje.
Louie CK, el humor nos consuela de la tragedia.
SOBRE EL HUMOR Y SU OBJETO
· El humor no es un género, es una herramienta.
· Toda herramienta se puede usar para atacar. Me incomodan los ataques, incluso los justificados, usen la herramienta que usen.
· Se suele decir que el humor siempre tiene víctima. Yo prefiero decir que siempre tiene objeto, algo a lo que apunta e intenta golpear.
· El tema del chiste no siempre tiene que corresponderse con su objeto.
· Desde esa óptica, reformulen lo de los límites: el humor tendrá los mismos límites que cualquier otra herramienta que pueda ser arma.
· El humor negro no siempre es un ataque. A veces (y éste es su uso más útil y sano) supone una manera de enfrentarse a la tragedia.
· El mundo va a seguir lleno de miseria y tragedia aunque no nos riamos de él. Qué quieren que les diga, yo prefiero reírme.
· ¿Un límite? Apuntar hacia el tema y no hacia personas concretas. Reírse del maldito cáncer, nunca de los enfermos de cáncer.
· El humor funciona mejor cuando dispara hacia arriba que cuando escupe hacia abajo.
· Con esto en mente, ¿puede un chiste negro ser incitación al odio? Sí, pero no todo chiste negro lo es. Algunos desarman el odio.
Otra vez Louie, humor sobre el odio.
SOBRE EL HUMOR Y LA LÓGICA
· Decía Wittgenstein (parafraseo) que se podía escribir una obra filosófica exclusivamente a partir de chistes.
· El humor y la filosofía parten de la comparación entre lo que se ve desde dentro y lo que se ve desde fuera.
· El humor suele ser una manera estupenda de encontrar agujeros y contradicciones en nuestras lógicas y nuestros comportamientos.
· El humor considera inteligente a su interlocutor, en tanto que lo considera capaz de razonar y poner a prueba las ideas.
· El humor es la prueba del algodón de la razón.
· Queda claro que, como herramienta, el humor (hasta el negro) es muy preferible a la shitstorm.
John Oliver, el humor como lógica aplastante.
SOBRE LA OFENSA
· ¿Quiere decir todo esto que nadie tiene derecho a ofenderse? No, claro que no.
· …pero no olviden la máxima de Gervais: “estar ofendido no significa tener razón”.
· A veces (no sé si era el caso de Zapata, pero no lo olvidemos) los ofendidos son los malos.
· Un buen consejo: hay que ofender al verdugo, no a la víctima.
Ricky Gervais, la ofensa frente a la lógica.
SOBRE EL ANTISEMITISMO
· Los chistes del Holocausto, como muchos chistes machistas y homófobos, suelen ser una mierda. Puro chascarrillo de cuñao. Su objetivo no es más que el ataque.
· Esos chistes están incrustados en la cultura española, como la chapuza o la corrupción. Tanto que ni somos conscientes.
· Esto es: alabar a un nazi es antisemita, negar el Holocausto es antisemita, reírte del Holocausto no ha de serlo necesariamente.
· En España el antisemitismo está incrustado históricamente. Los judíos fueron expulsados varias veces. El franquismo era negacionista.
· España es un país lleno de símbolos franquistas, también en su lenguaje y pensamiento. Si retiramos monumentos, también podríamos retirar según qué chanzas.
Agresores en Twitter. Y sin humor.
SOBRE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO
· El humor que se ceba con las víctimas y se regodea en su dolor también recibe otro nombre: bullying.
· Querer eliminar estas malas raíces puede llevarnos al extremo opuesto: lo Políticamente Correcto y el biempensantismo.
· Lo Políticamente Correcto comparte con los totalitarismos un miedo cerval al humor, a la poesía y a la individualidad.
· Es un acto totalitarista decirnos de qué podemos y no podemos reírnos, como lo es decirnos a qué debemos o no debemos amar.
· Reírse, como excitarse, no siempre está bajo nuestro control. Lo importante es lo que hacemos con esa risa.
· El humor negro que dispara hacia arriba, o mejor, a nosotros mismos, es una herramienta revolucionaria.
Cuestionadlo todo.
SOBRE LA POLÍTICA Y EL HUMOR
· ¿Aún se preguntan si tiene límites el humor? Y el drama, ¿los tiene? ¿Y la ley? ¿Y la política?
· La política son dos cosas: el arte de vivir en sociedad y la profesión que coordina esta convivencia. Todo lo demás es prestidigitación.
· La política se mueve en el terreno de lo indefinido, lo brumoso, lo ambiguo. El humor que oscurece no es humor, es escudo.
· El humor que señala contradicciones es una herramienta útil que nos puede hacer mejores como sociedad y como personas.
· En este país, nadie hace política con humor, pero tampoco se hace política en serio.
Joh Oliver otra vez, el humor que hace política.
¿CONCLUSIONES?
· Nos hacen falta políticos con humor. También faltan humoristas un poco más políticos.
· Si no hubieran sido los chistes, hubiera sido el peinado. Este debate, aquí y ahora, no es sobre humor, es sobre política.
· Twitter no es toda la población pero tampoco son cuatro gatos. Moldea la nueva esfera pública y está creando nuevas espirales del silencio.
· “El humor negro, como el sexo sin condón, hay que elegir bien con quién practicarlo”. Lo ha dicho Dani Rovira, pero vale igual.
· Cuando usen el humor, analicen si están haciendo reflexión, revolución o bullying.
· Es muy difícil hacer humor. Es muy difícil hacer política. Combinar ambas cosas y hacerlas bien cuenta ya como gesta heroica.
· El humor es una linterna que ilumina quienes somos. A ver si el problema va a ser que en este país, después de tanta miseria, somos todos un poco miserables.
Tres canciones, 279 La elección de V
FRANK T — HUMOR NEGRO
@VtheWanderer, cuenta en Twitter hasta que la borre