Tres canciones, asalto ocho

La Inercia Micronación
La Inercia
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3 min readMar 26, 2010

Dospuntocerismo, pasos básicos: La Inercia tiene un bonito grupo en Facebook y una maravillosa lista de Spotify a la que vamos añadiendo los temas que recomendamos en esta sección. No hay Twitter oficial, pero siempre pueden seguir a V the Wanderer, que pulula por allí. Dénle a los enlaces y únanse a la juerga. ¿Qué, nos hemos ganado una medalla con la cara de Enrique Dans?

La elección de V the Wanderer

THE RAVEONETTES — ODE TO L.A.

Una oda a una ciudad que encierra en realidad un canto de sirena, una incitación directa. The Raveonettes quieren que vayas a L.A. No he ido y este tema me trae, como en un verso de Pessoa, nostalgia por no haberlo hecho. El ruido post-Jesus and Mary Chain, las distorsiones, la voz de la Wagner y ese punto sesentero a lo Ronettes hacen el resto: la escucho y me sumerjo en la lejanía de una añoranza indefinida.

No, no creo que lo anhele sea Los Angeles. Lo que hecho de menos es ese espacio vacío, esa nada que todos apuran con desgana en el viaje del punto a al punto be y que es para mí, acaso, lo único que podría llamar patria. Soy un nómada, un errante, y sólo puedo ser allí de donde no soy. Vivo aquí, pero este no es mi sitio; anhelo esa ciudad perdida, ese país lejano al que nunca llegaré porque lo que lo define, precisamente, es que ha de estar lejos de mí. Soy un nómada, y este sedentarismo me está matando.

El hecho de que unos daneses me tienten con el sol angelino aumenta lo inalcanzable de mi objeto de anhelo, o tal vez lo irónico. Soy un nómada, pero escucho y encuentro, sin esperarlo, ese espacio inconquistable capturado en una canción. Pues eso bien vale una oda.

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La elección de Raúl

SEÑOR CHINARRO — EL LEJANO OESTE

Me atraen las canciones que se te escurren, las que sólo pillas en parte porque no están claras del todo y mantienen versos crípticos que te intrigan y que luego te dan vueltas. Antonio Luque, con su fraseo inexpresivo sólo en apariencia, lo hace muy bien. Dice cosas que nadie dice en una canción.

Para mí este tema, incluido en su mejor disco, es una balada acústica con violines que habla de un viaje a través de la península, una de esas rutas de hacer mil kilómetros para cruzarse el país en vacaciones, por ejemplo, durante Semana Santa. Son demasiados viajes a Andalucía (que hice durante años justo el día de mañana, previo al Domingo de Ramos) para que no me hayan marcado de una u otra manera. Puede ser también una castiza excursión de domingueros al campo, qué bonito.

Aquí se dan cita Huelva, el paisaje, las señales de tráfico, el coche que se avería, un dos caballos, la familia. Tiene un toque popular y folclórico, como el último (y espléndido) Chinarro, pero sin perder la cosa pop ni la pátina de incomprensibilidad. Yo me imagino vastos campos de olivos, Despeñaperros y calor. A mi madre le gusta, así que ¿la podrían pinchar en Radio Teletaxi?

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La elección de Withor

ANIMAL COLLECTIVE — IN THE FLOWERS

Ruido. Arritmia. Sinsentido. Tonteria indie o ‘moderniki’. O, simplemente, gilipollez. Son las palabras que seguro que vienen a la cabeza a muchos de los que escuchen esta canción por primera vez. En mi caso, sin embargo, no fue así.

Dejemos atrás las convenciones. Olvidemos que esa batería no encaja bien ahí o que ese bajo suena distorsionado. Dejémenos llevar -y bailemos- por la arritmia constante de los Animal Collective. Una vez superado el shock inicial, y si realmente se tiene una mente abierta, se podrá llegar a disfrutar tanto como yo lo he hecho con esta canción.

Porque -y vuelvo a ponerme cursi por segunda vez en la inercia en menos de 12 horas- la música, al fin y al cabo, no es una ciencia matemática -aunque pueda serlo-. Dos acordes sin sentido, pueden tenerlo, y mucho. Lo que en otra canción se consideraría una cagada, para Animal Collective puede ser una genialidad. Enterremos de una vez por todas las convenciones. Adentrémonos en el mundo caótico que nos proponen estos animales. Y, una vez dentro, cuando nuestra alma realmente fluya al no-compás de la música, nos daremos cuenta que la arritmia es rítmica, el caos es orden, el ruido, belleza. No son sólo palabras: estamos hablando de sentimientos. Inténtenlo. No se arrepentirán.

PD: y la letra mola un huevazo!!! (Pequeño truco para rebajar un poco el tono del discurso.)

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