Anatomía de las ideas de negocios

Raúl Martín
Lanzando en Costa Rica
7 min readJan 15, 2022

Hay muchísimo contenido que se puede encontrar en la web sobre negocios, startups, ideas y metodologías para desarrollar cada una de ellas. La cultura popular nos da varias recomendaciones, muchas de esas que se contradicen:

La idea de negocio no vale nada — La idea de negocio es lo más importante

El equipo es todo — La pasión /el mercado/ el cliente/ el modelo es todo

Se empieza por solucionar un problema — Se empieza por hablar con clientes

Use el canvas de negocios/aplique design thinking/salga del edificio

Etc etc etc

No pretendo venir acá a decirles qué camino seguir. Posiblemente ya han leído los blogs y artículos de Eric Ries, Steve Blank, Peter Thiel y Paul Graham.

He escrito anteriormente sobre cómo nadie les va a robar una idea de negocio, por lo que quiero aprovechar para predicar con el ejemplo, no dejarlo en palabras únicamente, y empezar a comentar sobre posibles ideas de negocio.

Lo que pretendo con esta serie de notas va en dos vías:

  1. Dar una vista honesta al proceso mental (y a veces tortura auto-infligida) por el que se pasa a la hora de pensar en un negocio/idea. Desde cómo se llega a ellas, por qué, cómo se analizan y los diferentes pensamientos asociados.
  2. Señalar problemáticas a las que quizás no se han enfrentado y con ello exponer ejemplos e inspiración sobre posibles negocios que se pueden realizar. En mi experiencia, usualmente veo algunas ideas que son un poco repetitivas o que únicamente tocan la superficie de un problema real. Ojalá estos problemas presentados generen nuevas perspectivas.

En esta nota, únicamente quiero compartir una de MUCHAS POSIBLES forma de pensar sobre una idea de negocios. No es el único camino, ni el más correcto, solo quiero exponerlo para normalizar que es difícil, no lineal, y a veces, DOLOROSO. Para lograr esto voy a comentar sobre una idea que tuve en el área fintech, sin embargo en una nota aparte es que voy a profundizar sobre la misma.

Para obtener una idea de negocios, hay muchísimas formas de empezar a ver problemas o analizar industria, para luego llegar a plantear ideas o soluciones. No voy a ahondar mucho en esto, pero uno puede:

1- Conversar con bancos/empresarios/Visa (contexto, problemáticas)
2- Buscar empresas a nivel internacional (competencia, referencia)
3- Leer papers (investigación, oportunidad)
4- Tratar de descomponer los jobs to be done que busca el usuario,
5- Una combinación de las anteriores.

Más allá de cuál proceso se sigue para profundizar sobre el problema o clientes, eventualmente vamos a empezar a pelotear sobre soluciones.

Es posible ver soluciones en otros lugares o empresas, tratar de agregar o restar elementos y eventualmente le vamos dando forma un concepto.

Típicamente esto se sigue hasta que llegamos a un momento de Eureka. En mi caso con la idea Fintech, esto sucedió luego de pensar en cómo se podría remover a las empresas de tarjetas de crédito de la ecuación. Pero entender que hoy son un mal necesario, implica pensar en qué tendría que pasar para que no fueran un factor.

Leer y pensar sobre la situación de las tarjetas de crédito forma parte de lo que lleva a el Nacimiento de la idea(1). Es de analizar esta situación, explorarla y entender que existe un problema, que uno decide profundizar en la materia.

Contexto:En muchos países, el sistema interno de pagos tiene complicaciones. Sin embargo en Costa Rica, el sistema Sinpe es de clase mundial. Estamos mal acostumbrados a poder recibir fondos de manera inmediata, cuando incluso en Estados Unidos hay procesos bancarios que tardan de 2–3 días.

Pensando en las bondades de Sinpe entonces, llegamos a la conclusión lógica de que una transferencia bancaria puede funcionar en lugar de utilizar una tarjeta de crédito… pero en general tiene desventajas (principalmente que no es un proceso tan rápido y conlleva muchos pasos).

Buscando referencias alrededor de eso, llegué a una empresa muy interesante de Reino Unido llamada GoCardless.

Como su nombre lo indica, busca eliminar la dependencia de las tarjetas para realizar pagos, efectivamente haciéndolo sin tarjetas.

En síntesis lo que hacen es permitirle a un comercio cliente, que puedan obtener la información de la cuenta de un usuario y realizar un cobro inmediato, pero además programar otros cobros a futuro. Ahí está la magia, un usuario podría estar dispuesto a realizar la operación con transferencia ya que es recurrente e incluso más sencillo que utilizar la tarjeta cada vez.

GoCardless se encarga de realizar estas operaciones y como no hay una tarjeta de por medio, los únicos gastos son los de la transferencia bancaria. GoCardless cobra una comisión de 1%, mucho menor a la tarifa típica por uso de tarjetas.

Es ahí que llegamos al Momento de Eureka(2) donde cobra mucho sentido.

¿Qué tal si se genera un concepto similar en Costa Rica, donde se le pueda vender a un comercio esta posibilidad de hacer cobros recurrentes vía transferencias bancarias?

¿Le gustaría a los comercios tener una forma MÁS BARATA de cobrar a clientes en lugar de una tarjeta? ¿Les gustaría evitar problemas de generar cobro automático a una tarjeta que se canceló?

¿Quisieran tener un panel donde ven cuáles usuarios estas “suscritos” a estos rebajos automáticos? ¿Sería bueno automatizar el envío de la factura y ADEMÁS del cobro directo desde la cuenta del usuario?

Si han tenido una idea anteriormente, creo que pueden estar familiarizados con esa avalancha de preguntas o elementos de lo que podría incluir el proyecto o idea que se tiene en mente.

Poco a poco uno le va dando forma, se va emocionando con la idea, y puede que simplemente piense o anote los resultados.

Para mí, creo que luego viene una Etapa de “robustecer”(3) el concepto y darle un poco más de forma. Esto implica pensar en los elementos iniciales del modelo de negocio. Cliente meta, propuesta de valor, forma de generar ingresos.

Luego, típicamente se lo comento a otras personas, y eso me da la oportunidad de Pensarlo más en frío (4). Se explora a profundidad sobre los conceptos y se buscan perspectivas de otros o uno mismo trata de ver otros puntos de vista.

Eventualmente, uno deja de lado el romanticismo de la idea, y empieza a notar los lados negativos o incluso puede llegar a Desilusionarse(5) de la misma.

Acá es donde todo el proceso empieza a sentirse como una montaña rusa.

Uno puede sentirse abrumado por las dudas o incluso por un pesimismo. Se puede llegar a pensar que la idea es tonta o que no vale nada.

Algo típico es pensar por qué nadie lo ha hecho antes.. o por qué si es una buena idea no lo están haciendo ya?
El otro pensamiento común es que si lo lanzo eventualmente alguien con más dinero/talento/recursos va a venir, copiarlo y hacer que el esfuerzo sea en vano. Luego uno se puede emocionar por algún elemento, y el flujo puede repetirse.

Me parece que todos esos altibajos son parte del proceso, y es natural cuestionarse qué tan buena es la idea o no. Para contrarrestar eso, lo ideal es entrar en una etapa de Investigación (6), para ver qué competidores hay, cómo se comporta el mercado, si tiene sentido lanzarlo, etc.

Eso se puede hacer con búsquedas en línea, hablando con expertos, entrevistando a usuarios o haciendo otro tipo de ejercicios. Lo ideal es encontrar soluciones a situaciones que se consideren adversas, o al menos plantear maneras de mitigar esos riesgos.

Eventualmente, vamos a tener suficiente información y seguridad en la idea para entrar en una etapa de Ejecución(7). Existen muchos libros y procesos que describen las etapas de cómo crear una empresa y ejecutar. En general estos pasos involucran validar con clientes, plantear bien el modelo de negocio, asociarse para llenar vacíos de conocimiento (o dinero), etc.

Hay organizaciones como incubadoras de negocio que pueden apoyar en esos procesos, pero profundizar sobre eso es un tema aparte. Con esta nota quiero visibilizar que pensar en una idea no es un proceso lineal y es normal sentirse inseguro o que la idea no vale nada. También en la relevancia de investigar y analizar para entender un poco el potencial.

Quiero terminar con la diferencia entre analizar una IDEA y ejecutarla para convertirla en un modelo de negocio o un proyecto en marcha. Lo que he descrito en la nota, es solo un proceso mental para analizar si un concepto que nos vino a la mente tiene algo de mérito para seguir explorando. Pero aún si pasamos por estas 7 etapas mencionadas con éxito, meramente nos llevan al PASO 1 del planteamiento de un proyecto.

Es totalmente posible pasar por estas etapas en 1 hora, en 30 días, o no hacerlo del todo. Pero en todos esos casos, siempre acabamos en el mismo lugar: ya tenemos una idea de negocio… ahora corresponde hacer un ejercicio de investigación y ejecución para desarrollarla.

Pronto escribiré sobre esta idea fintech a profundidad, así como los siguientes pasos para ilustrar mejor como todo este proceso es solo el comienzo de una idea.

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