¡Alguien está tocando la puerta!

Hay una persona que llama a la puerta de nuestra vida y las actitudes que se tomen hacia él pueden ser las mismas que tomamos con las demás personas

Diego Lobo, LC
Lanzar las Redes
2 min readNov 15, 2017

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¿Cuántas veces nos hemos encontrado tranquilamente en casa viendo la televisión, en la computadora, incluso comiendo (que siempre es muy molesto) o a veces simplemente tranquilos y alguien toca el timbre o golpea a nuestra puerta? La primera pregunta, como de costumbre, suele ser: “¿Quién es?” y la otra persona responde su nombre y a lo que viene.

Hay quienes abren la puerta y sólo ven a la persona, otros simplemente, si es un vendedor, dicen “no, gracias”; otros miran por el orificio que tienen algunas puertas sin decir palabra alguna; otros siempre están interesados en lo que vende la gente; otros se paralizan y no hacen ningún ruido para que piensen que no hay nadie; en fin, son muchas las razones por las que se abre o simplemente no se abre la puerta, dejándo pasar de largo al vendedor o la persona que venía.

Hay otras personas que tocan otro tipo de puertas: las puertas de nuestra mente, a éstos les llamamos profesores. Cada uno toca un área concreta. Otros tocan a nuestro corazón: son nuestros familiares, amigos o alguna novia/o. Pero hay una persona que llama a la puerta de nuestra vida: Jesucristo, y las actitudes que se tomen hacia él pueden ser las mismas que tomamos con las demás personas que tocan la puerta de nuestra vida.

A Jesús se le puede abrir y dejar pasar o se le puede espiar por el hueco de la puerta o, más bien, se puede quedar uno paralizado para que pase de largo. En fin, el Señor dice:

“Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa (Apocalipsis 3,20)”

Jesús quiere entrar y te quiere hacer una pregunta: “¿Me sigues?”, y es una pregunta de debe estar siempre presente. No pensemos que sólo a ser sacerdote o religioso, sino que también puede tocar nuestra puerta para invitarnos al Matrimonio o la vida de soltero. Sea cual sea el llamado es una aventura muy grande. La invitación es dejar entrar a Jesús en nuestra casa para que viva con nosotros y estar dispuestos a darle una respuesta. Y tú, ¿lo dejarás pasar de largo?

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Diego Lobo, LC
Lanzar las Redes

Venezolano, religioso, que busca vivr su vida con un sentido y con muchas ganas