Cambio de rumbo en nuestro Blog

Un nuevo inicio marca nuestra historia

Hay muchos grupos musicales que luego de largos años en los escenarios deciden reinventarse, escoger nuevos estilos y volver a comenzar. Si esto sucede en el mundo de hoy que va evolucionando, cuánto más sucederá en los apostolados y medios católicos que hay en internet.

Si no nos reinventamos corremos el riesgo de ser meros repetidores de normas y palabras del pasado, sin comunicar a la persona viva de Jesús que sigue hablando y guiando a su Iglesia. Por eso, hemos decidido luego de una larga reflexión y oración, cambiar el rumbo de “El Blog de la Fe”. Esto requiere dejar de ver esta obra como la conocíamos hasta ahora y abrirse a los nuevos caminos que el Espíritu Santo va dando a conocer a su Iglesia.

Creemos firmemente que el Santo Padre, el Papa Francisco, guía la Iglesia con la ayuda del Espíritu Santo prometido por el mismo Jesús. Precisamente queremos acoger el llamado a la santidad del sumo pontífice y sumarnos a ello con un pequeño grano de arena. Esto implica un cambio de nombre, una renovación completa, que nos permita llevar a cabo esta misión.

Reflexiones existen muchas y muy buenas en internet, queremos hacer algo diferente. Queremos decirte que la santidad sí es posible para todos: casados y solteros, consagrados y laicos, justos y pecadores. Por eso queremos compartir con nuestros lectores textos de santos, de sacerdotes, religiosas y religiosos, testimonios de misioneros, etc. palabras que, en general, nos ayuden a desear la “santidad cotidiana”, que nos ayuden a encontrar nuestra propia santidad en el mundo de hoy.

Nuestra motivación parte de las palabras del Papa Francisco que en la exhortación apostólica “Gaudete et Exsultate” no ha dejado en el número 109:

«el cristianismo es principalmente para ser practicado, y si es también objeto de reflexión, eso solo es válido cuando nos ayuda a vivir el Evangelio en la vida cotidiana. Recomiendo vivamente releer con frecuencia estos grandes textos bíblicos, recordarlos, orar con ellos, intentar hacerlos carne. Nos harán bien, nos harán genuinamente felices».

Otro texto que nos ayuda a entender esto de ser santos en la vida cotidiana nos lo deja también en la catequesis del 21 de junio de 2017:

«¡Que el Señor nos dé la esperanza de ser santos! Pero alguno de vosotros podría preguntarme: “Padre, ¿se puede ser santo en la vida diaria? Sí, se puede. “¿Pero esto significa que tenemos que rezar todo el día?”.

No; significa que tienes que hacer lo que debes todo el día: rezar, ir al trabajo, cuidar de tus hijos. Pero es necesario hacerlo todo con el corazón abierto hacia Dios, de forma que tu tarea, también en la enfermedad, en los sufrimientos, en las dificultades, esté abierta a Dios. Y así podemos ser santos».

De todo lo anterior ha nacido la idea de llamarnos “Gaudete”, recordando que

«la verdadera santidad es alegría, porque un santo triste es un triste santo»

como escribía el Papa Francisco al obispo de Ávila en el V Centenario de Santa Teresa de Jesús. La alegría nace de un corazón agradecido con el Señor, agradecido por sus dones y por las pruebas que le ha puesto en el camino, las cuales les han hecho crecer hasta alcanzar su amistad. Esta amistad con Cristo es la santidad cotidiana que todos podemos alcanzar.

Gaudete quiere ayudarte a conocer este camino. “Alégrense”, como se traduce nuestro nombre en español, es una exhortación constante en las cartas de San Pablo. “Alégrense”, den testimonio de esta alegría de ser santos, la alegría de seguir a Jesús, la alegría de caminar en la verdad.

Entonces, ¿te atreves a caminar con nosotros y sumarte a este nuevo aire evangelizador?

Termino agradeciendo a todos quienes han colaborado con esta iniciativa desde sus inicios en 2013 y alentamos a nuestros lectores a seguir con nosotros bajo nuestro nuevo aspecto. Les dejo por último las palabras con las que finaliza el documento «Gaudete et Exsultate» que hemos citado anteriormente:

Pidamos que el Espíritu Santo infunda en nosotros un intenso anhelo de ser santos para la mayor gloria de Dios y alentémonos unos a otros en este intento. Así compartiremos una felicidad que el mundo no nos podrá quitar.

¡A ser santos! Con nuestras oraciones,

Edgar Henríquez, L.C., director de Gaudete
y todo el equipo que hacemos parte de este proyecto.