Cristo nos eligió primero

H. Jordán Sixto Sánchez, LC

Cristo nos eligió primero. En la vida hay muchas cosas que no podemos elegir, que son así y punto. Pero hay algunos aspectos que quedan a nuestra elección, a uno de estos se refiere John Green en su libro “Bajo la misma estrella” al decir: “No puedes elegir si pueden hacerte daño en este mundo, pero sí eliges quien te lo hace”.

Cristo no eligió a nosotros. Eligió a miles de hombres que a cada instante le ofenden, le flagelan, le coronan de espinas y le crucifican. Fue su elección, así lo quiso, y a pesar del dolor, es paciente, sobrelleva los golpes y camina, todo sencillamente por amor. Por eso, ante el sufrimiento, no desfallece, puede caer, pero se levanta, y todo sólo por amor. He aquí el amor verdadero, la donación desinteresada.

El dolor es dolor y tiene que doler para serlo, pero yo puedo hacer del dolor lo que quiera. Al inicio sencillamente será dolor, seco y duro, pero después puede convertirse en una prueba de amor, en un reto de fidelidad, en una alegre purificación, puede seguir siendo dolor y ya, rabia y tristeza, ceguera del corazón, pero será o dejará de ser según lo entienda y quiera yo.

Nosotros también a lo largo de nuestra vida hemos hecho estas elecciones, hemos ido eligiendo a las personas que pueden hacernos daño, la elección de amor desinteresado, pero sobre toda elección debemos hacer la elección por Cristo, cuyo amor no lastima ni daña, pero si prueba. Él nos eligió primero, nos elige cada día por la mañana cuando nos despertamos, y nosotros con cada respiro debemos volverlo a elegir a Él. Él nos elige una y otra vez, y nosotros lo elegimos a Él.

¿Cuál es tu elección?