Nuestro rol como sarmientos

Reflexión del Evangelio del V Domingo de Pascua

Andres Felipe Arredondo Trujillo
Lanzar las Redes
4 min readMay 1, 2018

--

Source: Pixabay.com

Evangelio del V Domingo de Pascua:

“«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.La litúrgia de hoy nos ofrece otra imagen con la que podemos comparar a Cristo Resucitado que a su vez nos interpela ¿a qué vid pertenezco? Jesús al inicio de este pasaje evangélico nos da la posibilidad a elegir: “Yo soy la vid verdadera. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto”. Al hablar de vid verdadera se presupone la existencia de otras vides, pero el grandísimo detalle es que no son vides verdaderas, por mas que permanezcamos en ellas no daremos fruto, porque para que una vid sea verdadera requiere que su labrador tenga un inmenso amor y cuidado por ella y que la vid este cimentada sobre sólida raíz y también debe ser dócil a su Señor”. Juan 15:1–8

¿Entonces a qué vid pertenezco?

Pertenezco a la vid que se fundamenta sobre una raíz profunda y sólida cuyo nombre es Jesús y el labrador su Padre o ¿cómo se llama esa vid a la que supuestamente estoy unido pues la he elegido para dar “fruto”?

Una vez que terminemos de responder a este interrogante, quiero centrarme ahora en el rol que nos corresponde a cada uno de nosotros como sarmientos.

1. “El sarmiento que no da fruto”

Jesús dice: “El sarmiento que no da fruto es arrojado al fuego para que arda”. Se llega a este punto cuando se olvida una cosa muy importante y es el hecho que no permanecemos unidos a la vid, sino que nos vamos con nuestro egoísmo, vanidad, nuestros apegos, pasiones y no permanecemos en Cristo que es: Palabra, Vida, Camino, Vid y Verdad.

Que triste sería separarnos de Cristo y ser arrojados al fuego, porque no dí fruto y no sólo por eso sino porque no permanecí en la Vid; de la entrega, del amor, de la compasión, del perdón, de la sencillez y de la donación.

2. “El sarmiento que da fruto lo limpia para que dé mas”

Muchas veces vemos esta actitud del labrador como algo negativo y de maldad, pues no percibimos el por qué. Sabemos que ser podados cuesta y ¡cómo nos cuesta! Porque queremos estar bien, que no nos falte nada, que tengamos todo bajo control, nuestras seguridades y tenerlo todo.

Pero cuando nos faltan todas éstas cosas, ¿cuál es mi actitud que tomo cuando me podan?

Soy de los que ven lo negativo y me quedo pensando en: “me han quitado esto que tanto quería, a este familiar, mi carro, mi novia, mi celular, etc”. O lo veo como algo positivo para mi crecimiento, quitándome aquello que no me permite dar fruto.

Es cierto que es difícil aceptar ser podados porque nuestras seguridades caen y se queman, pero si el Labrador lo hace… Él mejor que nadie sabe el por qué.

A nadie le gusta ser podado, aún así necesitamos ser podados para poder dar fruto y sólo así ser dóciles a lo que quiera el labrador de mí. Confiaré en la vid a la que pertenezco sabiendo con certeza que no se secará sino que daremos frutos si estamos unidos y todo esto por su gracia.

Pidámosle a María y al dueño de la Vid que nos ayude a ser dóciles y aceptar con amor esas cosas que tanto nos cuentan para que veamos al Labrador que viene a podarnos no como un enemigo sin como la persona que siempre quiere lo mejor de Mí y para mí.

--

--

Andres Felipe Arredondo Trujillo
Lanzar las Redes

Colombiano, Religioso, Legionario de Cristo. “No se haga mí Voluntad sino la Tuya”.