“Primavera”
“La primavera vuelve, vuelve y se irá. Y Dios, curvado en el tiempo, se repite, y pasa, pasa a cuestas con la espina dorsal del Universo.” César Vallejo. Los anillos fatigados (Los Heraldos Negros)
Una vez leí que la muerte era una femme fatale irónica y creativa, y que elegía la primavera para que en los velorios no faltaran las flores. A estas alturas, se ha convertido en una certeza la preferencia de la muerte por el mes de abril.
“Hay quienes juegan a la eternidad con la muerte. Ella les reserva el mes de abril y lo transfigura a su antojo: veneno y espada para Shakespeare, molinos para Cervantes, viejos tomando sopa para Goya, señoritas de Avignon para Picasso, predicción y lluvia para César Vallejo, pasos perdidos para Carpentier, túneles para Ernesto Sábato, crónica anunciada de jueves para Gabriel García Márquez”, sentencia una crónica, a la que se suman interminables osarios y epitafios personales.
Sin foto y de luto. Así Antacrónicas recibe el mes de abril. Perdón por la tristeza, como diría Vallejo.