PANAMA PAPERS: Análisis de la Cobertura de los Medios Argentinos

Santiago Nasra
Las Redes
Published in
25 min readSep 21, 2016

Cobertura de los medios, impacto en la sociedad y análisis ético

I. EL HECHO

Los Panamá Papers son 11,5 millones de documentos filtrados el 4 de abril de este año que detallan información financiera y de abogado-cliente de más de 214 mil entidades offshore (usualmente empresas legales, registradas en zonas con impuestos muy bajos llamados “paraísos fiscales”). Los documentos fueron creados por la firma panameña Mossack Fonseca y develados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, y sus protagonistas cuentan con mucha influencia y todavía más dinero. Peor aún, algunos ejercen cargos públicos como el Primer Ministro de Islandia Sigmundur Gunnlaugsson, quien renunció a su cargo luego del filtro y, de especial interés para este informe, el presidente argentino Mauricio Macri.

El filtrador sigue anónimo, haciéndose llamar por el alias común para anónimos John Doe. Dice que su vida corre peligro y en una carta que publicó sobre el porqué del filtro de documentos declara: “Los filtré porque entendí suficiente del contenido para darme cuenta de las injusticias que plasmaba”. Empezó su carta con el encabezado: “La revolución será digitalizada”.

Pocos estudiantes de periodismo pueden resistir analizar el leak de datos más grande de la historia. Lo reciente que es también le agrega enorme valor y trae consigo incontables debates éticos. Es un hecho mundial pero con impacto especial en la argentina por las implicaciones que dejó sobre Mauricio Macri, flamante presidente de un partido político opuesto al anterior, cuya corrupción era una de las críticas troncales de Macri en su campaña. Dos de las empresas en las que Macri aparece como vicepresidente son: “Fleg Trading Ltd” y “Kagemusha SA”. El juez a cargo de la causa es Sebastián Casanello y el fiscal, Federico Delgado. Tampoco podemos dejar de lado su enorme impacto en la opinión pública, deja en evidencia actitudes corruptas lo cual es el principal factor inquietante del ciudadano común sobre los poderosos que lo gobiernan.

Naturalmente lo cubrieron todos los medios principales del país, es interesante comparar las diferencias entre ellos de la cobertura tanto en términos de relevancia como enfoque, tomando como base como la figura del presidente Macri impacta a los intereses de la empresa periodística. De ahí las principales aristas que desarrollaremos a continuación.

II. LA COBERTURA

PÁGINA 12

Tratamiento y comportamiento ético

El diario Página 12 trató el tema desde que salió a la luz y el 4 de abril sus redactores se dedicaron a analizar profundamente el tema de los Panamá Papers haciendo hincapié en Mauricio Macri, aunque también dedicaron notas informativas y hasta de opinión para otros personajes como el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, el secretario legal y técnico de la Presidencia, Pablo Clusellas, el intendente Jorge Macri, el jefe de los espías Gustavo Arribas y el ministro porteño Darío Lopérfido. El tema actualmente sigue manteniéndose como agenda del periódico, aunque no salen tantas notas juntas en un mismo día o por varios días seguidos como pasaba cuando el tema estaba fresco. La primera semana Macri y su fuerte vínculo con las empresas de paraísos fiscales fueron notas de tapa y se realizó un largo desarrollo a lo largo de las notas explicando detalles minuciosos como por ejemplo el significado de “Kagemusha SA”, empresa de la cual aparece como vicepresidente.

En esta nota de tapa de la edición del 4 de abril de Página 12 se puede ver como el título sólo pretende vincular al presidente cuando en realidad se dio a conocer un gran listado con nombres en los Panamá Papers. Una parte de la nota dice: “La filtración de millones de documentos conocida como Panamá Papers incluye a Macri como director de una empresa off shore en Bahamas. La operación no fue incluida en sus declaraciones juradas. El Gobierno sacó un comunicado para afirmar que no hubo delito”. Página 12 todo el tiempo busca recalcar la mala acción de Macri sin mencionar, de manera equitativa, al resto de las personas involucradas.

El martes 5 de abril titula en la tapa: “Otra más”. Su bajada dice: “Se conoció una segunda empresa offshore en Panamá en la que el presidente figura como una de sus autoridades”. Cabe destacar que además de estas notas principales, también se publicaban notas en la sección “El país” o “Economía” para hablar sobre temas específicos como por ejemplo: “¿Para qué sirve tener una sociedad en Bahamas?”, “El refugio del dinero para las personas más ricas del mundo”, o “Tener offshore es muy pro”. En esta última, hay un párrafo que dice: “Se suman los dos principales consejeros del presidente Mauricio Macri: el empresario Nicolás “Nicky” Caputo y el presidente de Boca Juniors, Daniel “El Tano” Angelici”. Acá podemos volver a remarcar cómo todos los días el diario pretende sólo nombrar las personas relacionadas al gobierno actual y no al anterior, por ejemplo.

Periodistas como Werner Pertot y Tomás Lukin, fieles a su pensamiento, son los que redactan las principales notas. Aquellas notas que ésta empresa periodística pretende que se instalen en la sociedad a través de mensajes, palabras y conclusiones que estén envueltas en un tipo de ideología. Pretenden instalar en el “boca en boca” de las personas que el presidente nunca declaró estas cuentas, siempre las ocultó, inclusive cuando aún era Jefe de gobierno porteño. “¿Quién no tiene una offshore? En el oficialismo, por lo menos, cada vez son más a los que se les descubre una empresa en el extranjero, la mayoría de ellas radicadas en Panamá. El intendente de Vicente López, Jorge Macri; el titular de la AFI Gustavo Arribas; el ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, son algunos de los funcionarios que también tienen empresas fuera del país”, así empieza unas de las notas informativas firmada por Pertot.

Por otro lado, Tomás Lukin, publicó una entrevista a John Christensen, director de Tax Justice Network (TJN), la principal ONG especializada en el estudio y seguimiento de las guaridas fiscales. En la entrevista exclusiva con Página 12, Christensen dijo: “Si un argentino abre una sociedad en las Bahamas, lo más probable es que lo haga para evadir el pago de impuestos” y agregó: “Cualquier político o personalidad pública necesita ser transparente sobre sus asuntos, y Mauricio Macri debe explicar públicamente cuál es su participación en la compañía radicada en las Bahamas y demostrar que es legítima”. El entrevistado es un economista que asesoró durante once años a las autoridades de Jersey, una pequeña isla ubicada en el canal de la Mancha que forma parte de la red de paraísos fiscales británicos. Nuevamente, a través de preguntas que buscan ensuciar a Macri, el entrevistado responde y deja en evidencia de que esto es un caso de corrupción. El diario pretende demostrar que con tan sólo cuatro meses de gobierno ya se dieron a conocer estos casos de corrupción.

Para el 12 de abril el tema deja de ser nota de tapa, pero aparecen notas en donde las bajadas dicen: “En la oficina de Bahamas donde operaba Fleg Trading había medio centenar de offshore”, “Expertos internacionales en criminalidad económica cuestionan las explicaciones de Macri” y “Un experto explica para que sirven las cuentas secretas y las empresas en paraísos fiscales”. El 16 una nota informativa habla sobre la renuncia del ministro de industria del gobierno de Mariano Rajoy en España que estaba vinculado con la sociedad offshore “UK Lines Limited” entre otras.

El 17 de abril el tema vuelva a la tapa con la nota sobre el presidente: “La posible vinculación entre la emisión de un bono porteño y la off shore que manejó Néstor Grindetti”. No hace tanta repercusión y el tema deja de ser novedad. Baja la frecuencia de notas. El 25 de abril se sabe que Pablo Clusellas, figura como intermediario entre su estudio jurídico y Mossack Fonseca, la firma especializada en fugar dinero.

Durante el mes de mayo continuó el seguimiento del caso, aunque no todos los días publicaban cosas. El 2 de mayo se supo que familiares de Fernando De Andreis, el secretario general de la presidencia, están involucrados como integrantes de empresas off shore. El 4 de mayo, Casanello decidió sortear la investigación por las sociedades fantasmas y dijo que el sólo quedará a cargo de la de Macri. El 9 de mayo vuelve a salir nota contando los orígenes de las empresas repitiendo información que ya se publicó más de una vez. Mientras pueda impactar al presidente, no dejan de lado el tema.

Es notorio que a medida que fueron pasando las semanas, algunas notas informativas comenzaron a ser muy repetitivas con respecto a la información dura que se había dado al comienzo. La reiteración de información sirve para que los lectores que leen la nota más tarde y no están en tema puedan “engancharse” y entender de qué tratan los Panamá Papers y sobre todo por qué se lo vincula al actual presidente. Se suelen redactar notas de producción o análisis cuando no hay información dura de último momento.

Sobre la cobertura de Página 12 podemos resaltar que, éticamente hablando, es notoria y muy evidente su bajada de línea. No es ético que sólo hablen sobre Macri y sus funcionarios relacionados con respecto a los paraísos fiscales cuando también hay funcionarios kirchneristas involucrados en el tema. No sólo pretenden ensuciar al presidente Macri, también lo hacen muy evidente.

Según el paper “Ética para periodistas” de Hernán y Restrepo, las empresas periodísticas son las que brindan información. Cada empresa periodística tiene su bajada de línea, su ideología y se dirige a cierto grupo de la sociedad. Página 12 actualmente no es oficialista, por lo cual el tema de Panamá Papers sigue estando en su agenda y todas las semanas publican algo. Si bien la empresa pretende formar una opinión en los lectores, se puede ver que no ocultan información ni hay casos de censura de notas. Hernán y Restrepo argumentan que cuando los medios de comunicación se vinculan con orientaciones políticas suele notarse que no presentan una versión equilibrada de los hechos y llevan a apasionamientos. El no equilibrio sobre los hechos es real. Los periódicos van a escribir más sobre aquellos temas que los beneficie y estén relacionados a su bajada de línea y su ideología. Si bien tienen que informar sobre hechos que quizás no los beneficie mucho, por lo general esos temas no los profundizan demasiado. Tampoco los pasan por alto, sólo que no los profundizan tanto como por ejemplo Panamá Papers y Mauricio Macri.

Impacto de la noticia

El impacto que tuvo la noticia sobre la vinculación de famosos y personas públicas de todo el mundo con las empresas fantasma de los Panamá Papers fue bastante grande. Los medios de comunicación fueron los que se encargaron de que pese más la vinculación de Mauricio Macri por ser el presidente de nuestro país antes que la vinculación de Lionel Messi, que también es argentino. Página 12, en casi todas sus notas se la pasó escribiendo sobre Fleg Trading y Kagemusha SA, las dos empresas que se lo vincula a Macri como vicepresidente. Además, publicó varias notas sobre las empresas fantasmas de la familia Macri, de Néstor Grindetti (funcionario del PRO), de Fernando De Andreis, secretario general de la Presidencia y también publicó varias entrevistas a especialistas sobre el tema de paraísos fiscales.

Este tipo de notas impactó en los lectores creando y formando una opinión pública que fue: “Mauricio Macri, el presidente de todos los Argentinos es un corrupto y tiene empresas para lavar dinero en Panamá y las Islas Bahamas”. Acompañado de varias notas de opinión, el mensaje que éste diario quiere dar es bastante claro.

Aunque no haya nueva información dura sobre el tema, Página 12 recurre a reflotar información ya dada, para seguir formando la opinión pública que va de la mano con la baja de línea de su empresa: “Mauricio Macri, el presidente de todos los Argentinos es un corrupto y tiene empresas para lavar dinero en Panamá y las Islas Bahamas” o “Mauricio Macri no es distinto a nadie, él también es corrupto como todos dicen que lo fue Lázaro Baez”.

Código Internacional de Ética Periodística de la UNESCO

El diario Página 12 cumple con “La integridad profesional del periodista” porque los periodistas nunca escriben en contra de sus convicciones, jamás publican algo en contra de sus convicciones. Es más, sólo publican información que beneficia a su ideología, por más de que esto no suene objetivo. También cumple con “La responsabilidad social del periodista” porque cada redactor es responsable de cada párrafo y cada palabra publicada, más cuando las notas aparecen firmadas con nombre y apellido, porque de esa manera ellos mismos son los que están haciéndose cargo sobre lo que informan.

“La responsabilidad social del periodista requiere que éste actúe en todas las circunstancias en conformidad con su propia conciencia ética”, dice el artículo. Los periodistas de dicho diario actúan así, es decir que toda la información que deciden publicar se basa en su propia conciencia ética (o la del periódico) estando conformes con lo que ellos mismos deciden que los lectores lean.

Violan el artículo de “Adhesion del periodista a la realidad objetiva” porque el diario es sumamente subjetivo y lo demuestra en todas sus notas informativas. Ni hablar en sus notas de opinión en donde la ideología está tan marcada. Dan a conocer e informan sólo la vinculación de Macri con las empresas offshore, que por cierto repiten de manera reiterada de que son ilegales, porque no comparten la misma ideología, y ocultan información o mejor dicho no publican nada sobre las cuentas offshore de funcionarios kirchneristas. De ésta manera no brindan información objetiva para que el lector lea y analice por sus propios medios cómo es la compleja situación sobre los Panamá Papers. Informar sobre solo una parte del hecho no es ético.

También se ve violado el artículo “Acceso y participación del público” porque claramente el diario al ser subjetivo por su bajada de línea editorial no favorece el acceso a la información (completa) al lector. El lector solo se nutre con la información que el diario decide darle, y lo que él diario pretende comunicarle al lector es que: Mauricio Macri es la única persona que tiene empresas en paraísos fiscales (y algún que otro funcionario Pro también).

LA NACIÓN

Tratamiento y comportamiento ético

Periodistas del diario La Nación como Hugo Alconada Mon y Mariel Fitz Patrick participaron en la investigación junto a otros 400 colegas de diferentes medios y países. Los primeros resultados de la investigación periodística fueron presentados simultáneamente el 4 de abril de 2016 por 109 medios de comunicación (periódicos, canales de televisión y plataformas digitales noticiosas) en 76 países. El 9 de mayo de 2016 el ICIJ publicó la base de datos completa. Participaron también de LN Data como Ricardo Brom, Maia Jastreblansky e Iván Ruiz, con el soporte de Romina Colman y “Momi” Peralta Ramos.

La primer nota que el diario publicó al respecto y en tapa fue el domingo 3 de abril pero en la página online del diario. En ella se explica de manera extensa qué son los Panamá Papers, quiénes están involucrados y cómo se hizo la investigación pero no deja en el titular que Macri ya estaba involucrado en dicho “escándalo”. Al final de la nota hay un punteo con los políticos y/o deportistas con empresas offshore pero Macri no aparece allí. Luego comenzaron a publicarse notas sobre los argentinos que figuran con sociedades offshore en el que nombran a Macri, Néstor Kirchner y Messi. Da la sensación que el diario intenta “cuidar” la imagen del Presidente:”La situación del presidente Macri, sin embargo, es diferente. En los documentos apareció como directivo en una sociedad de las islas Bahamas, Fleg Trading Ltd. Pero, según afirmaron sus colaboradores, el mandatario argentino no fue accionista de esa firma, ni cobró dividendos, por lo que, en ese caso, no estaba obligado a informarla en su declaración jurada”. Para el final de la nota hay un texto titulado “También kirchneristas” en el que menciona a Daniel Muñoz, socio de Néstor Kirchner, con actividad en el paraíso fiscal. Luego La Nación brinda una información más detallada y de manera audiovisual sobre Lázaro Báez, en su momento socio del expresidente de la Nación. A pesar de la línea editorial, el diario de ideología liberal no pudo/quiso ocultar información que involucra al actual Presidente de la Nación, pero sin dejar de lado a Báez, además investigado por sus negocios con el kirchnerismo.

Al pasar los días, La Nación eligió qué días ponía como tapa de la edición impresa alguna nota sobre los Panamá Papers. El miércoles 1 de junio, publicó una nota en la que explica que el fiscal Federico Delgado pide investigar más a fondo al Presidente para “determinar si Macri figura o figuró como accionista de las empresas Fleg Trading Limited, Global Collection Services y Owners Do Brasil Participacoes. Los intereses de la empresa periodística que es La Nación están alineados con el bienestar del presidente Macri, por lo que lo mencionan lo menos posible y le dan menos lugar a Panamá Papers, incluso en los primeros días, que a temas como la detención de Lázaro Báez que casualmente ocurrió apenas unos días después. Hernán y Restrepo señalan en su texto “Ética periodística” por las bases fundamentales del ejercicio profesional del periodista son dos: suministrar información a la comunidad en que actúa, de manera veraz, objetiva y oportuna; y ponerse al servicio del bien común.

Las obligaciones que los periodistas tienen con las empresas en las que trabajan están supeditadas a esas dos responsabilidades que ningún interés puede vulnerar. La Nación no considera que el vínculo de Macri con Panamá Papers cumple con estas cualidades. Tampoco con lo establecido en El Código de Ética y Responsabilidad del CPB (Círculo de Periodistas de Bogotá) establece que el periodista tiene la obligación moral de actuar de acuerdo con su conciencia y no puede ser sancionado por ello. Además, las empresas periodísticas no podrán aplicar sanción laboral por el cumplimiento de ese deber ético en el ejercicio profesional.

Como mencionamos anteriormente, la noticia se dio a conocer los primeros días de abril. El diario La Nación mencionó a Macri y su relación con los Panamá Papers solo cinco veces. Aunque en el transcurso ocurrieron otros temas de importancia como la Ley Antidespidos y la destitución de Dilma Rousseff, el diario prioriza muchas veces notas relacionadas con la Ruta del dinero K.

Impacto de la noticia

En cuanto a la opinión pública, el medio La Nación contribuyó porque fue la primer empresa periodística del país en publicar dicha información. La nota de tapa del 4 de abril se tituló: “Revuelo en el mundo: Filtran datos de paraísos fiscales”, aunque dejó un poco de lado la participación de Macri porque no lo puso como tema principal, cosa que no hubiese ocurrido si Cristina Kirchner aparecía involucrada. Como suelen hacer con temas de relevancia, el diario creó una solapa en la parte superior de su página online un título llamado Panamá Papers para que cada lector pueda ingresar allí y ver todas las notas relacionadas. El caso fue muy controversial y comentado en programas de televisión, radio y diarios por periodistas y especialistas, por lo que hizo efecto en las conversaciones comunes de las personas.

La Nación luchó por que el tema impacte a la opinión pública lo menos posible, por el simple hecho que la única forma en que puede ser impactada la opinión de la sociedad es de manera negativa sobre el presidente Mauricio Macri. Puede haber quien le sea indiferente, pero nadie va a quererlo más a Macri por esto, lo cual va en contra de los intereses de La Nación como empresa. Por eso la reportaron poco y sin excavar más de lo necesario.

Código Internacional de Ética Periodística de la UNESCO

El diario La Nación cumple con el artículo del Código sobre “La integridad profesional del periodista” porque Hugo Alconada Mon, quien fue la cabeza del diario en esta investigación, actúa de acuerdo a sus convicciones. De hecho, Alconada Mon participó del programa de Alejandro Fantino, Animales Sueltos, y fue entrevistado por su labor en el caso de los Panamá Papers, en el que contó detalladamente cómo fue su rol y le “pegó” duro a Mauricio Macri diciendo que no iba a creerle hasta que el salga a explicar cuál fue su rol en las empresas relacionadas al paraíso fiscal. Por eso también se respeta el código “Acceso y participación del público”.

A su vez, el “Respeto del interés público” se respeta en la medida que brinda toda la información pero con una línea editorial clara para “ayudar” a que el lector saque su conclusión, intentando justificar las acciones de Macri alegando que tener cuentas offshore es legal, cosa que es cierto, pero no ético. Se quiebran los artículos sobre “adhesión a la realidad objetiva” y “respeto por el interés público” simultáneamente al cubrir la incriminación de Mauricio Macri lo más posible por las razones que desarrollamos anteriormente, especialmente por el deliberado esfuerzo por mencionarlo lo menos posible. Eso es no mostrar la realidad objetiva, y no querer que el pueblo sepa que su presidente electo está involucrado con entidades offshore es no respetar sus intereses.

CLARÍN

Tratamiento y comportamiento ético

Durante las primeras tres semanas luego de que se diera a conocer la filtración de documentos conocidos como los “Panama Papers”, el domingo 3 de abril, Clarín otorgó un espacio muy importante a las notas relacionadas al caso. Una de las primeras notas que publicó, el mismo 3 de abril, fue “El Gobierno aclaró la participación de Macri en una empresa en un paraíso fiscal”, en la que se reproduce un comunicado de la secretaría de Información Pública en la que se desmiente la participación del presidente como accionario en esa empresa, sin hace ningún juicio de valor acerca de esto. Luego, aparece la nota “Los Kirchner se despegan y aprovechan para pegarle a Macri”, que, tal como la anterior, reproduce el comunicado de la familia de la ex presidenta. Si bien podrían considerarse como noticias “neutrales”, es decir, con una postura por parte del diario ni a favor ni en contra de las personas que aparecen en ellas, la diferencia radica en que en la primera para hablar del Presidente se usó el verbo “aclaró”, que puede considerarse que tiene una connotación positiva, porque aclarar algo significa hacerlo más transparente, es decir, contar la verdad; en la segunda para hablar de los Kirchner se utiliza “aprovechan”, que marca de cierta manera un oportunismo frente a una situación. Podría considerarse que desde un principio el comportamiento de Clarín frente a la noticia fue la de hablar de la existencia de una sociedad offshore vinculada al Macri, pero siempre explicando la situación por medio de los comunicados oficiales o palabras de políticos de su gobierno o cercanos a él, y sin hacer ningún tipo de juicio de valor acerca de la situación del presidente.

Por ejemplo, en la nota “El Gobierno defendió la aparición de Macri en el directorio de una firma off shore” se cuenta por primera vez qué son los Panama Papers y, además, se describe la relación de Macri con la sociedad offshore por medio de la explicación que se dio desde el gobierno (que el Presidente no era accionista, que solo aparecía en el directorio, y que por eso no había sido nombrada en su declaración jurada en su momento), sin hacerse preguntas o cuestionar en ningún momento la situación de Macri. Pero en esa misma nota se hace mención a la relación entre Lázaro Baez y el estudio contable involucrado en los Panama Papers, Mossack & Fonseca, y habla de la participación del “histórico secretario privado de Kirchner” en una sociedad offshore. Cuando se menciona a Macri, el diario solo se limita a describir, mientras que cuando se habla de Baez y Muñoz aparecen párrafos como “Ese estudio contable es el mismo que intervino en presuntas operaciones de lavado relacionadas con el empresario kirchnerista Lázaro Báez en el marco de la llamada “ruta del dinero K” a través de su filial en Nevada, Estados Unidos”. Se puede apreciar que en la mayoría de notas Clarín hace mención de personas vinculadas al kirchnerismo, como Muñoz o Cristobal López (a quien se vincula al caso a través de una sociedad offshore en la que tuvo participación su socio, Federico De Achaval), a las que se muestra como con una responsabilidad mayor que la de Macri. Incluso en la mayoría de las notas que mencionan al intendente de Lanús, Nestor Grindetti, del PRO, aparece una mención sobre la relación del estudio panameño y figuras cercanas al kirchnerismo.

También siguen esta lógica las columnas de opinión sobre el caso. El periodista Daniel Santoro, en una nota titulada “Un estudio especialista en ocultar fortunas con empresas fantasmas”, se marca aún más lo que se mencionó anteriormente. Santoro empieza el texto haciendo mención a la relación del estudio panameño y los “empresarios kirchneristas”: “El estudio panameño Mossack & Fonseca (MF) cumplió un rol clave en la ruta del dinero K al crear 148 empresas fantasmas en Las Vegas, EE.UU. para la empresa suiza Helvetic Services Group, la compradora de “La Rosadita” y guardar, hasta ahora, el secreto del verdadero dueño”. La única mención a Macri es en el cuarto párrafo: “La investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) también reveló que el presidente Mauricio Macri también figura en una empresa creada por MF”.

Las tapas son un claro ejemplo de ese intento por poner el eje en situación de funcionarios K y no hacer hincapié en la participación de Macri en dos sociedades offshore. La tapa del 4 de abril (el día siguiente al conocimiento del caso) tiene como título principal el tema de la mención de Macri en los Panama Papers. Sin embargo señala en zócalo como “tema del día” una noticia acerca de un distanciamiento del kirchnerismo de Ricardo Jaime y una futura indagatoria a Lázaro Baez, y no a un tema que tuvo una notable repercusión internacional. Solo aparece como tema al día siguiente, el 5 de abril, y el 6 de abril (en un lugar muy pequeño) y el viernes 8 el tema vuelve a la tapa con las declaraciones de Franco Macri con las que niega la participación de su hijo en las sociedades offshore. En Clarín el tema es rápidamente desplazado de la tapa por la detención de Baez y la imputación a Cristina Fernández de Kirchner, y el caso “Panama Papers” queda reducido por esos dos casos, que ocupan la mayor parte de sección de política.

A partir de lo que expresan Restrepo y Herrán podemos entender que en Clarín no hay una división entre la sección editorial del periódico y la sección periodística, y que por eso las noticias con respecto a los “Panama Papers” no obedecen a criterios emanados del deber de información de la comunidad, sino a criterios relacionados al apoyo a Macri y a la ferrea oposición al kirchnerismo por parte del diario. Eso lleva a que no haya un equilibrio en la cobertura de Clarín, ya que si bien presenta a todas las personas involucradas en el caso, hay un claro desbalance por los fuertes cuestionamientos a Muñoz y a la relación del estudio panameño con el caso de “La ruta del dinero K”, y una “liviandad crítica” con respecto al vínculo del presidente con el caso. Pero además de esa falta de crítica, Clarín publica una gran cantidad de notas de funcionarios o figuras que salieron a respaldar al presidente, como Gabriela Michetti, Marcos Peña, Elisa Carrio, el padre del presidente, Franco Macri, entre otros.

Una de las pocas notas que recoge una voz crítica (aunque no muy fuerte) es de una especialista en temas de lavado de dinero, que afirma que “integrar una sociedad off shore no es un delito”, pero que “faltan datos para saber si Macri cometió alguno vinculado al lavado o una falta tributaria”. Aunque hasta en esta nota Clarín nombra al kirchnerismo relacionándolo a actividades ilícitas, ya que el artículo comienza: “Fue consultada cada vez que un caso de supuesto lavado de dinero involucró a funcionarios o empresarios vinculados al kirchnerismo. Alicia López, primera titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), ahora opinó sobre el “Panamá Papers”.

A partir de este análisis, podemos concluir que el comportamiento ético de Clarín como empresa frente al caso de “Panama Papers” no fue el que corresponde a una empresa periodística que debe informar al público de manera veraz y sin una intención que esté dada por los intereses de la compañía. Se observa que la cobertura de este caso siguió la línea editorial del diario, que expresa un férreo anti-kirchnerismo y una adhesión al gobierno de Macri. Si bien no hay un ocultamiento del vínculo del presidente con dos sociedades offshore, a través de las noticias se puede notar, por un lado, una intención de explicar la situación de Macri a través de la reproducción de testimonios que lo defienden y sin lanzar críticas sobre su comportamiento; y por el otro, una clara intención de asociar el caso al kirchnerismo y a cuestionar la actuación de personas vinculados al la ex presidenta. Está claro que dar una versión equilibrada de los hechos no fue un propósito de Clarín, en este caso siguió la lógica de su línea editorial, no solo a través de las noticias que hablaban acerca de los “Panama Papers”, sino también a partir de otorgar un espacio muy reducido al tema (que fue teniendo cada vez menos notas a solo pocos días de conocerse) para dar mayor cobertura y colocar en el centro de la escena al arresto de Baez o la imputación de la ex presidenta. Clarín, al seguir su línea editorial, no presenta neutralidad, ya que no hay opiniones contrapuestas para que el público elija lo que le parece más correcto, sino que hay una toma de postura predeterminada que repercute claramente en la cobertura del caso.

Cada nota responde a la línea editorial del diario, que tiene como una de sus características principales el anti-kirchnerismo. Aunque ya había algunas críticas por parte del Diario antes del conflicto entre el gobierno y productores agropecuarios por el intento de aumentar retenciones en 2008, a partir de ese momento empezó lo que se conoce como la “guerra” entre el grupo de multimedios Clarín y el kirchnerismo, que tuvo su momento de más alta tensión durante los debates por Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en 2009. Ese suceso provocó que la línea editorial del diario se caracterice por continuos cuestionamientos al kirchnerismo. Esto claramente atenta contra el comportamiento ético del diario, que muchas veces hace primar sus intereses y no el derecho del público a recibir información veraz.

Impacto de la noticia

A partir de la trascendencia que le dio Clarín a la noticia y cómo fue tratada se puede inferir que el impacto que tuvo la noticia en la formación de la opinión pública fue importante, aunque justamente, a partir de lo analizado, se puede concluir que la intención del diario fue tratar el tema de esa manera particular para que los lectores asocien el caso a figuras del kirchnerismo y no tengan una imagen negativa de la participación de Macri en las dos sociedades offshore. Además, la trascendencia que da el diario este hecho es cada vez menor, ya que dedica pocas noticias y a los pocos días del 3 de abril, el día que se publicó el caso, el tema aparece en tapa con un espacio menor o ni siquiera aparece. Esto se debe, principalmente, a la detención de Baez y la imputación de la ex presidenta que ocurrió esa misma semana, que fueron colocados por Clarín como los temas más trascendentes, para intentar que generen una mayor repercusión en la opinión pública y que se deje en un plano más reducido a los “Panama Papers”.

III. LA MORAL Y LA ÉPOCA

El autor francés Gilles Lipovetsky analiza en su texto “El Crepúsculo del Deber” cómo fue mutando la necesidad de responsabilidad en los medios masivos de comunicación. Cuando la prensa gráfica era una novedad, el manejo de la información estaba centrada en un grupo muy reducido. Por eso la información era muy propensa a ser dominada por el poder político, censurada o alterada donde ciertos grupos lo necesitaban, por lo cual, según Lipovetsky, la gente demandaba cada vez más información y más rápida, para tratar de pelear contra estos sistemas de manipulación (cuanto más instantánea es la información, más se podía esperar que esté cercana a la verdad). Para los años 90, cuando fue escrito este texto, la tecnología hizo obsoleta la inmediatez como punto de venta: todo era directo, había un flujo constante de información. Ahí se hizo necesario que los medios actúen más responsablemente, que no publiquen todo sólo por novedoso y apliquen un sistema de filtro ético.

Se empezó a hacer fuerte la crítica por la falta de ética en la prensa en esta época. Era la primera vez en la historia donde la tecnología era tan avanzada que el hecho de reportar primicias por sí solo ya no alcanzaba para satisfacer a la población ni a los propios periodistas. Al fin y al cabo, el que decide es el público, el consumidor de medios que compra el diario o le da rating al noticiero televisivo. Y los hábitos e intereses del consumidor también cambian con el tiempo. El hombre de fé del siglo XIX es reemplazado por el escéptico y sobreinformado del siglo XX, que ya no cree unánimemente en una deidad ni tiene tiempo de preocuparse por los problemas del futuro. Este vuelve a demandar la información fugaz, especialmente con el auge de la televisión como medio de comunicación. Lo que el autor llama la “embriaguez del directo” es un efecto que plagó a los mediados y fines del siglo XX.

Los argumentos del autor se hacen todavía más relevantes en la actualidad; el texto en cuestión fue escrito en los 90, antes del auge de los medios digitales. Uno podría argumentar que estos simplemente aumentan la inmediatez y efimeridad de la televisión, por lo que se sigue necesitando un sistema de curación y filtro guiado por la deontología y la responsabilidad, pero hay una diferencia según nuestro parecer, algo que caracteriza a esta época y a ninguna otra: los medios digitales están eclipsando a todo el resto y, por primera vez en mucho tiempo, sacándole poder a los medios hegemónicos. La gente se informa en las redes sociales, en Facebook, en YouTube, usando a la televisión como un mero aditivo. Las noticias que se leen en Facebook pueden haber sido compartidas por cualquier persona, desde el medio más grande del país hasta un familiar del lector. Y el consumidor no hace diferencia: lo que le importa es el titular. Si le interesa lo leerá y si no no, no importa de donde venga. Esto no solo impone una meritocracia de la prensa, sino que hace necesaria la intervención ética de la que hablaba Lipovetsky más que nunca. Cuando cualquiera puede acceder a la información, sea por el tradicional cableo de noticias o filmando un hecho desde un smartphone, la primicia deja de importar. La inmediatez deja de importar. La pregunta es, entonces, qué es lo que le importa al consumidor actual. Es un debate que todavía está en auge, pero un filtro ético es un arma de confianza importante.

Hoy en día todo el mundo es un reportero, el rol del periodista pasa a ser el de curador, el de tomar toda la información inmediata y relevarla. Filtrarla y darle al consumidor (porque ya no se puede hablar de lector ni de televidente, todo está mezclado) lo que necesita, y un filtro de responsabilidad es una nueva forma de hacerlo. No se trata solo de relevar la información sino también de relevar cómo se cuenta. Aplicar los consejos de Lipovetsky en el panorama actual podría llevar a generar un vínculo de la prensa y la población, y dejar en evidencia a los medios masivos dominados por intereses. El público digital demanda, en nuestra opinión, más que ningún otro pueblo en la historia un filtro ético, porque el acceso a la información está más democratizado que nunca. Lo que se demanda ahora es nuevas perspectivas, diferentes enfoques. La democracia implica que el pueblo elija a su representante mediático, más que nunca. La ética es una buena forma de ganarse la confianza de la sociedad, podría ser un valor agregado a las tecnologías que ya están implementadas.

IV. CONCLUSIONES

Panamá Papers fue un tema de impacto mundial por la dimensión del trabajo periodístico y por la importancia de los personajes involucrados. Creemos que debería haber tenido más impacto en el país del que tuvo y no podemos evitar pensar que el sangrado fue frenado bastante por los medios hegemónicos que están a favor del presidente Macri. Que un hombre proveniente de una familia adinerada tenga entidades offshore no es tan inusual, y hasta podría no ser ilegal, pero por lo flamante que era su presidencia al momento del hecho y por las declaraciones que hizo en contra de la corrupción debería haber dado más explicaciones que las que dio. Pero tampoco se le cuestionó tanto como quizás se debió, y eso es en parte por la cobertura mediática. No sólo porque ellos no lo presionaron tanto, sino porque al no conmoverse tanto la opinión pública, el presidente no siente la necesidad de hacer declaraciones públicas. Hoy en día el tema ya pasó de ser la novedad aunque su impacto es histórico. Creemos, y esto a nivel mundial aunque también en nuestro país, que el enorme trabajo periodístico que develó los documentos y el impacto que sintieron los millonarios involucrados no fue equitativo.

--

--

Santiago Nasra
Las Redes

You made it to my Medium. You’re good! You like to read so I write things for you to read.