PERIODISMO: Go Digital or Go Home
Mariano Beldyk es politólogo y periodista, con especial interés en relaciones internacionales. Trabajó en diversas radios como Aspen, Rock & Pop y Radio América, hasta terminar actualmente como columnista de internacionales en el programa No Somos Nadie de Juan Pablo Varsky transmitido por la Metro. También fue redactor en la revista Caras y Caretas y en el Buenos Aires Herald, y autor de Escandalgate
El público actual, especialmente el joven, parece querer entretenerse más que informarse. Las nuevas tecnologías permiten hacer ambas cosas a la vez. ¿Debería el periodista adaptarse, o es su deber informar sin importar lo que quiera el público?
No me animaría a generalizar tanto la voluntad de los jóvenes de ese modo como no soy partidario de ninguna generalización. Para el caso, uno bien podría decir que la percepción es la de una sociedad que se inclina más hacia el entretenimiento que la información pura y dura, la diferencia es que la conectividad digital es mucho mayor en las generaciones más jóvenes por obvios motivos. El periodista tiene una función, que siempre fue la misma: informar. El formato que adquiere esa información, el cómo se presenta, es lo que evoluciona de acuerdo a las costumbres y gustos. Eso no es un dato menor si lo que se pretende es cumplir con otro precepto básico del periodismo que es alcanzar al mayor número de personas. Marshall McLuhan afirmaba que el medio es el mensaje, dándole tanta relevancia al cómo se cuentan las cosas que a lo que se cuenta en sí. Pero no creo que eso afecte el núcleo duro del trabajo del periodista que debe seguir con el foco en la información, no el entretenimiento. Que luego ese contenido se presente de la manera más amena posible, más amigable, es algo que se debate desde el surgimiento del Nuevo Periodismo para acá.
Los nuevos formatos digitales se basan en clicks. Esto significa que el contenido, antes que de calidad, tiene que ser atractivo y compartible. ¿Qué desafíos presenta esto para el periodista? ¿Qué tiene que hacer para no sacrificar la calidad de la nota en este nuevo formato?
El periodismo en general debe evolucionar de un formato gráfico (no hablo de TV y radio donde hay otra discusión) a uno digital, con un lenguaje distinto y reglas propias del medio. Cuando se encuentre la fórmula de la pólvora, ese día se terminará de escribir el obituario del periodismo de papel. El periodismo digital tiene una infinidad de recursos propios y de potencialidades, es un universo que hay que abrazar porque su evolución es ilimitada, al ritmo constante de las nuevas tecnologías. Pero es imprescindible que el periodista empiece a pensar en formato digital. Y eso implica que también el empresario apueste, desde la infraestructura y desde la formación, a configurar esta nueva mentalidad. Acá en Argentina, hay poco periodismo digital pensado como tal, es mucho copypaste [copiar y pegar] de las notas que salieron en papel con algún video adjunto. Espero que eso cambie.
¿Estás de acuerdo que el periodista actual tiene que saber más cómo optimizar el motor de los buscadores que de fuentes para llamar en su teléfono?
Saber de buscadores es un complemento, una fuente más de información. Jamás va a reemplazar el contacto interpersonal, la confianza que se genera con una fuente, el acceso a determinadas informaciones que no se consiguen sino por el laburo personal y a largo plazo de un periodista con sus fuentes, conociendo gente, visitando lugares. Nada reemplaza el trabajo en el campo. Eso es otro problema que el periodismo actual debe enfrentar, ya no hay tiempos para “perder” en un café con una fuente, aunque eso sea clave para después conseguir la tan ansiada primicia.
Cuando desaparezca el diario impreso no va a haber más productos dedicados exclusivamente a informar. A ese consumidor, que pagaba todos los días solamente para estar informado, ¿dónde se lo va a encontrar?
No creo que desaparezcan los productos dedicados exclusivamente a informar. Hay muchos medios digitales que se piensan desde el periodismo, como la revista Jot Down en España. Y muchos diarios en el mundo están evaluando desde hace años su pase al formato digital, como el New York Times. No creo que eso les implique dejar su lado más informativo. También en los últimos años han surgido otras experiencias desde blogs que evolucionaron a plataformas de información, como el caso de los Huffington, desde su versión original en EEUU hasta las franquicias en Europa. El consumidor está allí, la gente siempre va a querer información. Lo que puede cambiar es que de acuerdo al momento, demande más información política o social o internacional o incluso de espectáculos. Todo es periodismo. No se define por el tema sino por el rigor de la información.