Regla #9: Aproxímate a las respuestas de manera oblicua

Por Marty Neumeier

Bienvenido a Las Reglas de la Genialidad, la serie semanal de Marty Neumeier’s sobre creatividad.

El sello de la innovación es sorprender. Si no sorprende, no hay nada nuevo. Si no es nuevo, no es interesante. Si no es interesante, no tiene valor. Por esto, sorprender es un paso crucial en la creación de valor mediante la innovación.

El primer paso hacía sorprender a los demás es sorprenderte a ti mismo. Esto puede ser muy difícil, porque ya conoces mucho de lo que se te podría ocurrir. Puede que tengas que engañar a tu mente para que piense de otras maneras, usando una o más de las técnicas a continuación. Aquí hay nueve aproximaciones que te pueden ayudar a conectar ideas que parecieran no estar relacionadas:

Piensa en metáforas. Una metáfora es el vínculo entre dos cosas disímiles: “El mundo es un escenario.” Al hacer el mundo equivalente a un escenario, puedes imaginarte fácilmente que todos somos actores con un rol propio– un insight que tal vez no hayas conseguido sin la metáfora.

Piensa en imágenes. El pensamiento visual puede destilar el problema hasta su esencia, llevando a conexiones profundas y simples que el lenguaje por si solo no puede generar. La habilidad para dibujar monos de palitos, flechas, y burbujas de dialogo es todo lo que necesitas para pensar visualmente.

Comienza desde otro lugar. Cuando te aferras a la solución “correcta”, las soluciones brillantes te eluden. Quedarás atascado en los pozos añejos de conocimiento, sin poder liberar tu mente de lo que ya sabes. La manera más fácil de escapar de esta trampa es rechazando la solución correcta — por lo menos temporalmente — y favorecer la solución “equivocada”. Mientras la peor idea nunca puede ser la mejor idea, llevara a tu imaginación a un punto de partida distinto.

Aprópiate de cosas de otros rubros. Si te apropias de manera inteligente de una idea, la idea se puede transformar en un nuevo camino. Mientras que esto no es lo mismo que imaginación pura, si requiere un salto mental para ver cómo la idea de una industria o disciplina puede ser adaptada a otra.

Arma citas a ciegas. Las grandes ideas son a menudo dos ideas que aún no han sido presentadas. Usando una técnica llamada “juego combinatorio”, puedes juntar ideas no relacionadas para ver si juntas crean una nueva idea. Busca combinaciones que encajan de manera natural.

Invierte la polaridad. Escribe todo lo que puedas asumir del problema, la mayor cantidad de supuestos. Inviértelos. Piensa en qué es lo que convertiría a estos supuestas invertidos en realidades. Mucho de esto puede llevar a nuevas ideas.

Haz preguntas simples. ¿A qué se parece esto? ¿Quién más cree en esto? ¿Y si lo cambiará un poco? ¿Qué puedo eliminar? ¿Qué puedo substituir? ¿Es esto una causa o un efecto? ¿Y si cambiara el timming? ¿Y si fuera más grande? ¿Qué pasaría si no se hiciera nada?

Pon atención a los accidentes. A veces puedes hacer los mejores descubrimientos cuando estás buscando otra cosa. Presta atención a las anomalías, sorpresas, o feedback que va en contra de tus expectativas. Estas pueden abrir nuevas áreas emocionantes para cuestionar.

Escribe las cosas. No todas tus ideas valdrán la pena, pero si pueden gatillar nuevas ideas. Haz una lista de lo que se te pasa por la cabeza a medida que trabajas sobre un problema. Mantén un cuaderno, croquera, libreta, o carpeta de ideas. Un lápiz puede ser la palanca que levanta las ideas de tu subconsciente.

Sobre Las Reglas de la Genialidad
¿Quieres ser un genio? La genialidad se alcanza, se construye. Ahora lo puedes hacer siguiendo (y a veces rompiendo) las 46 reglas presentadas en esta serie semanal. Las reglas son adaptaciones de Metaskills: Five Talents for the Robotic Age, el libro sobre la creatividad en los negocios de Marty Neumeier.