Regla #29: Invierte en tu originalidad

Por Marty Neumeier

Marty Neumeier
Las Reglas de la Genialidad 
3 min readAug 25, 2014

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Bienvenido a Las Reglas de la Genialidad, la serie semanal de Marty Neumeier’s sobre creatividad.

La habilidad de producir trabajo original es un atributo escaso y valioso. Yace en el corazón de la innovación, la diferenciación estratégica y el progreso social. Imparte una cualidad de “nunca-antes-visto” que puede llamar la atención, llenar brechas, y crear valor. Por definición no puedes ser original copiando la originalidad. Tienes que empezar desde otro punto.

La originalidad no viene de conocimientos duros, pero tampoco viene al suprimir el conocimiento duro. Viene de exponer este conocimiento a la fuerza animadora de la imaginación. La imaginación es la habilidad de crear imágenes mentales, sensaciones o conceptos sin tener que percibirlos con los sentidos. Todos nacemos con esta habilidad, pero el genio es la persona que lo cultiva, lo aplica, e invierte en ello. La imaginación es una habilidad que se puede aprender.

Dependiendo de la calidad de tu conocimiento y el nivel de tu imaginación; la originalidad puede caer en cuatro cuadrantes: 1) adaptado del mismo dominio, 2) adaptado de otro dominio, 3) nuevo para ti, y 4) nuevo para el mundo.

Si tienes poco conocimiento y poca imaginación, puedes ser capaz de tomar prestada un idea de un competidor y adaptarla a tu propósito. Mientras no es realmente original, puede exhibir suficiente novedad para dejar el trabajo hecho. Te puede reconfortar la declaración de Voltaire de que la originalidad no es más que plagio con juicio.

Pero digamos que has estado un buen tiempo, y que tu conocimiento del tema es bastante amplio. Al aplicar un poco de imaginación y tu gran base de conocimiento, puedes adaptar una idea de un dominio distinto: otra industria, disciplina o cultura. En este caso tu originalidad es mayor, menos similar al plagio y más cercana a la apropiación.

O tal vez tienes mucho menos conocimiento pero una imaginación bien desarrollada. Puedes ser capaz de inventar una idea que nunca hayas visto. Mientras que otros pueden haber inventado lo mismo sin que lo sepas, la habilidad de imaginar algo “nuevo para ti” es el primer paso hacia ser un pensador original.

A medida a que adquieras más conocimiento y ejercites tu imaginación con prácticas dirigidas, lo “nuevo para ti” puede volverse “nuevo para el mundo”. En este punto ya has visto suficiente para conocer lo que no se ha hecho, y firme el ingenio para llenar la brecha con una idea sorprendente.

La originalidad sí es más que plagio juicioso. Es la habilidad de soñar, de disociar tu manera de pensar de lo lineal y lógico para terminar con algo nuevo. Y, como muchas habilidades que antes consideramos “talentos heredados”, tienen que aprenderse.

Próxima semana: Aprende estratégicamente.
Cómo aprendes es más importante que qué aprendes.

Sobre Las Reglas de la Genialidad
¿Quieres ser un genio? La genialidad se alcanza, se construye. Ahora lo puedes hacer siguiendo (y a veces rompiendo) las 46 reglas presentadas en esta serie semanal. Las reglas son adaptaciones de Metaskills: Five Talents for the Robotic Age, el libro sobre la creatividad en los negocios de Marty Neumeier.

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Marty Neumeier
Las Reglas de la Genialidad 

Thoughts on design, brand, and innovation. Director of Transformation at Liquid Agency, and author of seven books on branding.