Doctoras en informática

Tef
lasdesistemas
Published in
12 min readFeb 11, 2019

Doctor, doctora, muchas veces son tratamientos que se le dan a abogades o mediques, pero otras, hacen referencia a un título universitario que requiere de investigar.

Para entender este título universitario y con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, contactamos a la doctoranda Virginia Brassesco y a la doctora Carla Griggio.

*Doctoranda hace referencia a la persona que está realizando su doctorado.
*Tal vez viste en algún lugar la sigla Ph.D., bueno, esa sigla equivaldría al doctorado

¿Qué es y qué se hace en un doctorado?

Virginia: Un doctorado es una opción de estudiar un poco más algún tema específico cuando terminas tu carrera de grado. Si durante la carrera te diste cuenta que te gustaba mucho algún tema y te quedaste con alguna pregunta que aún no tiene respuesta, entonces el doctorado puede ser para vos.

La idea es que en el doctorado aprendés a investigar: a trabajar en un equipo de investigación, a publicar tus resultados dentro de la comunidad científica y a diseñar una prueba experimental y llevarla a cabo.

Carla: A mí me gusta definir a un doctorado como tu primer trabajo en investigación. Es cierto que un doctorado es un título que te otorga una universidad, pero en vez de cursar materias y rendir exámenes o trabajos prácticos, lo que se hace en un doctorado es investigar para generar nuevo conocimiento. O sea, tratar de entender y explicar cosas que, hasta el momento, la humanidad no sabía. Y para “aprobar” hay que escribir una tesis, que es un libro en donde proponés una nueva “verdad” sobre cómo funciona el mundo y reportás todas sus investigaciones para justificar por qué creés que lo que proponés es cierto. En cierta forma, se podría decir que una tesis es una opinión bien fundada que explica algo que no conocíamos antes. Hay otros tipos de tesis más enfocadas en crear nuevas tecnologías y explicar cómo funcionan. La mía tiene un poco de los dos estilos.

¿De qué se trata tu doctorado?

Carla: Mi doctorado fue en Informática, en un área que se llama Human-Computer Interaction (Interacción Humano-Computador). En mi tesis, estudié cómo el uso de muchas aplicaciones de comunicación juntas (como WhatsApp, Instagram, Telegram, etc.) afecta la comunicación en las relaciones personales más cercanas (familia, parejas, amigos). Hasta antes de mi tesis, habían muchos artículos de investigación sobre cómo una aplicación en particular le daba forma a cómo nos comunicamos, pero hoy en día muchos de nosotros no usamos sólo una app, usamos muchas en paralelo, lo que podría tener un efecto especial en cómo nos relacionamos y nos expresamos online.

Durante los tres años de mi doctorado, hice estudios cualitativos con entrevistas y cuestionarios, experimentos controlados comparando aplicaciones y tecnologías que creé yo misma, y también un estudio de campo en donde varias parejas usaron una de mis apps en su día a día para ver cómo afectaba (mejoraba y/o empeoraba) su comunicación.

Entre mis conclusiones, propuse un cambio de perspectiva en cómo diseñamos apps de comunicación. Hoy, cuando nos mensajeamos por WhatsApp, sólo podemos usar la funcionalidad que nos propone WhatsApp, y cuando usamos Telegram, sólo la que nos propone Telegram, y lo mismo con cualquier otra app. Esto significa que cada app determina cómo podemos comunicarnos con nuestros amigos, y que las empresas detrás de cada una de esas apps, tienen más control sobre los medios que nos permiten expresarnos que nosotros mismos. Por ejemplo, de un día para el otro, WhatsApp decide cambiar cómo se ven sus emojis y si a vos no te gustan no podés hacer nada al respecto. Lo que yo propongo es que además de la funcionalidad que está asociada a cada app, los usuarios también tengan funcionalidad que les pertenezca a ellos, como si pudieras tener tu propia “cartuchera de herramientas de comunicación” con tus stickers y emojis favoritos que te los podés llevar de una app a la otra y usarlos donde quieras.

Virginia: Mi área de investigación es “Didáctica de Computación”. En Exactas tenemos las carreras de Profesorado en cada una de las ciencias que se hacen y de la mano está el Instituto de Investigaciones en Didáctica de las Ciencias Naturales y la Matemática (CEFIEC). Mi pregunta disparadora fue, ¿enseñar a programar ayuda a desarrollar la capacidad de abstracción?. La respuesta obvia es que sí, pero a la vez hay estudios que dicen que se requiere un cierto nivel de abstracción para poder aprender a programar. Entonces, se vuelve algo casi circular.

Esta pregunta dispara muchas otras cosas por ejemplo, ¿cómo conviene enseñar a programar de acuerdo a las edades?, ¿qué herramientas hay o se pueden desarrollar para ayudar a enseñar?, ¿cómo entendemos la abstracción en computación, es lo mismo que en arte o en matemática?

Tratar de responder todas esas preguntas y ayudar a docentes y alumnxs es lo que más me motiva.

¿Qué tienes que hacer para poder realizar un doctorado?

Carla: El requisito para hacer un doctorado es que hayas hecho una tesis de licenciatura o maestría antes. También escuché sobre excepciones en donde podés empezar un doctorado con un título de Ingeniera.

Virginia: Por ejemplo, yo soy Licenciada en Ciencias de la Computación, cursé en Exactas en la UBA. Después tenés que inscribirte al doctorado. La diferencia con anotarse en cualquier carrera en la UBA es que el doctorado tiene un comité que evalúa tu plan de doctorado, tu directora o director y tu carrera académica previa. O sea, analizan por un lado si tu doctorado es viable, si la pregunta de investigación que planteas es apropiada y no fue resuelta aún, si la persona que te va a dirigir va a poder acompañarte y enseñarte, darte espacio en su equipo de investigación y ayudarte a publicar y además que dentro de todo demuestres que tenés aptitudes académicas y ganas de aprender para dedicarte al doctorado.

¿Cuánto dura? ¿Es pago?

Carla: Todas estas preguntas dependen mucho de en qué país hagas tu doctorado y en qué universidad. En mi caso, hice mi doctorado en Francia, en la Université Paris-Saclay. Mi doctorado fue pago pero el costo fue bajo (cerca de 500 euros por año), y tuve un contrato laboral para desarrollar mi tesis. Eso me permitió dedicarme 100% a mi tesis durante 3 años (el tiempo máximo permitido por mi universidad). En otros países, los doctorados son más largos (5–10 años), y pueden continuar siempre y cuando consigas fondos para dedicarte exclusivamente a tu tesis. En Argentina, tengo amigos que están haciendo su doctorado “en su tiempo libre” aparte de su trabajo principal, y en esos casos es comprensible que tome mucho tiempo. También se pueden conseguir becas para dedicarse exclusivamente al doctorado hasta terminarlo.

Virginia: En Argentina en general la gente que yo conozco suele dedicarle entre 5 y 7 años. Entiendo que en la UBA 7 años es el plazo máximo para defender la tesis doctoral y recibirte, sino quedás afuera.

Hacer un doctorado es casi como cualquier otro trabajo, tenés que sentarte diariamente a leer artículos que otras personas publicaron en el mundo para mantenerte actualizado, diseñar tus experimentos, hacerlos, analizar los resultados.

Además en la UBA te piden que curses algunas materias para asegurarse que tenés la base académica para poder entender lo que estás haciendo y después hacer el salto significativo en tu investigación. Para poder sustentarte, podés conseguir una beca de algún organismo de investigación, por ejemplo CONICET, AGENCIA o INTI. O bien, podés trabajar en “la industria” y con eso pagarte tus gastos. Lo bueno de conseguir una beca es que podés dedicarte a full al doctorado.

Es importante que el equipo con el que trabajás tenga fondos para poder pagar, por ejemplo, viajes a congresos cuando publicas artículos, si no vas, no te lo publican. O para publicar en revistas muchas veces hay que pagar también.

¿Se cursa? ¿Qué tan distinto es a una carrera de grado? ¿Hay TPs? ¿Exámenes?

Carla: Generalmente hay que cursar algunas materias, pero pocas y a elección. Yo cursé sólo 3 o 4 materias que elegí yo, de oyente, según cómo me pareció que iban a ayudarme en mi tesis.

Como instancias de evaluación, tuve un reporte a la mitad de mi tesis en donde un jurado evaluó si venía bien con mi tesis o si tenía que tomar alguna medida para llegar a terminar tiempo. Por otro lado, para poder terminar el doctorado fue necesario haber publicado un artículo en una conferencia o una revista de investigación de prestigio internacional. Para poder obtener una publicación de ese estilo, uno envía un artículo (anónimo) describiendo su investigación a (por ejemplo) una conferencia, y un grupo de expertos (también anónimos) determina si lo que uno propone en el artículo es suficientemente novedoso, importante y bien justificado. En las conferencias más importantes el porcentaje de aceptación de artículos es de más o menos 20%, y si te aceptan el artículo, tu investigación pasó a contribuir al conocimiento del mundo :) Si pensamos en las publicaciones como los “exámenes” de un doctorado, son los exámenes más difíciles de tu carrera — pero también los más productivos.

La evaluación final del doctorado es la defensa de tu tesis. En mi caso, fue una presentación de 45 minutos en frente de un jurado internacional formado por 5 expertos en temas relacionados al mío. Después de la presentación, tuve una conversación con cada miembro del jurado en donde respondí preguntas, discutimos ideas y hasta planteamos desacuerdos.

El rol del jurado es determinar si sos capaz de justificar científicamente tus afirmaciones, si sos crítica en tus razonamientos y si sos clara al explicar. Al final de la defensa, sos doctora.

¿Cómo se te ocurrió hacer un doctorado?

Carla: Es muy loco, pero decidí hacer un doctorado en un momento de crisis existencial en donde no sabía qué hacer de mi vida (un problema muy “de primer mundo”, debo admitir). Acababa de terminar un master, había estado poniéndole todo a un emprendimiento tecnológico que se quedó en el camino, y tuve que parar y preguntarme “y ahora?”. Sabía que me gustaba programar y diseñar software, y que me gustaba resolver problemas con tecnología. Una profesora del master me había preguntado un par de veces si me interesaría hacer un doctorado, y le di la oportunidad. Me imaginé que era una buena manera de dedicarme de lleno a algo por unos años y quizás en el camino encontrar qué quería hacer de mi vida.

Hoy estoy convencida de que, de una manera u otra, quiero seguir investigando cómo la tecnología afecta la sociedad y cómo podemos usarla para resolver problemas y potenciarnos como personas.

¿Qué te gustó más de hacer tu doctorado?

Virginia: Me gusta que estoy aprendiendo mucho de lo que yo quiero aprender. Me gusta que es como un trabajo free lance. Obviamente tengo metas para poder llegar con mi investigación a tiempo, pero el trabajo lo estoy eligiendo yo, puedo trabajar en horarios flexibles y coordinar reuniones con el resto del equipo en horario “laboral”.

Carla: Me encantó trabajar en algo con potencial impacto “para el mundo”, no para una empresa y ni siquiera para un país en particular. Tu trabajo puede facilitar o inspirar futuros proyectos de otros científicos y emprendedores de cualquier país.

También me encantó hacer entrevistas con gente y no parar de sorprenderme de cómo cada persona usa su celular de maneras súper únicas y personales. Antes, como ingeniera, me frustraba si un usuario no usaba mi software de la manera que yo había anticipado. Ahora, como investigadora, me fascina que la gente me sorprenda usando (o rompiendo!) las aplicaciones que yo diseñé de maneras que no me esperaba.

Y algo que no es poco: pude viajar a conferencias para presentar mis investigaciones, conocer gente increíble de todos lados y pasear por países nuevos (Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá! y en mayo voy a Escocia para presentar mi último artículo).

¿Qué posibilidades te da tener un título de doctora?

Virginia: La verdad que aún no sé :) A mi me mueve poder realizar mi investigación y ayudar en especial a lxs chicxs de las escuelas en Argentina. Entiendo que cuando me reciba voy a ser experta en didáctica de computación y voy a poder “venderme” mejor.

Carla: En principio, el título de doctora es como tu “licencia para enseñar e investigar” en una universidad. En muchas universidades del mundo, tener un doctorado es requisito para tener un cargo de profesor. En Argentina, cuando no es requisito, te ayuda mucho a competir y ganar el cargo. Si te interesa continuar en la vida académica, tener un doctorado también es requisito para supervisar a nuevos alumnos de doctorado. En la industria también puede llegar a servir mucho, ya que hacer un doctorado te convierte en la persona más experta en el tema de tu tesis, lo que podría ser interesante para muchas empresas.

¿De dónde salen las ideas a investigar?

Virginia: Sinceramente no estoy segura de donde surgió mi curiosidad por estas preguntas. Lo que me está pasando ahora es que empiezo a ir a congresos e interactuar con otros investigadores y en las conversaciones surgen nuevas propuestas e ideas para trabajos conjunto.

Es muy importante para lxs investigadores viajar y socializar.

Carla: Es muy común que la persona que supervisa tu doctorado tenga ideas para sugerirte cuando empezás. Normalmente, el resultado de cada investigación no es sólo nuevo conocimiento, sino también nuevas preguntas! Y cuánto más investigás, más preguntas tenés. De hecho, se espera que una buena tesis abra nuevas puertas de investigación más allá de las afirmaciones que defiende. Entonces, cuando recién empezás, muy posiblemente tomes inspiración en preguntas de tus supervisores. Leyendo artículos relacionados a tu tema también vas a encontrar preguntas que todavía nadie contestó, u oportunidades para resolver problemas que todavía nadie resolvió. Y con el tiempo, tus propias investigaciones te van dando el pie para investigaciones futuras.

También es muy importante charlar con tus colegas, ser curioso, asistir a conferencias y animarse a hablar con pares. Intercambiando ideas con otros investigadores se pueden encontrar temas muy interesantes, y colaborando con otros también podés aprender desde distintas perspectivas.

¿Qué te gustaría decirle a alguien que no tiene ni idea de lo que hace una doctora?

Virginia: Quizá mucha gente no lo ve como opción de trabajo, pero lo es, y te permite dedicarte a lo que te gusta.

Quizá no es un trabajo convencional de oficina, pero me encanta la posibilidad de viajar que te brinda ser investigadora. No es un trabajo repetitivo, es desafiante y además te da la posibilidad de innovar y no aburrirte nunca.

¿Es muy difícil hacer un doctorado?

Carla: Fue difícil, pero se puede. Una de las cosas más difíciles fue luchar contra mis propias ambiciones y aprender que para hacer algo bueno, primero tenés que simplemente animarte y hacerlo. También me costó mucho lograr que me acepten algunos de mis artículos en conferencias y tuve que mejorarlos y volver a probar varias veces. Puede ser frustrante, pero tenés que recordarte constantemente que estás jugando un juego extremadamente competitivo en donde no sólo vos, sino los investigadores con más experiencia en el campo están todos tratando de entrar en ese 20% de artículos que se aceptan por año.

Hasta a los más capos les rechazan artículos.

Mi supervisora sólo me dejaba intentar publicar en las mejores conferencias, y creo que sin ese empujón siempre hubiese creído que yo no estaba a la altura.

Es importante aprender a apoyarse en otra gente, a pedirle ayuda a quien te supervise y a tus compañeros de doctorado también. Y también es importante aprender a confiar en tus propias intuiciones y luchar por las ideas que creés que valen la pena investigar.

Hacer un doctorado es difícil, pero lo más importante es que te guste :)

Virginia Brassesco

Virginia es egresada de Ciencias de la Computación de la UBA. Trabajó unos 10 años en una empresa de desarrollo de software mientras estudiaba. Se desempeñó en distintas áreas, como control y armado de procesos, control de calidad, y con clientes relevando requerimientos, armado de documentación y talleres. Además es docente en Exactas y dictó clases también en la UNGS. Actualmente, además de dar clases, hace algunos trabajos freelance de programación en Python y esta en pleno análisis de un experimento realizado en 2018. Podés seguirla en Twitter @virBrassesco

Carla Griggio

Carla es Ingeniera en sistemas de información (UTN) y tiene una doble maestría en Human-Computer Interaction (Université Paris-Sud en Francia + KTH en Suecia). Trabajó varios años haciendo desarrollos web independientemente, diseñó y programó sistemas en el Ministerio de Educación y fue CEO de un startup tecnológico (Jukeboss) hasta antes de comenzar su doctorado. En diciembre del 2018 obtuvo su doctorado en Informática en la Université Paris-Saclay (Francia) realizado bajo la dirección de Wendy Mackay. Este año se va a hacer un post-doctorado en Japón y ya nos contará de qué se trata. Podés seguirla en Twitter @carlagriggio y encontrar sus papers en Google Scholar :)

Agradecemos enormemente el tiempo que le dedicaron Virginia y Carla a esta entrevista. ¿Quién quiere hacer un doctorado ahora?

Photo by Edwin Andrade on Unsplash

--

--