El boletín del miedo

MaiteMCΨ
LaTicqueurIngeniosa
5 min readJan 17, 2017

1.095 usuarios, un estudio y una hipótesis que confirmar: «las personas son más felices si dejan de utilizar la red social Facebook».

Muchos expertos recomiendan la desconexión, al menos parcial, de las redes sociales en general ya que estas son las causantes de las adicciones modernas; las llamadas adicciones tecnológicas.

Los encargados del estudio dividieron en dos grupos a los participantes. A los miembros de uno de los grupos les pidieron que no se conectasen a Facebook durante siete días, a los del otro grupo se les pidió simplemente que siguieran usándolo como lo hacían normalmente. Durante ese período se midieron estados de ánimo como la felicidad, la tristeza, la preocupación, el enfado, el entusiasmo y el sentimiento de soledad y depresión.

The Happiness Research Institute concluyó que después de una semana las personas que dejaron de usar la red social se sentían más felices y menos preocupadas. Un estudio sin duda muy interesante, pero ¿podemos extrapolar esto a todas las redes sociales en general?, ¿son todas las redes sociales como Facebook? ¿Qué características tiene Facebook que hace a la gente más infeliz?

Es cierto que la obsesión por los likes y la «magnífica vida» de los demás puede llegar a ser bastante frustrante. Lo que empieza con algo positivo como puede ser la alegría momentánea que te proporciona el feedback a base de me gustas de tus amigos acaba volviéndose en algunos casos en una verdadera obsesión o una necesidad de buscar un falso apoyo social. No obstante, no creo que se trate de Facebook en sí, sino que este solo sería la punta del iceberg. Existen otras redes sociales que parece que no causan tanto malestar, miles de redes sociales para usos muy diferentes a los de Facebook. Hay algunas que sirven para escribir, otras solo para compartir imágenes, etc.

El punto es, ¿qué cosas se están pasando por alto que tienen en común las redes sociales que dañan nuestro bienestar psicológico? En mi opinión: las noticias. Información sobre el mundo, pero un tipo en concreto. Información no corroborada, sensacionalista, morbosa y escandalosa. Y desgraciadamente las noticias más morbosas y que más llaman la atención son las que hablan de desgracias. Y obviamente, ¿cómo no se va a sentir triste una persona después de pasarse el día leyendo y viendo noticias sobre asesinatos, violaciones, mochilas bomba, terremotos, accidentes aéreos, etc.? Claro que las personas que no usan estas redes sociales también pueden estar expuestas a este tipo de información, por eso creo que Facebook en sí no es el problema, sino el uso que se le da a esta y a otras muchas redes sociales y medios de comunicación en general. Todos sabemos que Facebook es particularmente morboso con la información, lo cierto es que esta no pasa ningún tipo de filtro en cuanto a veracidad. Aparecen aquí noticias de lo más rocambolescas y sensacionalistas que al fin y al cabo transmiten esa misma sensación: en el mundo pasan continuamente desgracias y cosas rocambolescas. Crean una falsa sensación de realidad. Esto junto con la obsesión por los likes de la que hablábamos antes crea una combinación perfecta para la desdicha. Es por lo que quizá los resultados del estudio fueron los esperados. No obstante, yo hablaría de todos esos medios en general en los que se ven constantemente este tipo de noticias (que son muchos). La televisión, la radio, etc. Cada vez son más las personas que deciden no ver la televisión precisamente porque opinan que no trae nada bueno. No creo que los usuarios de Facebook sean los únicos infelices y tampoco creo que todos sus usuarios lo sean. Deberíamos plantearnos todos que tipo de programas vemos en la tele, que tipo de noticias leemos en nuestras redes sociales… Se trata de nuestro bienestar psicológico. No digo con esto que debamos vivir en una burbuja aparte de la realidad. Hay que ser realistas pero lo que vemos, leemos y escuchamos no es precisamente la realidad. Lo que brindan los medios suelen ser las noticias que dan audiencia, las más extremas. Así que, incluso en el telediario no se muestra la realidad. El dato concreto es real, pero la sensación subjetiva que se transmite de que ese caso concreto es la norma general no lo es.

Tenemos muchos ejemplos en el día a día. El claro ejemplo de los accidentes aéreos, la estadística real es muy baja, pero cuando sucede la gente tiene miedo a volar, se creen que va pasar todos los días. Vemos el mundo en función de lo que se nos transmite a nuestro alrededor.

La gente se cansa de salir a la calle y pensar que en un mismo día pueden ser víctimas de un terremoto, un tsunami, una violación al girar la esquina, que explote una mochila bomba a su lado y que se estrelle su avión. Pero la mayoría no son conscientes de que es lo que causa ese malestar y en general lo proyectan a otras personas o situaciones de su vida.

El estudio nombrado al principio muestra como las personas que no usan Facebook en una semana están no solo más felices sino también menos preocupadas. Esto es solo una prueba de que estamos creando una sociedad cada vez más miedica y preocupada. Como afirma la psicóloga María Elena Cocho en su artículo «este nuevo siglo parece despuntar con nuevos escenarios atravesados por patologías y trastornos derivadas de una emoción predominante: el miedo». El miedo es muy potente para controlar a la gente. Muchos pensadores y filósofos como Maquiavelo afirmaban que el miedo es la emoción política más potente y necesaria.

La posibilidad de control y de prevención de lo que ocurre a nuestro alrededor es lo que crea la ansiedad que en algunos casos puede incluso convertirse en patológica. Esta sensación es precisamente la que nos transmiten estas noticias diarias, autentica falta de control en nuestras vidas, en cualquier momento te puede pasar cualquiera de estas desgracias que te contamos.

Sin duda alguna nos encontramos ante el siglo del miedo y la ansiedad. Por eso debemos ser conscientes, porque para cambiar algo primero hay que saber lo que hay que cambiar. ¿Y por qué es tan importante cambiar esto? Porque no se trata solo de nuestro estado de ánimo, sino de la manera en que entendemos el mundo y las decisiones que tomamos, la manera en que la persona procesa la información que le rodea en una sociedad moderna como la nuestra y cómo estas influencias consiguen pasar el filtro de nuestro cerebro «racional». Y esto nos afecta a todos. Como dijo el escritor y diplomático Octavio Paz: «Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio». Así que de lo único que hay que tener miedo es de permanecer inmóvil.

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MaiteMCΨ
LaTicqueurIngeniosa

Ψ·Clínica·Antiayuda·Salud mental·Llenando el vacío postgrado·No, la psicología no es eso que se hace mientras tomas café en un bar y Neuro no es solo un prefijo