Mirilla

Celia Fernández
Lavapies nodrizo
Published in
6 min readMay 27, 2023

Vemos a vecinos que se van. Nuevos vecinos que llegan.

Edificio del barrio madrileño de Lavapiés

A todas las personas nos afecta la gentrificación aunque no seamos conscientes. ¿Cómo influye realmente la gentrificación en nuestra vida? ¿Qué podemos hacer para contribuir activamente y generar estrategias de mitigación y cambio?

Gentrificación: El término deriva de la palabra inglesa gentry, utilizada para describir en Gran Bretaña a la baja nobleza y a la alta burguesía. Estas capas más altas se mudan a un barrio de trabajadores, reforman las casas y, de este modo, lo gentrifican. El propio término implica la sustitución de la población pobre por capas poblacionales más altas.

La gentrificación es un proceso por el que los barrios se hacen más atractivos para vivir. Primero, una zona en la que los precios de la vivienda y los locales son asequibles, anima a que se muden artistas con necesidades de espacio para desarrollar sus proyectos. Con ello, barrio se vuelve multicultural y diverso, mejora el entorno, es más agradable, y entonces los ojos de los inversores miran hacia allí. Más personas quieren mudarse. Los inversores empiezan a comprar viviendas y edificios, aumentando así su rentabilidad y subiendo los precios de las viviendas en alquiler; comprando incluso solares para construir viviendas para clases más altas, y poco a poco se produce un reemplazo poblacional. Quienes vivían allí, junto con las personas que se mudaron y mejoraron el barrio, se ven expulsadas ante las subidas del alquiler y la presión de los inversores para abandonar sus viviendas. En una segunda ola de gentrificación, quien se mudó al barrio será nuevamente expulsado.

Journey del proceso de gentrificación de un barrio

Antes o después nos afectará y nuestro estilo de vida se verá impactado. A veces parece que nos toca de forma coyuntural, lo vemos en el comercio, en las personas que viven a nuestro alrededor. Pero en realidad nos toca más cerca de lo que parece.

Contexto: La ciudad como empresa

La forma de financiación de las ciudades depende en gran medida de los contribuyentes, y por tanto de quiénes son esos contribuyentes. A mayor renta de los ciudadanos, mayores ingresos de las ciudades. El reemplazo poblacional de las clases bajas por clases medias y altas es la dinámica de financiación que se está promoviendo desde las ciudades y los grandes inversores en vivienda. Es un binomio que funciona como un engranaje perfecto.

Los nuevos habitantes del barrio, a su vez, traen nuevos hábitos de consumo, y esto genera cambios en la estructura comercial. Por ejemplo, tiendas de primera necesidad como ferreterías, droguerías, ultramarinos, son reemplazadas por establecimientos de consumo de servicios como cafeterías, restaurantes, galerías de arte o tiendas de ropa vintage.

Reto: Ciudades más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles

Identifiqué este comportamiento en las ciudades partiendo del reto basado en el Objetivo 11 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas “Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”. Más concretamente, el caso de estudio se centró en “diseñar productos y servicios digitales orientados a favorecer la sostenibilidad del barrio de Lavapiés, con especial atención a las necesidades sociales, culturales, económicas y medioambientales”.

Lavapiés como barrio gentrificado. ¿Qué podemos hacer para que las personas que viven allí no sufran o mitiguen los efectos de la gentrificación?

Inicialmente la investigación se centró en las decisiones de consumo de los ciudadanos, y en cómo estas reproducen y perpetúan los mecanismos de la gentrificación. Partía de la teoría de que las personas tenían una gran responsabilidad cuando consumían en unos comercios o en otros. Pero ¿se puede mitigar la gentrificación simplemente modificando esos comportamientos?

Y, yendo más al origen, ¿es esa la raíz del problema? No. Es el binomio ciudad empresa-grandes inversores. Para resolver esto habría que desmercantilizar la vivienda y que no fuera un elemento regido por las dinámicas del sistema económico capitalista.

Seguí investigando qué estrategias hay en marcha para resolver los problemas de la gentrificación, y llegué a los movimientos vecinales. Con casos de éxito especialmente notables en Alemania y Cataluña.

Un ejemplo es PlanBude en Hamburgo, que surgió a raíz de una asamblea de barrio en 2014 cuando iban a ser demolidos unos edificios para construir obra nueva. Se trata de una asociación de urbanistas, arquitectos, trabajadores sociales y artistas. A través de la producción colectiva de deseos en el barrio, su objetivo era conseguir que los propietarios de los terrenos y el municipio de Hamburgo apoyaran un proceso de planificación desde abajo y, en la construcción de obra nueva, conseguir acuerdos sociales lo más amplios posible.

Oficina de participación de PlanBude en Hamburgo

¿Son suficientes? ¿Qué necesitan? Tras más investigación, vi que se necesitan personas con ideas creativas para hacer presión y propuestas a los ayuntamientos que mitiguen este fenómeno.

Los movimientos vecinales son heterogéneos al estar formados por las personas del barrio, y ahí reside su riqueza: en las distintas voces, vivencias e ideas. Cuanta más creatividad en los movimientos de base del barrio, mejores propuestas de acción y mejores resultados en evitar que la gentrificación avance.

Proceso de investigación sobre los movimientos vecinales

¿Y si mejorásemos esas propuestas? Eso me llevó a reformular el reto a “¿Cómo podríamos enriquecer las propuestas y acciones vecinales para luchar contra la gentrificación en Lavapiés?”

Existen muchas personas con capacidad creativa que podrían participar en los movimientos vecinales pero, bien por desconocimiento o por no sentirse afectados por el problema en el corto plazo, no participan. Serían las personas “individualistas” en el diagrama a continuación.

¿Cómo promover que pasen a ser personas “comprometidas”? ¿Qué tienen en común la mayoría de personas que participan? Que se ven impactadas en mayor o menor medida, actualmente o en el futuro.

Pero lo cierto es que muchas personas hasta que no lo viven no se dan cuenta. Y entonces ya es demasiado tarde. ¿Por qué no darles herramientas para anticiparse?

Mirilla. Creamos un servicio para los movimientos vecinales, para que más personas se unan con propuestas creativas. Con un pequeño cuestionario, se informa a la persona de en qué grado de gentrificación está su barrio y cómo le afectará si sigue avanzando. Los resultados le aportan concienciación acerca del problema, mostrándole el impacto que supone en su propia vida, y le proponen líneas de participación en las iniciativas vecinales en función de su nivel de activismo y capital social y cultural.

Cómo nos informa Mirilla

A veces un mensaje directo y contundente llama a la acción. Necesitamos tomar conciencia de que la gentrificación impacta, antes o después, en todas las vidas. Se pueden hacer cosas para evitarlo. Los movimientos vecinales tienen logros dentro del binomio ciudad-inversores. Participemos, enriquezcamos los movimientos vecinales.

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