DOCUMENTAL

Guión documental

Natalia de León
Audiovisual 2019
6 min readApr 5, 2019

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Esta unidad fue escrita a partir de materiales varios, sobre todo el Artículo de Patricio Guzmán

Guión Documental

Mucha gente cree sinceramente que el guión documental no existe, que es una simple pauta. Sin embargo, y al igual que una una película de ficción, una película documental también necesita sin duda la escritura de un guión — con desarrollo y desenlace — con protagonistas y antagonistas, con escenarios predeterminados, una iluminación calculada, diálogos más o menos previstos y algunos movimientos de cámara fijados de antemano.

¿Guión cerrado o guión abierto? De todas las precondiciones que pide la industria, la escritura del guión documental es la más difícil de cumplir satisfactoriamente. Si es demasiado “cerrado” anula el factor sorpresa y los hallazgos espontáneos del rodaje. Si es demasiado “abierto” supone un importante riesgo de dispersión. Entre los dos el director está obligado a encontrar un punto de equilibrio, junto con explorar los lugares de filmación y hacer una investigación temática exhaustiva. La única ventaja del género es que el guión documental se “reescribe” más tarde en la mesa de montaje (porque se mantiene abierto hasta el final). En realidad el montaje documental no presupone sólo ensamblar los planos sino concluir el trabajo de guión iniciado al principio de una manera tentativa.

I. El Principio: la idea, la historia.

La búsqueda y el hallazgo de una idea son la causa frecuente y punto de partida de una película documental. Una idea buena se reconoce porque propone un relato o el desarrollo potencial de una historia.

Ante todo, una película documental debe proponerse contar algo; una historia lo mejor articulada posible y además construida con elementos de la realidad.

LA SINOPSIS

La sinopsis tiene una importancia decisiva. Concreta la idea. Cuenta lo más destacado de la historia en pocas páginas. Visualiza los elementos principales. Hace posible la ejecución de un presupuesto. Permite hacer circular el proyecto entre los interesados (los productores independientes y algunos jefes de las unidades de producción de los canales de televisión). A veces, la sinopsis nunca es superada por otras versiones sucesivas. Contiene toda la energía del primer paso.

II. La investigación previa. Estructura narrativa

La documentación del guión cinematográfico es aquella actividad que realiza el escritor consistente en nutrirse de toda la información accesible sobre el tema que le ocupa. El realizador debe llegar a convertirse en un verdadero especialista amateur del tema que ha elegido: leyendo, analizando, estudiando todos los pormenores del asunto. Mientras más profunda sea la investigación, mayores posibilidades tendrá para improvisar durante el rodaje y por lo tanto gozará de una mayor libertad creativa cuando llegue el momento.

Para estructurar un mensaje es imprescindible saber qué quiero expresar a través de él. El continente debe adaptarse al contenido para no deformarlo. No solamente se reduce a una investigación de escritorio y en solitario. Casi siempre hay que moverse: localizar peritos, visitar bibliotecas, archivos, museos o centros de documentación.

La investigación arroja como resultado una segunda versión del guión, más extensa y completa, a menudo un trabajo que nadie lee (muchos ejecutivos están siempre demasiado ocupados). Pero es de gran utilidad para el realizador y los colaboradores más próximos. Es una forma de detectar los fallos en la historia y el tratamiento. Esta segunda versión es también un trabajo práctico. Todavía nos falta por conocer a la mayoría de los implicados.

LOS RECURSOS NARRATIVOS

Los agentes narrativos son los elementos que utiliza el guión para contar la historia. El lenguaje original del autor es sin duda el primero y el más obvio. Pero hay muchos tipos de recursos narrativos — la lista puede ser interminable — y por eso mismo conviene clasificarlos por orden de importancia y a la vez descartar los secundarios. Estos son los que yo utilizo (Patricio Guzmán):

Los personajes
Los sentimientos, las emociones
La acción
La descripción
La voz del narrador
La voz del autor
Las entrevistas
Las imágenes de archivo
Las ilustraciones fijas
La música
El silencio
Los efectos sonoros
La animación
Los trucajes ópticos
​Y como ya se ha dicho: el lenguaje propio del autor

LOS PERSONAJES, LOS SENTIMIENTOS

La mayor parte de las emociones, en las películas de ficción, es el resultado del trabajo que hacen los actores. Sin embargo esta difícil tarea de los intérpretes — una labor ensayada y planificada minuciosamente siguiendo las órdenes del director — no existe, no tiene lugar, en los filmes documentales. En los documentales, una manera de transmitir sentimientos es aprovechando las condiciones espontáneas de los personajes reales que aparecen. De modo que, si estos personajes se limitan a exponer y repetir de una manera mecánica nuestro tema, no podemos extraer ninguna emoción para los espectadores.

Sin embargo también hay muchos documentales sin personajes. Las «emociones » también pueden caer en otras manos. Por ejemplo, en la voz de alguien habla afuera de la pantalla, o bien con imágenes que no tienen personas, sino objetos, casas, dibujos, mapas, avenidas solitarias, en fin. También hay obras sostenidas por el tejido invisible de una narración abstracta. Finalmente por otros recursos, tales como la música, el silencio, los ruidos, los planos de archivo.

ELEGIR LOS PERSONAJES

Es quizá la tarea más importante del director cuando explora sus escenarios. No es la búsqueda acumulativa de algunas personas vinculadas al tema sino el arduo trabajo de detectar, descubrir verdaderos implicados en el asunto y “construirlos” para el cine. Hay que localizarlos, fotografiarlos y después rodarlos en muchas actividades de su vida: monologando, dialogando, trabajando, viajando o guardando silencio. Los personajes principales son el cuerpo dinámico de la idea central. Son los portavoces del guión y casi siempre son mejores que el guión.

LA ACCIÓN

No siempre los personajes principales ofrecen una rica acción que mostrar en la pantalla. Muchas veces narran su historia sin abandonar el sillón, estáticos, sin moverse un centímetro. En estos casos hay que tomar nota de las acciones implícitas que nos están contando — acciones en el pasado o en el presente — para visualizarlas más tarde con la ayuda de imágenes complementarias: fotos, dibujos, ilustraciones e imágenes de archivo. De esta manera el personaje abandona el sillón y empieza a desplazarse por el “interior del relato”, creando así un poco de acción para nuestra película.

III. La escritura del guión / Preparación del rodaje

Una vez definidos las primeras etapas, se debe proceder a trabajar sobre el guión. En este punto entramos en el proceso propiamente narrativo. Trabajaremos a partir de un documento que estructure nuestra historia y nos guíe en el rodaje.

Con este documento en mano prepararemos las entrevistas, buscaremos materiales para enfatizar las acciones o las emociones, para dar forma a nuestra película.

Durante el rodaje es importante mantener una mirada “abierta”, permitiendo que la fuerza de los hechos inesperados que se nos presenten, vayan nutriendo y potenciando el documental.

Una película documental constituye una búsqueda — una expedición — donde los imprevistos son tan importantes como las ideas preconcebidas. Esta es la esencia de la creación documental.

La producción y realización

Antes de empezar esta etapa es importante hacernos cuestionarnos varias cosas para evitar sorpresas. Por ejemplo:

  1. ¿Los objetivos están dentro de las posibilidades y presupuestos.?
  2. ¿Que capacidades técnicas poseo y cuales debo complementar para construir un equipo de realización adecuado?
  3. Si voy a realizar entrevistas, ¿Qué experiencia y preparación poseo para encarar la tarea: Técnicas de la entrevista (guías, puesta en situación)
  4. ¿Que tareas de preparación debo encarar (contactos, estudio de locaciones, etc.)
  5. ¿ Que herramientas necesito y/o dispongo para esa tarea previa? (cámaras de fotos, material para croquis, etc.).
  6. ¿Cómo voy a preparar el presupuesto y los métodos de trabajo?
  7. ¿Qué equipo humano tengo pensado?
  8. ¿Tengo previstos los permisos y trámites que serán necesarios?

III. Montaje

Una vez que tengamos todo el material disponible, las filmaciones, los documentos, etc, podremos finalizar nuestra película en la mesa de montaje.

Al llegar a la sala de montaje hay que considerar, en primer lugar, que la obra sigue “abierta”. Esta abierta porque los resultados de la filmación fueron ligeramente o profundamente distintos que las ideas que estaban marcadas en el guión. Siempre son distintos los resultados.

Esto nos obliga, en la sala de montaje, a buscar una estructura nueva (o varias estructuras nuevas), reescribiendo con estas imágenes la película definitiva. No es que el montaje “nos fabrique” la película, al ensamblar milagrosamente algunas pocas (o muchas) imágenes sueltas o improvisadas. Lo que realmente ocurre es que tanto el montaje como la escritura del guión — unidos en la búsqueda común de una obra — avanzan juntos en la oscuridad de la sala

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