25 BAFICI. Intercepted: el mundo en guerra

Alejandra Portela
Leedor
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3 min readApr 21, 2024

Cuando se escucha por parte de algún presidente de por aquí que estamos viviendo el momento más pacífico de la humanidad, nos preguntamos cuántas guerras quedan invisibilizadas en busca de la justificación del afianzamiento del capitalismo y de las derechas en el mundo. Si ya no vemos qué pasa en Ucrania, imaginemos qué pasa con las guerras en Africa o en Asia. Pronto no veremos Gaza, y aún cuando estamos expectantes de Israel-Irán, la red de comunicación global y sus adláteres encontrarán la forma de ocultar sus efectos y la magnitud de su conflicto .

Pero el cine está para eso: para recordarnos y comprobar que las guerras existen y son de carne y hueso, y aún cuando obturen ciertos puntos de vista, podrán dejar abierta las costuras hacia otros puntos de vista. En una guerra, lo sabemos, siempre se enfrentan mucho más que dos bandos. La idea de Oksana Karpovych, una joven productora local de medios de comunicación, es interesante. La banda sonora representa un grupo de conversaciones telefónicas entre los soldados rusos y sus familias, interceptadas por el servicio de inteligencia de Ucrania (estas escuchas se hicieron públicas y se puden encontrar en youtube) y la banda de imagen documental de la destrucción del país invadido. Modos de uso de archivo sonoro que la directora también intercepta (para usar la misma idea que su título) y al recombinarlo con las imágenes, adquiere nueva dimensión.

Karpovych le pone carne y hueso a las imágenes, pese a que cualquier descripción brutal de muertes y torturas no aparezcan a la vista del espectador. Sí, los restos de interiores de hogares de civiles: cocinas y comedores, escuelas y bibliotecas, todos totalmente destruidos por las bombas. Es que por aquí pasó la guerra, dicen las imágenes. Ese efecto y esa impresión guardan algo subjetivo de aquellos primeros meses de invasión. En el encuentro con el público tras la proyección en BAFICI, la directora responde a una pregunta: “mi estado era que frente a lo que pasaba y yo estaba al mismo tiempo dentro de eso, y entonces las explicaciones de los soldados y sus familias eran ridículas e ilógicas.”

“Rusia justifica su invasión por estar resistiendo al poder de EEUU en el mundo, pero para mí, Rusia es un estado imperialista y terrorista que invadió un país independiente.”

Todas mujeres del otro lado de la línea, madres, esposas o novias, protagonistas silenciosas del horror de la guerra. Aquello que se ocupan de describir las voces en los teléfonos: “matamos civiles todos los días”, “yo soy otra persona, mamá, no me reconocerías”, “mata a esos malditos traidores”, “todos son el enemigo”. Mientras, lo que vemos no sólo es destrucción sino personas, las que no emigraron que sobreviven haciendo fila para recibir comida, un improvisado mercado rural o bañistas en una playa un día de calor. La vida sigue, después de todo.

Atrapada entre dos potencias, Ucrania sufre hace dos años no solo la violencia de las bombas, tambien la violencia cotidiana. Reconoce tambien Karpovych que “no podia usar solo un criterio subjetivo para elegir los audios, trataba de usar todo el espectro de criterios y ser objetiva, a la vez que diversa en elegir lo que dicen.” Aún con esa lógica toma de posición, Intercepted, en competencia internacional en este BAFICI 2024, es un alegato sobre qué pasa con las guerras en nuestra no tan brillante contemporaneidad.

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Alejandra Portela
Leedor
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Licenciada en Artes de la Universidad de Buenos Aires. Decana de la Facultad de Artes de UMSA. Directora de Leedor.com. Forma parte de Fundacion Cineteca Vida.