80º Festival Internacional de Cine de Venecia: Yo capitán, de Mateo Garrone
El tema de la inmigración, del desplazamiento de los pueblos, de las guerras y de las jugarretas del destino, que por motivos geopolíticos ajenos a su voluntad, afectan a millones de personas en el planeta volvió a Venecia bajo forma de fábula narrada con sensibilidad y poesía por el direcor italiano Matteo Garrone.
“Yo capitán” cuenta la historia de dos jóvenes senegaleses, aún escolares de 16 años, que sueñan con abandonar la tranquila vida familiar para realizar su ambición de convertirse en músicos exitosos.
Es así que el director italiano aprovecha para retratar la vida cotidiana en una Dakar vivaz y rica de tradiciones de la que, sin embargo, los inquietos Seydou y Moussa, verdaderos nombres de los protagonistas, quieren escapar. El viaje a través del desierto, Mali y finalmente Tripoli desde donde parten los barcos de la esperanza, es dolorosísimo, se cumplen las tragedias que diezman cotidianamente a los pueblos que se desplazan, Moussa resulta herido y secuestrado y Seydou sigue el camino hacia la costa.
El film de Garrone alivia los padecimientos de los protagonistas — y de los espectadores — con una serie de imágenes, verdaderamente de fábula, que tienen los colores del desierto y del mar que los espera, una ensoñación que ayuda a Seydou a soportar el dolor de sus pérdidas. Se trata de una historia más de inmigración esta vez contada de la parte de un joven senegalés, que después de haber sido despojado de todas sus pertenencias se ve obligado a hacerse cargo de un grupo de compatriotas a bordo de una desvencijada embarcación. Un viaje cuyo destino siempre es incierto, pero que Seydoux decide cumplir asumiendo su responsabilidad de Capitán.
El director italiano cuyo film precedente Pinocho (2019) era una realmente fábula, llegó al Lido de Venecia con los protagonistas de su pelìcula, el excelente Seydou Sarr, el capitán de la nave y un grupo multicolor de senegaleses, algunos de los cuales participaron en las escenas de bailes y en los mercados filmadas en Dakar.
Aparentemente Garrone habría- abandonado su exitosa cinematografía dark (Gomorra, Dogman, Terra di Mezzo) filmando esta segunda fábula que incluye un final feliz, la vista de las costas sicilianas, finalmente Europa. Pero como se sabe, es solo el inicio de una nueva historia que esperemos al menos sea exitosa para los protagonistas de este film,que recibió 15 minutos de aplausos, al concluir la proyección para el público.
