Adu: Todo un continente en una película

Si el cine fuera lo suficientemente ùtil como para que las migraciones de estos tiempos sean atendidas por los paìses que las rechazan, serìa otro este mundo, claramente. Ya se puede ver en Netflix, Adu, multinominada a los premios Goya que entrega proximamente la Academia Española de Cine, sumàndose a todo ese subgénero del cine migrante que Europa produce, distribuye, nomina y premia.

Hay tres lineas narrativas en Adu, segunda pelìcula de Salvador Calvo, con la que seguramente se consagra dentro de la industria del cine español. Una, la del titulo, la de un niño de 6 años que debe escapar de su aldea junto con su hermana frente a la persecución de la mafia del marfil, otra la de un español cincuentòn, dueño de una ONG dedicada a la defensa de los elefantes; la tercera, la de un grupo de policìas que se ven implicados en la muerte de un migrante en la valla de Melilla.

Las tres historias comparten el universo diegètico, y se cruzan sólo a través de objetos o lugares: la bicicleta, los elefantes o la frontera, pero no porque tengan contacto directo entre ellas.

El recorrido por distintos lugares del mapa del Africa, ciudades y fronteras desde Camerùn a Marruecos, que se informa debidamente con carteles, deja una idea de la pobreza, la violencia que incluye la prostitucion infantil, el hambre y la guerra, suficientemente impactante y desoladora.

Por otro lado, serìa importante tener en cuenta que esa idea se construye a partir de una mirada fundamentalmente europea resumida en la frase del guardia civil cuando sentencia: “sabes por què hay que poner vallas, porque no pueden arreglar sus problemas”, punto de vista algo desligado de siglos de colonizacion y violencia ejercida desde Europa, precisamente. La pelicula se ocupa de desplegar esa culpa, mejor que en ninguno, en el episodio con màs golpes bajos que es el de Adu. No hay metàforas a la hora de contar la estafa de los traficantes de personas, o la muerte y la enfermedad.

La historia que protagoniza Luis Tossar parece màs una excusa para incluir figuras del cine español, y reforzar su caracter de maistream, un hombre que vive en Africa desarrollando su actividad de defensa de los elefantes de los vendedores de cuernos de marfil. Asi y todo, el enfrentamiento con los guardias de la reserva, todos africanos, lo hacen un extranjero en tierras africanas. Esta historia desarrolla la historia familiar a traves de la relacion con su hija, e incluye tambien el tema de la drogadicciòn.

Con la mirada desde España, desde la Comunidad Economica, desde aquel lado de la frontera, Adu se presenta como una película en la que entra todo el continente africano. Emocionarà, seguramente, y le irà muy bien con los premios.

Està en Netflix.