París: AIMER- ROMPRE, una exposición que dialoga con un museo romántico
Desde París, por Andrea Racciatti
El Musée de la Vie romantique, convoca a partir del 5 de abril de 2023, a la artista francesa Françoise Pétrovitch para realizar una serie de obras creadas especialmente para el Museo. Se trata de aproximadamente cuarenta pinturas, dibujos y esculturas que se despliegan en los espacios y el jardín de la que fuera la residencia de Ary Scheffer, un pintor de origen holandés que se instaló en París en 1811.
El Museo, luego de varias sucesiones pasa a ser patrimonio del Estado, y recién en 1987 adquiere el nombre de Musée de la Vie romantique, como lo conocemos hoy. En sus salas, alberga una colección de obras ligadas al romanticismo: pinturas, esculturas y documentos, en la que se incluyen obras del propio Scheffer y George Sand, entre otros. La casa se complementa con dos talleres construidos en el patio empedrado, uno que se usaba como sala de estar, donde recibían a artistas e intelectuales de la época, y el otro que se usaba como taller de trabajo. El jardín es un espacio magnífico, poblado de enredaderas y flores.
La artista francesa Françoise Pétrovitch, es invitada por la dirección del Museo para realizar una serie de obras inéditas y explorar el concepto de romanticismo después del siglo XIX, formulando a través de su producción, nuevas formas de representación de estas ideas en el arte contemporáneo. La exposición se titula AIMER-ROMPRE, y la curadora es Gaëlle Rio, directora del Musée de la Vie romantique.
Pétrovitch dialoga con la colección del museo, realizando una sutil intervención en las salas de la casa, donde incluye pinturas de mediano formato de un predominante color rosa. En las vitrinas, se muestran cerámicas y dibujos.
En el centro del jardín, se exhibe la escultura titulada L’Ogresse, una mujer empoderada con un hueso entre los dientes, desafiando desde su enclave al espectador y reafirmando su condición femenina.
Pero es en el atelier, que se encuentra a un lado de la casa, donde la artista despliega las obras de mayor tamaño y donde se ve su trabajo en toda su magnitud.
En la planta baja, sobre una pared pintada de un verde oscuro, una serie de aguadas de tinta sobre papel resultan inquietantes a los ojos del espectador. La artista se sumerge en su mundo íntimo, haciendo visible paisajes oscuros y brumosos, donde se reflejan árboles que se levantan como penitentes. Figuras solitarias o de a dos. Retratos femeninos en donde los cabellos semejan raíces de árboles.
En estas obras, la artista se deja ser, las aguadas de tinta le permiten perder el control. El agua fluye por sí misma y da lugar a una naturaleza desbocada o a unas figuras, en donde la subjetividad y la melancolía se expresan en una sutil ligazón con los temas propios de la poesía y la literatura romántica, en clave contemporánea. Las manchas desbordadas de los papeles se traducen en la alfombra que cubre el suelo, creando así un ambiente en donde el espectador puede sentirse inmerso.
En el piso superior del atelier, al que se ingresa a través de una escalera caracol, la luz natural se cuela a través de extensos ventanales. Nos encontramos allí ante las grandes telas que retratan figuras de adolescentes realizadas al óleo, de una materialidad liviana, con colores más vivos y formas más precisas. La paleta suele ser fría: azules, violetas, verdes, y degradés muy sutiles que suavizan la estridencia de la blanca palidez de los rostros. Estas pinturas nos cuentan esos momentos del encuentro en donde nada es demasiado real, anclando esas figuras a la transitoriedad del momento y de la vida misma. Esos primeros sentimientos pueden transformarse en amor o romperse para siempre.
AIMER-ROMPRE, el título que aglutina esta exposición, es un título heredado de dos monotipos que la artista realizó en 1997, en las páginas de un cuaderno de conjugación con los verbos Amar y Romper.
Para ver esta magnífica exposición, hasta el 10 de septiembre de 2023, la cita es en el Musée de la Vie romantique, 16 rue Chaptal, 75009 Paris.
