Animal / Humano, de Alessandro Pugno, en la Competencia Internacional de Mar del Plata
La tauromaquia es el telón de fondo de este drama español de trazo grueso.
Las corridas de toros suscitan en cierto grupo de personas (cada vez más grande, hay que decirlo) mucho rechazo. Pero para quienes las defienden, se trata de un ritual en el que se pone a prueba el poder ante la bestia; una de las tantas maneras de hacerle frente a la fuerza de la naturaleza. Esta segunda senda es la que explora el realizador Alessandro Pugno, concentrándose en la vida de dos adolescentes que estudian en una escuela para toreros. Uno de ellos es el hijo de una celebridad en la materia; el otro, Matteo, es su amigo y no ve la hora de estar en la plaza con su traje, su capa y, claro, el toro ahí nomás.
Sobre Matteo se construye la columna vertebral de este relato en el que, desde el comienzo, Pugno establece una analogía bastante obvia entre el joven y Fandango, un becerro. Ambos irán creciendo y, sin saberlo, se acercarán al momento en el que serán rivales.
Hay en la película una tendencia al melodrama, en tanto cada punto de giro se subraya y se lleva al extremo, pero sin elegir al menos dos o tres temas en los cuales concentrarse. De esta forma, orbitan sobre Animal / Humano el bullying, los mandatos paternos, el vínculo con la fama, el trabajo en el campo, la necesidad de superarse. Tampoco resulta muy estimulante los subtitulados que separan las secuencias, cuyo objetivo es reincidir una y otra vez sobre la tesis que sostiene que los animales sienten como los hombres. Podríamos estar en parte de acuerdo, si obviáramos que los toros crecerían en los campos sin tener que ser sometidos porque, claro, un grupo de hombres sintientes así lo desean.
