Azul el mar, de Sabrina Moreno

Ópera prima de la realizadora cordobesa Sabrina Moreno, Azul el mar (2019) transcurre durante unas vacaciones que serán definitorias para el destino de una familia.

Tal vez haya sido la del ´90 la última década en la que Mar del Plata fue considerada masivamente como el espacio de bienestar nacional. Antes de la estrepitosa embestida del menemismo hacia las clases medias y populares, “La Feliz” tuvo un innegable espacio icónico y sentimental, gracias a sus gloriosas temporadas teatrales, la presencia del Casino, su identificable arquitectura, los locales de videojuegos y, claro, el mar. Hacia allí llega la pareja compuesta por Lola (notable Umbra Colombo) y Ricardo (Beto Bermudez) junto a sus cuatro hijos, con el objetivo de pasar algunos días de vacaciones.

A partir de recuerdos surgió este relato de Sabrina Moreno. Y parte de esta cualidad evocativa se torna visible en la estructura del filme, de concisos 65 minutos, en los que una serie de insertos dan cuenta de cómo el espacio marino hace aflorar en la madre algunos temores, pero, fundamentalmente, anhelos de ser más libre. En contraposición, las secuencias más dialógicas muestran agotamiento, sobre todo en la dinámica de un matrimonio en el que desde hace tiempo parece no haber deseo. Una posterior visita a una pareja de amigos (con un punto de giro que conviene no adelantar) servirán para hacer explícito el drama interno que sucumbe a Lola, quien cuenta con una intérprete de meticulosa expresividad.

Con una estética que remite al cine de Inés de Oliveira Cézar, Azul el mar confirma que el denominado “Nuevo Cine Cordobés” tiene aún talentos para sumar a sus filas. Estamos frente a una película personal, sensorial, emotiva sin ser declamatoria. Una muy buena carta de presentación para una realizadora a la que habrá que seguirle los pasos.