Bispo do Rosario el artista y su mensaje divino, por primera vez en Nueva York.
--
Mas de 1000 obras creadas en los confines de una institución de salud mental por el artista afro brasilero llegan a la ciudad de Nueva York por primera vez. Desde Leedor hemos podido apreciar y conocer su obra exhibida en la Bienal de San Pablo (2012) y hoy, traducimos[1] la nota realizada por Irini Zerbas para Hyperallergic publicada on line el 3 de mayo de 2023.
El “manto” también conocido como el “manto de la anunciación” un atuendo ricamente bordado, ocupa el centro de la sala de exposiciones de la American Society para la muestra
“Todos los materiales del mundo” Bispo de Rosario.
Bispo solía llevar puesto este manto, bordado con intrincados diseños, imágenes y nombres de mujer, al igual que otros atuendos textiles que Bispo solía lucir. Las fotografías exhibidas con las tarjetas de registro hospitalario y otras, dan cuenta de los espacios donde Artur Bispo do Rosario (19091–1989) desplegaba su quehacer y documentan para la muestra el centro de un mundo sorprendente, al cual la/el visitante esta por entrar.
Esta muestra individual es la primera del artista en los E.U. y la tercera de un artista de ascendencia africana en la America’s Society en la ciudad de Nueva York. Arthur Bispo do Rosario nació a principio del siglo pasado en Japaratuba, Brasil. Fue aprendiz de marinero en la Armada Brasilera, se convirtió más tarde en señalero, luego boxeador, y mucamo de una rica familia. Hasta que en 1938 tuvo una revelación: vio a Jesucristo. Creyó recibir un mandato, representar al mundo entero en preparación para el juicio final. A continuación, Bispo fue diagnosticado con esquizofrenia paranoide e institucionalizado en la Colonia Juliano Moreira en Rio de Janeiro, una institución de salud mental en la que paso el resto de sus días. Fue desde este lugar que Bispo creó mas de 1000 piezas de arte, incluyendo los bordados y las esculturas, 71 de las cuales se presentan en esta exhibición junto a una variedad de otros objetos encontrados
Tres veces marginalizado, por africano, pobre y mentalmente enfermo, Bispo sintió la necesidad de reorganizar el mundo por medio de un lenguaje artístico propio luego de su epifanía, la que cambió su manera de vivenciar el mundo y su propia existencia. Así lo narró durante la entrevista, el co-curator de la muestra, Javier Téllez a Hyperallergic: “Su obsesión en la creación de obras textiles y la acumulación de objetos, lo condujeron del caos al orden, ayudándolo a sobrevivir las duras condiciones de la institución mental”.
Por otro lado, los estandartes bordados dan cuenta de su mandato, con sus superficies cubiertas con imágenes de la vida del mismo artista, incluyendo buques de guerra, mapas de Brasil, imágenes del hospital, y mas banderas de naciones. Para crear estos objetos, Bispo, sólo pudo emplear los materiales que tenía a mano, tales como sábanas e hilos que obtenía desmantelando uniformes de hospital. Ávido consumidor de periódicos, combinaba este saber hacer con sus registros personales como los nombres de otras personas que conocía en la institución. La densidad de la colección de nombres incluidos, es tal, que asemeja el anonimato de un registro o libro mayor, sistema familiar desde su pertenencia tanto a la armada como al hospital. Mientras los estandartes muestran una función pseudo enciclopédica, también documentan tiempo y lugar, así como la especificidad de la historia personal del artista, marcando su presencia en un mundo que las institucionalizaciones o internaciones borran de plano.
Otras pequeñas esculturas reproducen objetos de uso diario envueltos en hilo azul descolorido, como tijeras, martillos y piezas de ajedrez. También creó miniaturas y vitrinas, agrupó en tableros objetos cotidianos como peines, cucharas y ojotas brasileras (Havaianas). La disposición de las obras en la muestra y las paredes a medio pintar similares a las de una institución mental, representan la manera en que Bispo disponía del espacio para sus obras en su hábitat.
Las obras de Bispo, de una artesanía intrincada hasta el sacrificio en su concreción y realización, constituyen el lenguaje que expresa la opresión en la institución al tiempo que revela su historia personal. Dicho lenguaje codifica la idea de lo universal, en una taxonomía abarcadora que ilustra sobre su misión espiritual en un todo de obra y artista.
Esta exhibición es una oportunidad diferente, no sólo para ver la obra de Bispo fuera de Brasil sino para acceder a su variedad de formas expresivas que permiten comprender la visión del artista que motivó el quehacer de su vida.
La muestra permanecerá en la Americas Society hasta el 20 de mayo del corriente. Co curada por Aimé Iglesias Lukin, Ricardo Resende y Javier Téllez con Tie Jojima.
[1] Traducción y fotografías (Bienal de S.Pablo 2012) María Pichot