Centro Ana Frank Argentina
El Centro Ana Frank Argentina se inauguró en 2009, y en 2021 la Anne Frank House de Ámsterdam le otorgó la responsabilidad de representar en toda América Latina los proyectos que difunden el legado de Ana Frank, una adolescente víctima del nazismo y autora de uno de los diarios más famosos de toda la historia de la literatura.
La semana pasada tuve la oportunidad de visitar el Centro en el barrio de Coghlan, y es una experiencia muy movilizante por varios motivos. No solo por la historia de la familia Frank, por el destino de Ana, por la escritura de su diario y por el recorrido en sí mismo, sino también por la presencia de guías adolescentes muy comprometidos con su tarea. La casona de Belgrano es un museo que mantiene la memoria de Ana y que, además, busca promover un mensaje de respeto y de responsabilidad hacia los otros, generar una toma de conciencia acerca de la defensa de la libertad y realizar una denuncia de todo tipo de discriminación.
La visita comienza con una línea de tiempo que realiza un paralelo entre el surgimiento del nazismo y la vida de la familia Frank. El destino de Alemania determina el destino de cada uno de sus habitantes, y la aparición de Hitler cambia para siempre la vida de Ana y su gente. En una segunda sala, conocemos la génesis del diario y de cómo llegó a publicarse. Subiendo las escaleras, podemos ser parte de la única recreación de la “casa de atrás”, donde se refugiaron Ana, su familia y otros personajes. En el mismo piso, hay un espacio dedicado a la dictadura argentina de 1976 y, por último, el recorrido termina en el jardín de la casa donde está el castaño del que Ana habla en su diario.
Entre 1942 y 1944, Ana permanece encerrada y encuentra en la escritura una manera de aliviar su dolor, de contar su experiencia, y de expresar sus ideas y sus deseos. En 1947 se publica el libro en holandés, con el título que ella quería: La casa de atrás, aunque en español se lo conoce como El diario de Ana Frank, un texto que hay que leer para no olvidar que, más allá de la desesperación, existe la esperanza siempre: “Ahí está lo difícil de estos tiempos: la terrible realidad ataca y aniquila totalmente los ideales, los sueños y las esperanzas en cuanto se presentan. Es un milagro que todavía no haya renunciado a todas mis esperanzas, porque parecen absurdas e irrealizables. Sin embargo, sigo aferrándome a ellas, pese a todo, porque sigo creyendo en la bondad interna de los hombres”.
Recorridos guiados los jueves y viernes; sábado y último domingo de cada mes
Superí 2647, Ciudad de Buenos Aires