Rap. Con la fuerza de Eros

Sabina Bulcourf
Sitio Leedor
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4 min readJan 7, 2024

¿Es el rap el nuevo territorio musical juvenil de protesta? ¿Qué dicen las producciones contemporáneas sobre el vínculo entre la juventud y la situación social? Tal vez, se podría pensar, que en el imaginario social y cultural al rapero se lo haya construido como a un varón que habla la jerga de la calle, que se encuentra con otros en las competiciones y resiste a las opresiones. A través de líricas duras, y de gran fuerza verbal acompañadas de un beat. Sin embargo, se pueden encontrar en la actualidad algunas figuras que difieren con esto.

Wos

En la escena actual, se destaca Wos, quien se está haciendo su lugar en el mundo del rap. Las líricas del artista pueden pensarse desde varios aspectos. En particular, su tematización de la “angustia social” es algo destacable. Wos creció durante la crisis del 2001, asistió a marchas y ollas populares junto a su padre. Cuando fue alumno del secundario Mariano Acosta, participó de intervenciones junto a sus compañeros y el Centro de Estudiantes. Desde que empezó su carrera, sus letras siempre estuvieron ligadas a la situación política y social.

Se puede encontrar una fuerte crítica a cuestiones de carácter cultural, y también al sistema: “Somos clones/Clonazepam, clin, caja y dinero de a montones/Que no reacciones/Somos clones”, se puede notar un rechazo a un “adormecimiento” y también, a ser disciplinado: “Prefiero esto antes que tu displicencia/Están cantando mierda que algún gil se las comercia/ Andan cabeceando la marcha de la obediencia/ Así de fácil te van a disciplinar la esencia”. El artista apunta a desarmar el piloto automático, a reaccionar y rebelarse, a no acostumbrarse: “Esperanza que se pudre, eh/ No dejes que sea costumbre, eh”.

Además, en las letras de este rapero, se repite esta idea de lo reprimido que sale para afuera, de encontrarse con la propia sombra. Hay un gesto de catarsis, de liberación. Sin embargo, ante el sufrimiento, aparece el contraste de la calma: “Se vuelve tan valioso el beso de la calma”. En la ansiedad se encuentra respiro, ante lo automático, surge lo verdadero: “Cuando el destino se pone austero/Sale al rescate lo verdadero”.

En el rap, pero más bien en el mundo del hip hop, predomina una voz masculina contestataria al sistema de opresión, pero que es una voz yoica, es decir, que no se construye como un “nosotros” colectivo. A su vez, es un género que se mueve dentro de lo que son las batallas y competencias. Reynolds, en su libro Después del rock, afirma que el hip hop es un reflejo hiperbólico del sistema capitalismo/patriarcado. Es notable, entonces, que Wos use de vehículo el rap, pero no a modo de construir una voz masculina individualista: “¿Plata? Obvio que quiero/Pero la vida es un flash como para pensar solo en dinero/Si estoy solo ¿Pa’ que quiero estar primero?/ Me deprime imaginarme dormir solo con mi ego”: El vínculo con el otro se impone ante lo individual. Wos muestra cierta búsqueda de sentido, de horizontes. Revive, de alguna manera, un espíritu confrontativo.

A la vez que se pueden hallar en sus letras muestras de vulnerabilidad y ternura, características no tan presentes dentro del género en su manera más tradicional. Esto mismo puede contrastarse con algunas letras de jóvenes del universo del hip hop “latino” que son contemporáneos a Wos, como es el ejemplo de Lit Killah: “Toy captando la attention/Voy a comprarme la mansion/Está subiendo mi precio/Voy a comprarme la mansion”. Es interesante revisar cómo predomina una adoración por lo ostentoso y la riqueza, como una posición “necesaria” para salir al frente en una sociedad capitalista.

Por otro lado, en el hip hop actual nacional, hace unos años, no sólo emergieron figuras masculinas, sino que, podemos encontrar mujeres reconocidas tales como Sara Hebe.
Sara comparte con Wos líricas potentes y críticas contra el sistema, es parte de la lucha política y conduce cierta angustia y demanda: “El petróleo no será para la venta/El gas es como para la gente friolenta/Cuando sea presidenta, Argentina se reinventa/De tan histérica histórica/Antes que histérica histórica”.

Sara Hebe

La rapera escribe “poesía urbana” que a través del hip hop revela los reclamos del movimiento feminista: “Nadie se suicida en una comisaría/Yo abortaría por si se hace polícia/Nadie se suicida en una comisaría/Los cuerpos hablan, no flotan río arriba”.
Hay otra característica que distingue a Sara Hebe y es que desde el rap instala y tematiza el eros. Progresivamente, la rapera fue acercándose a otros géneros “bailables” como el reggaetón y la cumbia. A diferencia de Wos, que en su versatilidad musical, están el rock y el trap.
Sara Hebe rompe con ciertas durezas del género del rap: “Erótica se pone/Romántica un poco/Afónica un poco/Visiónica te enferma/De forma crónica”, llevándolo al campo de lo sensual y lo femenino como reivindicaciones de lucha.

A través del género rap que, a lo largo de los años, fue alcanzando mayor popularidad a nivel nacional, podría decirse que se transportan ciertas narrativas críticas sobre la realidad del sistema capitalista. Sin pretensiones de reducir este género a una práctica de resistencia. Más bien, hacer énfasis en que despliega una importante potencia y capacidad creativa para hablar desde una posición que observa y que se involucra en el mundo. Un mundo que se construye como roto, robótico, angustiante, en algunos aspectos, y, aun así, encuentra, en muchos casos, espacios para el contacto con el otro y también, para el deseo.

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Sabina Bulcourf
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Estudiante avanzada de Crítica de Artes. Cantautora. Inquieta, multifacética.