El castillo: vivir con lo heredado

Alejandra Portela
Sitio Leedor
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3 min readDec 1, 2023

Todavía mantienen algo de un esplendor pasado muchas casas o cascos de estancia de la otrora oligarquía terrateniente, propietaria de grandes cantidades de hectáreas en la provincia de Buenos Aires. A muchas de estas edificaciones, la voz popular las llama castillos porque tiene un aire arquitectónico que los asemeja más a pelicula de género que a los castillos o palacios europeos de la Edad Media en adelante.

No podría asegurar que cada pueblo de la provincia tiene su castillo pero sí que tienen sus secretos, y que revelar sus historias es revelar las historiaas de los pueblos, cosa que puede ser tarea complicada. Que una mujer, descendiente de indígenas (cosa de la que nos enteramos cuando llega el censo) y antigua sirvienta de la familia aristocrática que allí vivía, y su hija, hayan recibido de herencia ese castillo con la promesa de nunca venderlo puede tener también algo de perversión de clase. La familia de la ex dueña se ocupará de recordarle a Justina y a Alexia que ellos son los legítimos herederos y aparecerán algun que otro fin de semana para que aquellas los atiendan. La rebeldía de Alexia choca con el serviismo de Justina. Algo así como que aún con castillo la sirvienta sigue si´rndolo, la india tambien.

¿Cómo mantener impuestos, servicios, manutención de una casa con 12 habitaciones? teniendo solamente 4 o 5 vacas para vender? De qué vive Justina? Imaginamos que la misma filmación del documental le dio algún beneficio, sólo imaginamos.

La arquitectura rural y el campo resultan nudo de encuentro de choques de clase: de aquel film Paula Cautiva (Fernando Ayala, 1963) en el que la joven nieta del dueño de estancia debe sobrevivir prostituyéndose, y su abuelo, tambien para sobrevivir, generar espectaculos camperos para turistas, El castillo da una vuelta más a esas relaciones entre los nuevos habitantes del siglo XXI y el poder de clase.

El documental de Benchimol describe con amorosa precisión la vida cotidiana de estas dos mujeres, se sujeta a la observación pero también a la ficción performática: ellas actúan su propia vida y su propia película y se convierten, antes que la casa derruída, en el centro de atención, en medio de esos muebles, vajillas, fotografías, alfombras que sirve de escenario para recordarnos de ese antiguo esplendor, de ese pasado adinerado de un país que alguna vez fue granero del mundo.

El castillo se va a a poder ver en la Sala Leopoldo Lugones.

el Jueves 7, sábado 9, domingo 10 y martes 12 a las 21 horas.

Miércoles 13, jueves 14 y viernes 15 a las 18 horas.

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Alejandra Portela
Sitio Leedor

Licenciada en Artes de la Universidad de Buenos Aires. Decana de la Facultad de Artes de UMSA. Directora de Leedor.com. Forma parte de Fundacion Cineteca Vida.