Entrevista con Giulia Caminito: conocer la Italia del tiempo de su adolescencia

María Paula Micucci
Sitio Leedor
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15 min readJun 9, 2023

La escritora italiana Giulia Caminito (1988) visitó por primera vez Argentina durante el mes de mayo y realizó una residencia de escritura en el Instituto Italiano di Córdoba (IIC). Participó de múltiples eventos promocionando su novela El agua del lago nunca es dulce (2021) recientemente publicada por la Editorial Sexto Piso en España y distribuída en Latinoamérica. Es su primera novela traducida al español, además, fue finalista del Premio Strega y ganadora del Premio Campiello en 2021.

Tuvimos el placer de realizar la última entrevista de su estancia en Córdoba.

María Paula Micucci: Hay una escena en el libro que es muy especial. Gaia, la protagonista, está con sus amigos en un parque de diversiones y tiene la oportunidad de hacer tiro al blanco, ella acierta todos los tiros y se lleva el premio mayor: un oso gigante color rosa. Es también, el primer momento en que ella alcanza un logro en público y sus compañeros la reconocen.

Giulia Caminito: Esta es una escena muy importante, donde me interesaba también mostrar los juegos adolescentes, el encuentro en este tipo de parques es muy común en los pueblos y se da también entre distintos grupos. Allí se muestran las primeras destrezas, es un espacio alejado de la escuela donde las reglas son menos rígidas, distintas y además se encuentran chicos de distintas edades y colegios. Tiene mucho que ver también con mi propia experiencia, quería recrear ese intercambio adolescente que es inocente, pero donde se empiezan a notar ciertas diferencias, comparaciones entre los que asisten.

MPM: Justo antes de esta escena, juegan a los autos chocadores y el jugo tiene una característica particular y es que un jugador tiene la posibilidad de besar a alguien y ese se gana una ronda más.

GC: Si, exactamente. Esto también viene de una vivencia propia. En algún momento del juego, el empleado tocaba una sirena y se paraban los autos, decía un número de auto y uno de los dos que estaban ahí debía levantarse y besar a otro.

MPM: Es decir que era una dinámica propia del parque. Me resulta extraño, como una forma de mostrar que ya no eran niños y que podían hacer cosas de adultos, un paso de la niñez a la adolescencia. También es claro que no todos querían hacerlo y seguramente sentían pudor o no querían simplemente.

Giulia Caminito en Córdoba

GC: ¡Claro! No querían hacerlo, quizás. Yo no lo hacía nunca, no me levantaba, si llamaban a nuestro auto, le decía al que estaba conmigo de levantarse y dar el beso. Tenía vergüenza. Me parecía que esto contaba mucho de los adolescentes, que es un poco lo que yo quería decir, cuando te avergonzás, cuando tenés pudor, cuando ves que los otros reciben atención que vos no. Es ahí, comenzás a sentirte extraña con el cuerpo, con cómo sos, por qué no le gustás a los otros.

MPM: También las preguntas, por qué no quiero hacerlo, por qué los otros son más atractivos y por qué me siento así.

GC: Si, en mi opinión ahí aparecen los problemas que después permanecen también cuando uno es adulto. Estas primeras experiencias de contacto, las primeras con los otros.

MPM: También la adolescencia es propiamente un símbolo de esta falta de cosas. Adolecer significa eso que te falta, te falta todo y todo se vuelve difícil de entender.

GC: Si, en verdad. Gaia es un personaje al que le falta todo. Ella siente que le falta todo: los objetos, ser amable, gustar, la familia adecuada, las amistades adecuadas. Se siente muy frustrada. En mi opinión, todos nosotros sentimos un poco eso en ese periodo de la vida.

MPM: Quizás no tiene siempre relación con la situación particular económica. Se vincula con la posibilidades que tiene cada familia, la casa en el caso de Galia, pero también con la edad porque quizás tiene muchas cosas que no sabe valorar.

GC: Si, no valora lo que tienen. La sensación que quería reproducir es justamente que ella no le da importancia a las cosas que tenía, por ejemplo, a las amistades. Algunas amistades que podía darle más importancia o al sacrificio de la madre. Piensa solo en las cosas que no tiene, porque -en verdad- de forma natural nos focalizamos en las cosas negativas más que en aquellas que son positivas. Es muy difícil que logremos sentirnos mejor así, no se intenta compensar con lo bueno, por ejemplo, no era común escuchar: -bueno, pero están todas estas cosas positivas- Ella no lo hace prácticamente nunca en el libro.

MPM: Siento que para nosotras, leer este libro es un poco retornar a este periodo. Respecto a la experiencia de la misma etapa en Argentina, hay muchas coincidencias. También, yo conocí la tecnología como elemento corriente cuando estaba en la facultad, eran los primeros años del WhatsApp, por ejemplo. Creo también que los adolescentes de hoy pueden leer la novela como una compañía, quizás no en cuanto a los objetos y las posibilidades tecnológicas, pero sí las mismas sensaciones.

GC: Espero que sí, me parece que sí. También hablando en Italia con chicos más jóvenes he visto que compartían los mismos sentimientos. Son las sensaciones las que han encontrado en común. Busqué lo más posible de recordar también yo y de incluir esto en el libro. En cambio, las partes de las redes sociales claramente son muy pocas porque en nuestra adolescencia no había. Es interesante que estas cosas entraron en nuestra vida más adelante y, según mi opinión, para contar una adolescencia mediada por las redes sociales es necesario trabajar de otro modo.

MPM: ¿Pensás también que hay algo de nostálgico con este tiempo en el cual todavía no había llegado la tecnología? O no pensaste en esto.

GC: No lo pensé, pero en verdad yo me siento un poco nostálgica respecto a ese tiempo porque es claro que este tipo de tecnología es parte hoy de nuestra vida, una tecnología casera, del trabajo. Las computadoras se usaban primero mucho para el trabajo, los primeros teléfonos eran solo para hablar. Ahora cambió todo.

MPM: También la forma de relacionarse, el vínculo con los otros.

GC: Las relaciones, imaginarse a sí mismo, contar sobre uno, vivir, la relación entre cómo hoy representamos la vida y cómo la vivimos. El modo en el cual las imágenes cuentan fragmentos de la vida y cómo nosotros seleccionamos algunos, por qué y qué significados le damos al interés que los otros muestran sobre nosotros. En algún punto, podemos contarlo porque los likes, las visualizaciones se pueden contar, todo. Hay menos misterio también.

MPM: Es siempre una parte, ¿cierto? Aquello que queremos contar.

GC: Si, una parte muy pequeña.

MPM: Y que también tiene mucho que ver con el tema de lo público y lo privado. Qué dejamos en privado y qué hacemos público, qué es bueno para mostrar y qué no. Esto que quizás ya no tiene tanto que ver con las instituciones, la escuela, la casa, la calle. Esto es importante, pero hoy hay otros modos de entender, de encontrar los límites entre lo público y lo privado, es una realidad distinta y que quizás todavía no sabemos cómo va a ser en un futuro.

GC: Todo es muy distinto, el vínculo con la realidad, los ambientes que se pueden narrar, cuáles son las partes que no se cuentan que son muchas, en verdad. Mostramos una parte muy pequeña, no es que una foto al día puede representar todo lo sucedido, pero quizás muchos te conocen por esa foto al día y tienen una imagen tuya que no tiene tanto que ver con tu propia vida. En mi opinión, todo este discurso, no lo podía representar en el libro porque necesitaba otro modo de apropiarse, otro razonamiento, no podía incluir las redes sociales sin más. Además, me interesaba contar mi adolescencia, donde no estaban, todas estas cosas comenzaban a aparecer, pero no eran comunes. Hoy quizás a los 10 o 11 años, tienen Tiktok, Instagram y son muy pequeños. Con 11 años, yo máximo miraba televisión, eran cosas que no existían, no es que yo no las podía tener. Me interesaba hablar de cuando todo esto no estaba y que, en verdad, son unos pocos años los que pasaron.

MPM: Quizás aún no nacieron las escritoras o escritores que van a hablar de la adolescencia atravesada por la tecnología.

GC: Así es. En Italia, hay novelas en las cuales la tecnología está presente o la tratan como tema, pero por ahora una novela significativa, profunda sobre esto, no leí todavía, por ejemplo. Es necesario tiempo también para ello, para empezar a escribir de algunas cosas.

MPM: Es cierto que la literatura siempre se anticipa a las cosas, ve cosas que quizás no han sucedido como las guerras, los problemas sociales. Pero creo que la tecnología trajo un cambio difícil de comprender.

GC: Quizás necesita más tiempo para entender como también la pandemia, cómo apareció en las redes, necesita tiempo para ser narrada. Quizás no es aún ahora el momento para contarla realmente, decir lo que ha causado y escribir.

MPM: Pensé también en los espacios de la novela, por ejemplo, el primer espacio es la primera casa, donde todos estaban juntos, donde no tenían una real privacidad entre los hermanos, los padres, donde los gemelos dormían en el mismo cartón. ¿Cuáles son las cosas que quedaron de ese tiempo?, ¿o qué cosas se repiten en los siguientes espacios de la novela como la casa en el barrio rico, luego, la otra cerca del lago? Y también, porque estos serían espacios ligados a la privacidad de la familia, pero también están los otros como la escuela, el lago, ¿qué podés encontrar en común o qué se diferencian? Quizás consideras que hay tópicos que atraviesan toda la historia.

GC: La parte inicial es en la que la familia se encuentra con mayores dificultades, pero también están más unidos. No tienen privacidad porque están en un único espacio, están cerca; más adelante, en el libro, Mariano dice que cuando se fueron de ahí las cosas comenzaron a romperse de algún modo porque les dieron primero una casa en una parte rica de la ciudad, aún cuando era una casa popular, estar allí no es simple para una familia con dificultades porque enseguida se los considera menos que los otros, porque son ruidosos, son muchos hijos, no están acostumbrados a ese contexto. Esto es algo que la mujer con la que trabajé me contó, de la dificultad para ellos de salir del barrio de periferia a donde estaban, querían salir, pero luego se encontraron en un contexto rico con otros problemas y otras frustraciones. En mi opinión, esto es importante de decir sobre las casas populares en el sentido que es cierto que son casas que son adjudicadas a las familias con necesidad, pero te la pueden dar en cualquier lado, no es que se puede elegir la zona, se puede hacer el pedido, pero por otra parte, cuando hay necesidad de una casa, esa que te dan, te dan. Y esto puede cambiar mucho el tipo de relación que se tiene con el lugar donde se vive, a dónde estudian tus hijos, a donde vas a trabajar, en qué contexto estás. De cualquier modo, la pregunta que me hacía era qué familia hubiese sido esta si ellos hubiesen permanecido en el barrio de la periferia, en otra casa, quizás a donde puedan vivir mejor, pero en un contexto que para ellos era más conocido porque, después, Galia se encuentra en una escuela de ricos, donde siempre le hacen notar que tiene menos, que no tiene suficiente, es decir, esta sensación constante de ser marcado como quien no tiene lo mismo que los otros pienso que nace en el momento que aparece la posibilidad de salir de la periferia.

MPM: Creo que también hay una elección porque Antonia quiere que Galia vaya a la escuela en Roma, al liceo clásico ¿Cómo podemos pensar esta relación? Porque ella es una mujer que trabaja, que encuentra un lugar cerca del lago donde pueden crecer sus hijos. Quizás tiene que ver su idea del estudio, es un poco confusa esta parte porque ella quiere que Galia vaya a la escuela de ricos y no Mariano, él se queda en la zona del lago y va a una escuela allí.

GC: Sí, Mariano se queda allí, pero creo que esto es algo común en Italia. Las familias reflexionan mucho sobre la escuela a la que van a ir sus hijos. Hay quien manda simplemente a los chicos a una escuela cercana, pero en realidad si uno quiere estudiar, continuar luego estudiando, normalmente las familias buscan las mejores escuelas, donde la enseñanza es mejor, donde hay más dinero para actividades deportivas o para las salidas, las que tienen una mejor estructura. Entonces, muchos padres piensan en esto en Italia y también Antonia piensa en que para Galia sería mejor no ir a una escuela de provincia, sino a una en Roma, una con un ambiente de personas que ella imagina que pueden ser para mejor, le parece que es un contexto donde ella puede crecer más. El liceo clásico en Italia es para aquellos que después quieren seguir estudiando, continuar en la universidad, se puede hacer el liceo que sirve para la universidad o los institutos técnicos, aquellos que sirven para prepararse para el trabajo, entonces, hacer el liceo significa que después el hijo deberá continuar la formación porque, al final del liceo, no se puede hacer nada con el diploma, mientras que con el del instituto técnico sí, por ejemplo, está el de hotelería que después podés trabajar como mozo, trabajar en la estructura de los hoteles y así, en cambio, en el liceo clásico no podés hacer nada a los 18 años. Entonces, la idea de Antonia es ya esa de hacerla estudiar. Hace esta elección que, en realidad, va en contra de Gaia porque se encuentra en un ambiente competitivo, hostil. Estas son las experiencias que también he vivido yo o amigas mías que fueron al liceo. También, conocidos míos de Roma, donde el ambiente era muy snob, muy cerrado, pasaron malos momentos, sufrieron acoso e incluso debieron cambiarse de escuela porque no se adaptaron. Quería contar un poco de esto, hay mucho clasismo en la escuela, hay escuelas que son consideradas mejores, pero las personas de familias con menos posibilidades sufren estar allí porque son ambientes donde se juzga más, donde hay más presión.

MPM: También la idea de la amistad que puede tener de la provincia o del pueblo es muy distinta de las de la ciudad, de un liceo.

GC: Era así también para mi, tenía muchas amigas en la provincia cerca de donde vivía, pero me costaba mucho más en el liceo porque era otro ambiente, otra mentalidad. Eran muy agresivos, prejuiciosos, se sentían siempre muy adultos y tenían este comportamiento, se drogaban ya mucho, no sé, teníamos 12 años y ya salían a bailar todas las noches, era un comportamiento muy distinto al mío. Yo era una chica simple que estudiaba y cuando volvía al pueblo íbamos al lago o a la plaza, era todo mucho más simple, espontáneo. Teníamos 13, 14 años y andábamos en bicicleta, teníamos las primeras experiencias como adolecentes, pero era distinto. En Roma, se iba al centro a hacer compras, era normal ir a boliches estaban abiertos a la tarde y había que ir vestidos de cierto modo, debías estar en la lista de aquellos que podían entrar. Cuando tenías 16 años, estaba ya esta idea de que uno debía estar registrado en una lista y tener ciertos amigos para poder ir a una fiesta, ver si estabas invitado o no. Era todo distinto, en cambio, en el pueblo íbamos a las plazas, en verano, íbamos a jugar a la pelota, compramos una coca y un sandwichito, es decir, más simple.

MPM: El liceo es también público, ¿cierto?

GC: Sí. Los liceos son públicos. En Italia, la escuela pública es mejor que la privada, es considerada así. Sobre todo, los liceos porque las escuelas privadas, en realidad, están hechas para los que no estudian porque pueden hacer también muchos años en uno. Por lo general, las escuelas públicas son mejores.

MPM: Pero existe diferencia entre las mismas escuelas públicas. Por ejemplo, entre las de la provincia y las que están en la ciudad.

GC: Si. La mayoría va a la escuela pública en Italia, pero no todas son iguales porque tiene que ver con el barrio en el que están, también, la estructura que tienen. En el centro de Roma, hay liceos que están en edificios históricos hermosos, restaurados, que están en pleno centro y claramente las personas que van ahí son muy distintas que las que van en periferia, donde se encuentran en estructuras algunas decadentes, donde las paredes están escritas y hay muchas cosas que no funcionan. La personas ricas exigen que la escuela no tenga carencias, mientras que las familias en dificultad no tienen tiempo de esto o tampoco sus hijos les comunican los problemas. Yo conocía a muchas personas que iban a escuelas de periferia porque venía de la periferia, las personas con las que más relación tenía eran aquellas que iban a institutos técnicos, decadentes, feos, donde se estudiaba poco, donde había otro tipo de delincuencia, donde se peleaban entre los alumnos, había muy pocas mujeres a las que les costaba mucho estar en estos ambientes. También, la escuela pública puede ser una escuela clasista dependiendo de dónde está.

MPM: Me gustaría hacer una pregunta vinculada a otra cosa y vuelvo a la escena del oso que se gana en el tiro al blanco. ¿Se podría pensar que hay una personificación del objeto?, ya que siempre está ahí, vigila la vida de Gaia, la mira, cuando está Mariano, cuando no está, etc.

GC: En todos mis libros aparecen los animales, pero en este quería que en primer lugar aparezca uno falso, es también un animal tótem, representativo del libro. Quería uno falso porque es una época en la cual se le da mucha importancia a las cosas de plástico, las cosas de colores, artificiales, las cosas falsas. Los primeros años del 2000 eran esos del grupo Aqua que cantaban la canción “Barbie Girl”, también, en los años 90 se pueden vincular a lo plástico, además, un momento en que ninguno de nosotros pensaba ni le interesaba profundizar. Por eso, quería un animal falso, muchas veces en los parques de juegos hay premios que son osos muy grandes y muy lindos. Entonces, me imaginé que ella podía ganar disparando este oso que, en realidad, no servía para nada porque no es un verdadero animal de compañía, es como una presencia que está ahí ve todo lo que ella hace, está en su habitación, se llena de tierra. Ella ya no es una niña, no es que juega con él. También, me pareció interesante que el oso, que es un animal temible que difícilmente lo encontramos en la vida real, pero extrañamente es parte de nuestra infancia. Por ejemplo, yo crecí con un osito que todavía tengo de cuando era muy chica, es decir, tenemos al oso como un animal gentil, de la infancia, que hace compañía, da afecto y a menudo tiene colores absurdos como azul, rosa, verde y, para mi, no hay nada más distante de la naturaleza que un oso rosa que, como en este caso, se puede ganar disparando en un parque. La última cosa que se debe hacer cuando se ve un oso es intentar disparar o acercarse a él porque sea un animal de compañía o porque te recuerde a tu infancia. Entonces, me preguntaba y siempre me pregunté sobre cómo nació esta costumbre que los niños de todo el mundo tengan un oso como animal, cuando podría haber sido cualquier otro, por qué no un animal más cercano a nosotros más doméstico, el perro, el gato, la gallina, pero en cambio el oso que es selvático. Entonces, se me ocurrió incluirlo en el libro, que este esta presencia en la habitación. Después, fue lindo porque muchas personas que leyeron el libro me enviaron fotos de sus osos o que habían encontrado, grandes, color rosa y así.

MPM: Se convirtió en un símbolo de la novela

GC: Si, se transformó en un símbolo. Al principio, querían poner al oso también en la tapa del libro, una foto, pero insistí porque quería que fuera una foto de la protagonista porque ella es la voz, el centro, no quería algo simbólico para el libro, quería algo como también es en la versión en español, en la cual hay una chica pelirroja y el agua, que son los elementos, para mí, más representativos del libro. Ella, sus características y después el agua, el lago, también, la pileta y todo.

MPM: Con esto que me comentás ahora, pienso en la protagonista y su agresividad porque esperamos que sea tranquila y luego siempre pasa a ser violenta, usa su fuerza para defenderse. Una última pregunta breve sobre el capítulo titulado “El verano es como morir un poco”, ¿a qué se debe el vínculo entre el título y el último párrafo del texto que repite la frase?

GC: Es una canción italiana de una cantante que se llama Malika Ayane y que no sigo mucho, es una buena cantante italiana melódica, no es que soy fan, pero siempre me gustó este estribillo en el que dice que el verano muere un poco porque yo fui siempre una de esas que en el verano se siente un poco depresiva, sufro mucho el calor, muchas veces tengo episodios nerviosos en verano y siempre sufrí mucho todo lo que tiene que ver con el verano. Y dado que este capítulo es terrible, se me ocurrió este título que tenía en la cabeza, tanto que el libro se podría haber llamado así en mi opinión porque cuenta tantas cosas que suceden en verano, pero sí es solo una canción, es la única canción de la cantante verdaderamente conocida.

MPM: Y cómo es el tema de la primera persona en el texto, porque el capítulo cierra, “O por lo menos así habría escrito yo su historia en una redacción que llevara por título: El verano es como morir un poco”.

GC: En italiano era, si debería escribir yo esta historia en una redacción, el título sería, elegiría como título, El verano muere un poco, así era en italiano, es decir, que si ella contara la historia de Carlotta, cómo la hubiese contado ella en una redacción.

MPM: Sí, así también se entendió en español. Muchas gracias.

Entrevista realizada y traducida por María Paula Micucci.

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María Paula Micucci
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Licenciada en Letras Modernas y Correctora Literaria por la UNC. Escribo en @sitioleedor. Traductora, periodista cultural, tallerista IG: @airlavell