Entrevista con la autora alemana, Antje Rávik Strubel

María Paula Micucci
Leedor
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9 min readMay 4, 2023

La escritora alemana Antje Rávik Strubel presentó su novela Mujer Azul (2022) en la 47 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en diálogo con la crítica argentina Gabriela Borrelli Azara, con el apoyo del Goethe-Institut y de la Feria del Libro de Fráncfort. Es la primera novela de su autoría publicada en español, fue traducida por el argentino Ariel Magnus y editada por el sello editorial El Cuervo.

Imagen: Zaia Alexander

Luego de la presentación, tuvimos la oportunidad de conversar con ella.

María Paula Micucci: La primera pregunta que me gustaría hacerle es acerca de la protagonista, ¿por qué una chica de origen checo? Siendo que usted es una escritora alemana y que escribe en alemán.

Antje Rávik Strubel: Adina es un personaje de mi segunda novela, Unter Schnee (2002), la cual se desarrolla en República Checa, en el centro de esquí de Harrachov. La escribí a finales de los noventa, cuando iba seguido a esquiar a esa zona. Allí, Adina tiene 12 años y es la última adolescente del lugar, tiene una pequeña participación en la historia, siempre pensé que tenía que saber qué había pasado con ella. Cuando estuve en Helsinki y supe que quería empezar una nueva novela, recordé a ese personaje, podría tener unos 20 años y vivir en el departamento, donde yo estaba. Así es como empieza la novela. Es por eso que el personaje ya existía y tenía interés en saber qué había pasado con ella. Entonces, la protagonista y el lugar (Harrachov), donde vive su infancia, tienen origen en esa novela anterior.

MPM: En esa novela, ella no es protagonista, ¿cierto?

ARS: Es una novela que tiene varios capítulos, son dos alemanas que esquían y, en distintos momentos, uno conoce también la gente que vive en el lugar. Adina es uno de los personajes que aparece, junto a otros.

MPM: Entonces, debemos leer la novela para saber más de ella

ARS: No es obligatorio. Solamente, es el origen del personaje, no se sabe mucho más, pero sí se puede tener otra imagen del lugar y de ella. Lo bueno es que el personaje ya estaba y tenía ciertos problemas. Cuando estuve en Helsinki, pensé en Adina considerando el contexto de la problemática Este-Oeste en Europa.

MPM: Como alemana, notó rápidamente la diferencia, o más bien, las dificultades vinculadas a la noción de Oriente y Occidente. Estuve un buen tiempo en Erfurt, viví allí un año y pude ver cómo la gente siempre tiene presente la diferencia entre Este y Oeste, esto está muy claro en la novela. También, cuando usted viajó a República Checa, pudo notar esta problemática y, seguramente, la conmovió. Se trata de algo que está anclado en la sociedad y se puede observar en cada persona, tienen presente la caída del muro, el antes y el después. Pregunto, cuando Adina viaja a Berlín, ¿es como si ella buscara una Europa Central como un encuentro entre esas dos sociedades?, ¿como una frontera entre Europa Oriental y Occidental y el lugar donde se entiende el problema?

ARS: Así se puede leer Berlín, pero yo creo que eso no le interesa a Adina. Ella quiere estudiar y aprender alemán. No reflexiona sobre eso, pero -claro- Berlín es evidentemente el centro donde el Este y Oeste conviven desde hace más tiempo, es también la ciudad donde menos se evidencia el conflicto.

MPM: Ese era su deseo y motivo para viajar a Berlín, pero ello queda trunco cuando sufre el abuso y la violación.

ARS: Si.

MPM: Cambio el tema para preguntar sobre las lenguas que aparecen en la narración. Piensa que, ¿podría leerse el español como una cuarta lengua en la novela? Adina habla checo, pero también alemán, inglés y se escuchan otras lenguas, pero no el español ¿Pensó en ello?

ARS: No, eso es interesante, pero creo que deberíamos verlo en cada traducción y preguntarle sobre eso al traductor. También, debería uno tener en cuenta a qué lengua se traduce, de cuál hablamos y desde cuál partimos. Creo que es una interesante reflexión, pero posible para hacerle al traductor.

MPM: O también una posible pregunta para los lectores de cada país. Pregunto porque usted está acá, no estuvo antes en Argentina o Latinoamérica, ¿no?

ARS: No, tampoco en Latinoamérica. Estuve antes en Bolivia, en este mismo viaje, no en otra ocasión.

MPM: ¿Conoce algo de los movimientos feministas de Latinoamérica?

ARS: En verdad, no. Pero sé que, por ejemplo, en Bolivia hay un gran número de femicidios, también, problemáticas vinculadas con los niños. La cuestión se ve bastante mal.

MPM: ¿Cree que la protagonista, que es una chica checa, podría tener algo que ver con un personaje latinoamericano? Teniendo en cuenta los flujos migratorios actuales.

ARS: Eso lo comentamos un poco en el diálogo con Gabriela (Borrelli), evidentemente se pueden encontrar paralelismos. Aquí hay también discriminación, hay quienes tienen más que otros y todo lo que tiene que ver con corrientes migratorias, esto sucede en todos lados. En todo el mundo hay estructuras de poder y este tipo de conflictos, por supuesto, en otros lugares no tiene que ver con el territorio europeo y con el problema entre Este-Oeste.

MPM: Increíble es que siempre las mujeres son las que están en el mismo lugar de vulnerabilidad. Aquí en Latinoamérica, Europa, Asia, no estuve en Asia, pero me puedo imaginar que no puede ser tan distinto.

ARS: Exacto. Rebecca Solnit es una escritora estadounidense y dijo algo así como, la violencia contra las mujeres es un problema global y ello no depende de la nación, de la cultura, la religión, color de piel. Existe en todos lados. Pero pienso que está claro, los hombres han dirigido por siglos la sociedad y las mujeres quedaron siempre relegadas a lo privado. Se trata de una sociedad estructurada de manera patriarcal y a costo de las mujeres y niños, también.

MPM: Entonces, al final, tiene que ver con las estructuras de los países, de la sociedad, aquí en Argentina, en Europa del Este, Europa Central u Occidental. Algo muy importante es que el libro va a ser leído aquí en Argentina y usted habla sobre esas dos Europas (Este y Oeste), aquí, hay migración hacia Europa y, también, mucha familias que tiene raíces en Italia, España, Francia, Alemania, por esta razón, considero que es muy importante este tema, ya que no mucha gente conoce sobre esa diferencia. Cuando aquí se habla de Europa, normalmente, se hace referencia a los países nombrados.

Si consideramos una mirada actual sobre esta problemática (Este-Oeste), ¿qué está cambiando hoy en día? Pregunto desde su perspectiva como escritora, ¿qué ve usted, qué descubre Adina en la sociedad o entre esas sociedades diferentes?

ARS: Es difícil saber qué cambia en la mirada de Adina respecto a estos temas, no lo sé, ella está ocupada en su problema, en su experiencia traumática. Pero en cuanto a las instituciones en Alemania, sí ha cambiado mucho. Hay una conciencia de que las posiciones de poder, que fueron dominadas por hombres por años, ahora pueden ser ocupadas por otros. Por ejemplo, en los teatros, el director decía qué se tenía que hacer, qué era lo correcto y esto nunca fue criticado. Ahora, hay mucha más cooperación entre los integrantes de la obra, más personas con la función de coordinar en un teatro, es decir, pasa a ser un trabajo colectivo, o también, mujeres dirigen teatros. Se puede percibir un cambio lento que busca mínimamente dar cuenta de estas problemáticas que estaban invisibilizadas. Lamentablemente, hay siempre un sector que se encuentra en contra de estos cambios, por ejemplo, con todo lo que tiene que ver con géneros, queer, una diversidad que siempre queda silenciada. Al final, creo que cada sociedad tiene un sector que está en contra de grandes cambios. Es decir, evidentemente, esto sucede y la derecha, no sé cómo es en Latinoamérica, pero en Estados Unidos es muy claro y en Europa, por todos lados, los partidos de derecha se están volviendo de nuevo fuertes. Por supuesto, tiene que ver con las autoridades y las metas que tienen y es algo que me atemoriza. Algunos dicen, o más bien, una autora me dice que ella considera que se trata del último legado del patriarcado, espero. No tengo grandes esperanzas, pero sería bueno, si se tratara de lo último.

MPM: En la novela, se pueden notar tensiones vinculadas al micropoder que ejercen algunos personajes sobre otros. Por ejemplo, cuando Adina habla con Leonides, se puede entender un espacio de distancia entre ellos, como si ella hablara detrás de un velo. Tiene que ver también con su dificultad de comunicarse que se hace presente al comienzo de la novela. Es como si ella buscara una respuesta, de sus pares, del estado.

ARS: Si, exactamente. Ella busca por todas partes, pero no es posible que suceda. Creo que no es para nada posible que pueda hablar con alguien que sea cercano, de su entorno, porque enseguida sería tomada como una mujer que sufrió violencia sexual y eso es totalmente negativo. No puede contar lo que le sucedió y por eso necesita a Kristina, alguien que no tiene nada que ver con ella, de afuera, con la cual le es posible charlar. Leonides, su pareja, ignora el trauma que arrastra, lo cual es muy bueno para ella, aunque también es muy trágico para él, ya que no puede comprender lo que sucede.

MPM: Se puede leer, o al menos al comienzo, que con la única que puede hablar es con el personaje de mujer azul.

ARS: Ella no habla con la mujer azul. Hay un “yo” en la traducción, ¿cierto? Siempre dice “yo”.

MPM: Si.

ARS: No es Adina, es un “yo”. Y esa primera persona tiene que ver conmigo como autora.

MPM: Eso es muy interesante, no lo sabía.

ARS: Se puede pensar que es Adina, pero, en realidad, leyendo un poco más de mi obra anterior, hay otros libros en los que este desdoblamiento se manifiesta. La mujer azul también pregunta sobre lo que estoy escribiendo, etc. Es un “yo” narrador muy cercano a mi como autora. Esto también salió a la luz en la presentación (con Gabriela Borrelli), pero no pude aclararlo porque continuamos hablando de otros temas. En cualquier caso, la mujer azul no es Adina.

MPM: Es bueno saberlo. Como lectores, podemos leerlo como si ella fuese también Adina

ARS: Se puede hacer de todas maneras, ¿por qué no? Cada uno puede leer como desea, pero mi idea como autora no era esa. Ese “yo” es un otro “yo”, pero eso al final no importa.

MPM: Creo que tiene que ver con los sentidos que le dan los lectores a la historia. Probablemente, ahí ya no es tan importante cuál era la idea original, quizás ya no tiene usted la posibilidad de intervenir.

ARS: Exactamente.

MPM: Es lo que hace que un libro sea interesante, que los lectores encuentren nuevas asociaciones o posibilidades. Justamente, es una característica que hace que un libro quede en la memoria y sea leído. Además, no es algo muy lejano a la narrativa contemporánea, un personaje puede estar construido por diversas perspectivas, primera persona, tercera y el hilo puede comprenderse, funciona.

Aprovecho para hacer una pregunta sobre la estructura de la novela, desde el comienzo, se puede notar los cambios espacio temporales, se habla de la juventud y la niñez de Adina y ese cambio de perspectiva no se anuncia y esto funciona muy bien ¿Ha trabajado especialmente en este recurso de la narrativa o se trata de un estilo propio que ya se ve en otros libros de su autoría?

ARS: Los flashbacks se pueden narrar de diferentes maneras. No me gusta cuando se anuncian, creo que pierden sentido. Me puse a reflexionar sobre cómo funcionan para mi los recuerdos en mi vida cotidiana. Y así como uno recuerda algo, luego lo asocia a otra cosa y surge otro recuerdo y así funciona. La conexión con el pasado puede ser a partir de una linda imagen o para Proust era el olor de la magdalena, la famosa escena de su autoría. Solo hace falta un estímulo que, aún siendo pequeño, hace que se desprenda el recuerdo. Se pueden probar muchos recursos para acceder al pasado de un personaje en una narración, pero de ningún modo es necesario poner un título que anuncie la narración en retrospectiva, si es así, pierde el sentido. De todas maneras, no fue fácil, porque hay muchos flashbacks y debía ser elegante el cambio.

MPM: Es importante destacar que la narración fluye y, aunque es una novela larga, se puede leer muy rápido.

ARS: Eso es bueno y me alegra mucho.

MPM: Bien, no sé si le gustaría decirle algo a sus lectores de Argentina. De cualquier modo, le agradezco mucho el tiempo y fue un placer conversar con usted.

La entrevista fue grabada y traducida del alemán al español.

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María Paula Micucci
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Licenciada en Letras Modernas y Correctora Literaria por la UNC. Escribo en @sitioleedor. Traductora, periodista cultural, tallerista IG: @airlavell