Hayrabet Alacahan
Sitio Leedor
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15 min readJul 12, 2020

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Filmografías: Aki Kaurismaki, el peón de albañil que fue director de cine por culpa de Buñuel.

Podemos imaginar en una seguidilla de fotogramas lo siguiente: Un hospital regular. Nacimiento de un niño. Una madre con el niño en sus brazos. Un hombre en la sala de espera fumando lo más tranquilo. Una enfermera dice al hombre que es padre de un niño. El hombre entra a la sala de partos y observa a su mujer y su hijo. El niño emite sus primeros llantos. ¿Qué nombre le ponemos? pregunta a su mujer con una cara sin gesto. ‘Aki’ responde fríamente su esposa. El hombre, conforme, sale de la sala…

Así nacía el talentoso cineasta Aki Olavi Kaurismaki el 4 de abril de 1957 en Orimattila, Finlandia.

Según su testimonio fue a la Universidad sólo por tres meses; “porque me aburrí. No descubrí la verdad en la Universidad. El único trabajo que me gustó de verdad fue el de peón de albañil, preparando la masa del cemento… bueno, y el de lavaplatos”.

Desde aquellos años su curiosidad hacia el cine iba creciendo al galope, veía media docena de películas por día, sin dejar de alimentar su otra manía: la lectura.

“Cuando era joven ví ‘La edad de oro’ de Buñuel y eso cambió mi vida: en gran medida yo acabé en este sucio negocio por culpa de Buñuel ” dijo alguna vez Aki Kaurismaki, uno de los cineastas más sobresalientes de las últimas décadas.

Sus primeros pasos fue al lado de su hermano mayor Mika Kaurismaki, a quien ayudaba en lo que hiciera falta, sobre todo participó en algunas películas como coguionista. Era una forma de abrir surcos en busca de su propio estilo, y con esas experiencias se animó a codirigir con Mika, el documental “Saimaa-ilmiö” en 1981, en los colindantes del lago Saimaa.

Crimen y castigo / Rikos ja rangaistus (1983)

Después de dos años del documental sobre el lago Saimaa, se largó a filmar la alucinante novela ‘Crimen y castigo’ de Fiódor Dostoievski (1821–1881). Su entusiasmo había surgido al leer en el libro El cine según Hitchcock de François Truffaut, donde el gran maestro del suspenso Hitchcock, se sinceraba que la novela de Dostoievski, era un argumento imposible de filmar. Pero Kaurismaki pensó al revés, que era posible y no dudó encarar el desafío. Readaptó el argumento trasladando a la vida finlandesa hacia fines del siglo XX.

Rodión Romanovich Raskólnikov, el personaje de Dostoievski, aquí aparece como Rahikainen, un ex estudiante de derecho que trabaja en una carnicería en Helsinki. Casi inconsciente y perdido en la vida, sin planteo ni motivación alguna, llega a asesinar a un hombre de negocios y hasta intenta un juego insólito con la policía para que lo acusen de homicidio.

¿Con que intención? Ni él tenía una respuesta coherente a la cuestión.

Este film nos da la posibilidad de prestar atención a un nuevo autor, auténtico y con un estilo que sería su marca registrada en toda su trayectoria posterior. Conciso, austero, minimalista, sensible y con unos toques de un humor muy particular, Kaurismaki comenzaba forjar una filmografía poco usual.

Desasosiego por triple

Sombras en el paraíso / Varjoja paratiiissa” (1986), “Ariel” (1988) y “La chica de la fábrica de cerecillas / Tulitikkutehtaan tyttö” (1990).

Con esta trilogía, nuestro cineasta aparece como un militante muy lúcido, acusando al capitalismo agobiante y poniendo en tela de juicio los contrastes adversos a las que tienen que enfrentarse las clases más postergadas: los trabajadores. Retrata al proletariado en sus espacios laborales y sus relaciones sentimentales. Sus personajes casi son mudos, se expresan con miradas o con gestos, en escenografías desoladas y frías que tratan de llamar una piadosa atención en sus planos largos.

Con sus argumentos, Kaurismaki, quiere corregirnos -y lo bien que hace- que tenemos otra imagen de su país: un país prospero, sin dilemas económicos, socialmente más equitativa y desarrollados más que otros pueblos. Basta con ver un par de películas suyas, descubriremos que su país está muy lejos de ser un paraíso.

Calamari Union” (1985)

Estoy seguro que cuando vean esta película, habrá partes que les interesarán y se sentirán incómodos en otras, pero no dejarán de asombrarse. Estamos ante una película más que curiosa.

Un grupo de dieciocho hombres de apariencias sucia, fea y vaga, que quieren huir de su entorno en busca de una nueva sociedad que sea más respetable con ellos. El objetivo es llegar a Eira, lugar para sus ideales que está en alguna parte de la ciudad. Pero no saben cómo concretar el viaje por desconocer el camino.

Pekka, que se comunica en inglés, es un tipo confuso, que se une al resto de este grupo que todos se llaman Frank, evitando sus apellidos. Llega la hora señalada para la fuga hacia Eira, es de noche y se escabullen por los atajos imaginarios y los túneles oscuros de la ciudad para alcanzar a la tierra soñada.

No faltan mujeres en esta fantasía mágica, tampoco faltan problemas de sexo. La mayoría de ellas cumplen con sus demandas por hombres desmoronados y vulnerables. De voluntades fuertes y que están decididas hacer lo que sea para degradar a ellos como perdedores natos.

Cada Frank conserva su identidad inalterablemente. Entre ellos no hay confusión de que quién es Frank, que está bebiendo cerveza sentado en la silla de enfrente. Cuando es preciso ubicar a un tal Frank, es el Frank reclamado que responde y no cualquier otro Frank. Una propuesta tan delirante como maravillosa.

Otra curiosa experiencia de Kaurismaki con retoques surrealista, notable habilidad creativa, pasando por alto todo lo que carece de importancia.

Hamlet va de negocios / Hamlet Goes Business” (1987)

Con esta película Kaurismaki aparece una vez más como un autor lúcido e indiscutible. Su adaptación no tiene desperdicio de la obra de Shakespeare, amoldada a nuestra época, donde la codicia brilla como un mérito para pisar cabezas, como si la vida sucediera en un reality show televisivo. Eso enriquece a su argumento con un Hamlet mucho más moderno de aspecto, pero con los mismos rasgos que inmortalizara William, el más famoso dramaturgo inglés en 1601.

“El mundo está desquiciado, ¡vaya faena haber nacido yo para tener que arreglarlo!” Hamlet

Este Hamlet burgués, que comienza a formarse en la empresa familiar, dirigido por su padre. Pero sorpresivamente su tío toma el mando de la empresa, por la repentina y dudosa muerte de su hermano –padre de Hamlet-, enceguecida por la codicia también se apodera de la viuda como su esposa, y firme, con la idea de dominar e imponer su estrategia para hacer lo que se plazca con la empresa. Ante estas actitudes dudosas y malolientes de su tío, molesto Hamlet, sale a investigar el desenlace catastrófico de la obra original. Con la diferencia que aquí el poder político danés cambia de escenario por el poder económico finlandés.

El sostén del guión de Kaurismaki está ligado a los personajes opuestos a los de Shakespeare: son fríos, insensibles y vulgares pero con un toque de humor exquisito donde el poder político del príncipe y el artificio han sido anulados por un necio rentista al que prevalece únicamente su propio interés.

Para algunos críticos, Kaurismaki no logra con este film una obra maestra, pero es suficiente –creo- para satisfacer a sus seguidores con un argumento atravesado por más de cuatro siglos. Técnicamente sobresale con su fotografía, su música, su humor singular y las interpretaciones, detalles que lo resaltan como un film más que digna.

Leningrad Cowboys Go America” (1989)

El comienzo de las desventuras de la banda Leningrad Cowboys, cantando una canción popular en un paisaje desolado siberiano. Son observados y oídos por un empresario discográfico que termina calificándolos de mierda y para sacarlos de encima recomienda que vayan a buscar suerte en Estados Unidos, donde aparentemente se consume cualquier basura.

Con su representante Vladimir a la cabeza, se lanzan en busca de fama y fortuna en América. El camino se hace largo en busca de lugares donde poder tocar su música y poder ganar lo suficiente para subsistir. En el transcurso del viaje, el bajista se muere de frío, su cuerpo congelado con su guitarra es llevado en un ataúd improvisado que a la vez sirve para mantener frías algunas cervezas. Sus peinados estrambóticos, sus botas puntiagudas y sus gafas oscuras apenas ayudan a disimular su desencanto.

En la odisea por subsistir tocan todo tipo de música: el folklore, el rock y el country. Hasta cruzan la frontera llegando a México y musicalizan una boda como si fueran mariachis.

En este largometraje, la desgracia convertida al humor, Kaurismaki, el representante más digno del cine independiente finlandés, una vez más marca la línea entre explotadores y explotados: los Leningrad Cowboys saben que están abusados por su manager Vladimir pero que no consiguen liberarse de su poder y dominio a pesar de algunos intentos de rebeldía contra él.

Además del éxito, la película se transformó en culto. Tras el enorme repercusión y los elogios, decidió rodar una segunda parte: “Leningrad Cowboys Meet Moses” en 1994.

Él es uno de mis cineastas favoritos. Amo sus filmes, amo la simplicidad que habita en ellos, amo la sequedad de su humor, amo su desesperanza. Es un director que utiliza las limitaciones para fortalecer su trabajo, eso es algo que he tratado de hacer yo mismo. Me conmueven muchísimo sus películas”. Jim Jarmusch

Un hombre sin pasado / Mies vailla menneisyyttä” (2002)

Kaurismaki alude una vez más a la triste realidad de los postergados de la sociedad finlandesa, seres con vidas rotas y lastimadas. En su obra abundan la degradación y la marginación que carcome a los más humildes por falta de trabajo. Después de maravillosas “Nubes pasajeras” (1996) y “Juha” (1999), con esta película dio otro paso firme, como un artesano más sutil escarbando en los niveles más bajos donde descubre y trata de rescatar esos personajes despojados de sus derechos.

En busca de trabajo, un desocupado viaja a Helsinki. Su tren arriba a la estación de noche. Por no contar con el dinero suficiente decide dormir en un banco de una plaza. Es atacado y asaltado por tres sujetos que le dan una terrible paliza y creyendo que está muerto lo dejan tirado en la calle. En el hospital es declarado muerto por los médicos, pero huye sin tener noción hacia donde: esta inconsciente ni se acuerda su nombre.

Intenta dar los primeros pasos de una vida nueva, su conexión más inmediato es con una familia que vive en un contenedor alrededor del puerto, quienes intentan de socorrerlo como pueden.

Luego aparecerá Irma…

Mientras involuntariamente es involucrado en un atraco y por no poder dar sus datos precisos queda como sospechoso. Un abogado del Ejército de Salvación logra su libertad. Más adelante la policía investiga y logra aclarar su identidad: es un metalúrgico y es casado. Pero para él no existe el pasado, está muerto. La mejor y única opción es rehacer su vida, descubriendo nuevos valores para reconstruir su dignidad. El actor Markku Peltola Leppäluoto brilla en su rol, acompañado por otras interpretaciones magnificas.

Este esencial director finlandés, hace desfilar seres aparentemente irrecuperables abandonados a su destino, que en realidad pertenecen a los paisajes socialmente construidas por decisiones políticas. Pero Kaurismaki quiere y puede dar la posibilidad cuantas veces sea necesaria para que logren resucitarse. Su generosidad potencia a su deseo de que falta poco para ver el amanecer después de la parte más oscura de la noche.

«No creo ni en la fotografía ni en el cine digital porque, en lo que respecta a la imagen, la electricidad no sustituirá nunca a la luz. Las flores necesitan luz y los bits las transforman en flores artificiales. La grabación digital de sonido ha privado a la música de algo esencial: su ruido de fondo cósmico, sus imperfecciones, en suma, su alma. El cine digital además plantea un problema de credibilidad: ver a Harold Lloyd colgado de la aguja del reloj de un rascacielos ya no tiene ningún interés si no tenemos claro que Lloyd lo haya hecho de verdad.

Empiezo a ser lo bastante viejo como para decirme que colgaré el delantal si no puedo seguir usando las técnicas tradicionales de rodaje y montaje. Todos estos años me he considerado un artesano y de ahí he sacado las pocas alegrías que puede aportar este oficio.» Aki Kaurismaki

Después de la esperanza / Toivon tuolla puolen” (2017)

Con esta película me he esforzado en romper con la visión europea de que todos los refugiados son víctimas patéticas o emigrantes arrogantes que invaden nuestros países para quitarnos el trabajo, la mujer, la casa y el coche.” Aki Kaurismaki

Kaurismaki traspasa su pensar a través del lente de la cámara para retratar -una vez más- la realidad absurda que atraviesa la humanidad que refleja todas sus traumas en otros, en este caso en los inmigrantes, que colapsan al continente europeo desde los 90, huyendo de sus tierras por mil quinientas razones que los gobiernos del mundo ignoran olímpicamente. Si “Leningrad Cowboys Go America” fue un film donde Kaurismaki supo modificar las travesías desgraciadas de una banda de músicos a la comedia, aquí con maestría convierte la comedia en un asunto muy serio .

Khaled, uno más entre miles de inmigrantes en busca de la tierra prometida, arriba a Finlandia en un barco, pero no en condiciones de un pasajero habitual, sino como un intruso oculto, ilegal, pero en busca de un asilo que es fundamental para conseguir trabajo y sostenerse. Es uno de los miembros de una familia muerta en la guerra que asola a Siria, su patria. En el trayecto interminable de trámites burocráticos para conseguir el permiso para su estadía legal, se desespera en busca de su hermana que pudo también evadirse del caos y que se encontraría en algún otro lugar que albergan refugiados.

En sus primeros días en Finlandia, Khaled convive y comparte lo poco y nada con otros compañeros similares, mientras ansiosamente busca el paradero de su hermana. Los vaivenes de Khaled se cruza con lo de Wikström, un finlandés dueño de un pequeño restaurant, que se sostiene contra los obstáculos económicos y personales. Este hombre retraído, será quien le facilite trabajo, comida y donde dormir, al contraste de la frialdad del estado. Por suerte aparecen generosidades de la gente común como Wikström que a la vez también son sufridos por los caprichos del poder político de su país.

Aparentemente de un tema tan cotidiano y sencillo, muy pocos cineastas serían capaces de conseguir lo que Kaurismaki logra con su película. A gritos reclama soluciones ante una situación tan susceptible y delicada, mientras los representantes de su gobierno niegan asilo a Khaled diciendo que en su país ya no corre riesgo, cuando los medios insisten de bombas, muertos y éxodos notificando la verdadera cara de la guerra en Siria.

Como espectadores, si realmente quieren darse ciertos gustos en el cine, no dejen de ver las películas de este cineasta singular. Al respecto sugiero que no tengan dudas al lanzarse a las olas del mar aunque no sepan nadar muy bien: aseguro que no tardarán en aprender a flotar pronto.

Fuera de texto pero no tanto

Hace casi quince años en El Laurel, un bodegón barcelonés, Horacio, su dueño, un entrañable amigo argentino, me dijo; “vos y yo nos parecemos a Chaplin y Keaton, fijate vos, que a estos tíos se le venía el mundo abajo en su afán de salir adelante, no se aflojaban, volvían a reconstruir todo una y otra vez, cuantas veces fuera necesario”.

En aquellos años yo había visto algunas películas pero carecía de saber más de la obra de Kaurismaki. Hoy me hubiera encantado estar con Horacio y decirle; “Chaplin, Keaton y Kaurismaki, fijate vos, que a estos tíos se le venía el mundo abajo en su afán de salir adelante, no se aflojaban, volvían a reconstruir todo una y otra vez, cuantas veces fuera necesario” y de paso tomar un par de copas por Kaurismaki.

Kaurismaki: otro que no es profeta en su tierra

Más allá del éxito de sus películas en todo el mundo y premiado en los festivales internacionales más importantes, los finlandeses han tardado en comprender su cine. Tuvieron que pasar 30 años para que los medios finlandeses comenzaran a asimilar sus películas independientes y atípicas con los estrenos de corte comercial. El cine finlandés carecía de personajes vulnerables, pobres, desempleados e inmigrantes que siempre quedaban fuera de las pantallas y del paisaje finlandés.

Kaurismaki, a través de su obra, también va mostrando a los finlandeses que para hablar no solo hace falta celulares, hay otros finlandeses que hablan con sus miradas y gestos, esperando ser oídos.

Otro mérito mayor del cineasta contemporáneo más importante de Finlandia, es que no oculta ni disimula su demoledor crítica hacia su país. Es uno de ínfimos casos como cineasta que supo y pudo crear un estilo sin par, reconocible e inimitable. Su obra es irrebatiblemente auténtica como su persona, más allá de que él se niega de calificativos como autor vanguardista.

Pequeño glosario para ir entendiendo la idiosincrasia de Kaurismaki

Por qué nunca filmaré en formatos digitales? Soy un cineasta, no un fabricante de píxeles”.

Cuando yo tenía cuatro años y veía una cerilla tirada en el suelo la recogía para enterrarla. Yo era así. Me gusta la basura porque me siento basura. A mí me interesan los que limpian las calles, ellos importan de verdad. El dinero siempre está del lado de los idiotas”.

El sentido de la vida es adquirir principios morales que respeten la naturaleza y a los demás seres humanos, y seguirlos”.

Nunca tuve grandes esperanzas en la humanidad. Tenía esperanza hace 20 años, pero no ahora. La avaricia nos matará, y tal vez eso esté bien para el planeta. Porque todo vuelve al dinero”.

Siempre pienso poner un final triste pero luego siento lástima por mis personajes y pongo en el último momento un final feliz”.

De joven trabajaba en el Gran Hotel de Estocolmo. Había unas máquinas lavaplatos de sesenta metros. Un hombre se ponía en una puerta y otro en otra. Mi compañero era de Marruecos y un día me dijo que salía cinco minutos y que si me podía ocupar yo de su lado también.

No volvió y yo me quedé con las dos puertas. El capitalista se dio cuenta de que un hombre podía hacer el trabajo de dos y nunca contrató a otro”.

Lo que nunca dejaría de filmar: la periferia de las ciudades, los gestos del trabajo, las noticias de la televisión, un relato en un idioma que no entiendo, los bares y restaurantes, las canciones en los bares, los músicos callejeros, los coches antiguos, las motos, el barco y el tranvía, los viajes, largos y cortos, los perros, personas fumando y bebiendo, los letreros de los comercios de barrio, las miradas de amor…”.

Desde mis comienzos supe que nunca haría una obra maestra. Así que decidí hacer muchas películas decentes”.

“La pureza del estilo condiciona todo lo demás. Lo esencial es atenerse al estilo elegido”.

Prefiero el vino blanco, los bebedores de tinto son muy filosóficos, yo no”.

Hago cine de perdedores porque me siento un perdedor”.

Hollywood ha derretido los cerebros de todos. En los viejos tiempos tenías un asesinato y eso era suficiente para una historia. Ahora tienes que matar a 300,000 personas sólo para llamar la atención del público. Y en Helsinki la violencia no es glamorosa. No tiene nombre. Allí, alguien te pega solo porque está de mal humor”.

Cuando escribo, estoy sobrio. Puedo dirigir borracho pero no puedo editar ni escribir borracho”.

El arte no cambia nada, de hecho ya no es arte, se ha transformado en simple entretenimiento. En cualquier caso, la naturaleza del cine es eso: entretenimiento. Todo lo que signifique un alivio del sufrimiento necesario de la vida es objetivamente bueno”.

Debo dejar claro que no boicoteé el festival de cine de Nueva York. Me gusta mucho el festival de cine de Nueva York. Boicoteé al gobierno de los EEUU. Estaba en el aeropuerto con mi boleto en la mano y escuché que no dejaban entrar a Abbas Kiarostami, y pensé, OK, si el gobierno de los EEUU no quiere un cineasta iraní, tampoco querrán un finlandés . Y no iré a donde no me quieren”.

El cine no puede cambiar el mundo. Jean Renoir lloraba porque tras mostrar los desastres de la Primera Guerra Mundial en una obra maestra como ‘La gran ilusión’, nada impidió que llegara otra aún más brutal”.

Me gustan los perros, la humanidad no me importa demasiado. Se supone que te gusta la humanidad porque eres parte de ella, pero prefiero los perros. Son honestos y no mienten”.

La única manera de salir de la miseria es matar al uno por ciento que es propietario de todo, a los ricos y a los políticos que les lamen el culo”.

Filmografía

Toivon tuolla puolen / Después de la esperanza (2017)

Vandaleyne (2015) (cm)

Juice Leskinen & Grand Slam: Blusia Pieksämäen Asemalla (2013) (cm)

Centro Histórico (2012) (segmento “O Tasqueiro”)

Le Havre / El puerto (2011)

Chacun son cinéma ou Ce petit coup au coeur quand la lumière s’éteint et que le film commence (2007) (segmento “La Fonderia”)

Laitakaupungin valot / Luces al atardecer (2006)

Bico (2004) (cm)

Dogs have no hell (2002) (cm)

Mies vailla menneisyyttä / Un hombre sin pasado (2002)

Juha (1999)

Välitäjä (1996) (cm)

Kauas pilvet karkaavat / Nubes pasajeras (1996)

Pidä huivista kiinni, Tatjana / Agárrate el pañuelo, Tatiana (1994)

Leningrad Cowboys Meet Moses (1994)

Total Balalaika Show (1993)

Leningrad Cowboys: These Boots / Estas botas (1992) (cm)

Those were the days (1991) (cm)

La vie de bohème / La vida bohemia (1991)

I Hired a Contract Killer / Contraté un asesino a sueldo (1990)

Tulitikkutehtaan tyttö / La chica de la fábrica de cerillas (1989)

Likaiset Kädet (1989) (TV)

Leningrad Covboys go America (1989)

L.A. Woman (1988) (cm)

Ariel (1988)

Rich Little Bitch (1987) (cm)

Thru the wire (1987) (cm)

Hamlet Goes Business / Hamlet va de negocios (1987)

Rocky VI (cm) (1986)

Varjoja paratiiissa / Sombras en el paraíso (1986)

Calamari Union (1985)

Rikos ja rangaistus / Crimen y Castigo (1983)

Saimaa-ilmiö (1981) (codirector Mika Kaurismäki)

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