Filmografías: Victor Sjöström, un maestro noble e ilustrado

Hayrabet Alacahan
Sitio Leedor
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13 min readSep 19, 2020

Como muchos otros cineastas, tanto suecos como de otras latitudes, Ingmar Bergman, uno de los monstruos del séptimo arte, nunca ocultó la influencia en su obra de Victor Sjöström, considerado como el padre del cine sueco y uno de los nombres de privilegio entre los maestros del cine mundial.

Hijo de la actriz Sofía Elisabeth Hartman(1844–1886) y del comerciante Olof Adolf Sjöström (1841–1896), Victor David Sjöström, nació el 20 de septiembre de 1879 en de Arjang, Silbodal, Värmland, Suecia. Una escultura en su honor es parte de la famosa caminata de esculturas en medio de Arjang.

Sus padres se mudaron a Brooklyn, Nueva York, EEUU cuando él tenía un año. A sus 7 años perdió a su madre y su familia optó por el regreso a Suecia y se radicaron en Estocolmo.

De adolescente, al término de sus estudios, se había convertido en un vendedor de donas, una especie de rosquillas, mientras crecía su entusiasmo hacia las artes escénicas. Por suerte fue un fracaso como vendedor y a los 17 años pasó a formar parte del elenco de una compañía teatral ambulante, cosa que anhelaba desde hace tiempo.

Poco después se insertó en el mundo cinematográfico. Eran tiempos del cine sueco en su plenitud. Su desarrollo fue vertiginoso y llegó a dirigir por primera vez a los 32 años. La Svenskabiografteatern, lo contrató a él y a Mauritz Stiller (1883–1928), otro director de gran importancia, para dirigir filmes. Allí realizó decenas de películas mudas de 1912 a 1923 y participó en la mayoría de ellas también como actor.

De esa producción sobreviven muy pocas copias, según datos confiables se ha perdido el 80% de la producción total de la era muda. Este lamentable suceso padecieron prácticamente todos los países (también Argentina) que desarrollaron actividades cinematográficas desde aquel entonces.

De ese período la producción de Svenskabiografteatern no era para nada destacable. Como la mayoría de las productoras o empresas cinematográficas de todo el mundo, estaban abocadas a producir contenidos chatos: desde comedias vulgares, romances edulcorados y melodramas insulsos. Lo único válido era las recaudaciones en las taquillas, costumbre que prevalece hasta hoy salvo excepciones.

Pero por suerte siempre hubo (y habrá) creadores auténticos oponiéndose a las posturas impuestas y al consumo convencional, trabajando contra la corriente, Victor Sjöström es un digno representante de ellos.

En ese sentido insistió y logró desarrollar un estilo personal, motivo por el cual no tardó en ser reconocido y respetado internacionalmente, y por ende hasta fue seducido por Hollywood.

La mayoría de sus películas están adaptadas de grandes obras de la literatura escandinava del siglo XIX, donde abunda el romanticismo, el realismo con personajes vulgares al borde del abismo acosados por injusticias sociales.

Una caótica tragedia

Hasta “Ingeborg Holm” (1913), la anterior producción de Sjöström no evidenciaba casi nada el porvenir del cineasta. Considerado el primer clásico del cine sueco que está basado en una obra teatral de Nils Krok (1865–1928) y producida por la Svenskabiografteatern, con la que dio un paso muy importante en su carrera.

El argumento basado en hechos reales, narra la precipitada historia de Ingeborg. De ser una mujer feliz con su esposo Sven y sus tres hijos, cae en una caótica desgracia al perder prematuramente a su marido muerto por tuberculosis. El futuro la arrastra de mal en peor: acosada por la pobreza deja en adopción a sus tres hijos, sufre de graves problemas psíquicos y termina internada en un hogar para enfermos mentales.

El estreno de la película provocó mucha polémica y abrió un gran debate en la sociedad sueca sobre la seguridad social. Más adelante, dicha inquietud influyó para modificar la ley de mitigación de la pobreza en Suecia, y posiblemente sea la primera vez en el mundo que una película logró cambios sociales realmente.

Un viaje rumbo a la nada

En 1919, Svenska Bio, se fusionó con Filmindustri AB Skandia para formar una nueva empresa, Svensk Filmindustri. Al año siguiente terminaron de instalar sus estudios en Rasunda, una localidad de Estocolmo. El primer proyecto de la nueva empresa fue “Körkarlen / La carreta fantasma”, la obra maestra de Victor Sjöström, estrenada en 1921.

Perdura como uno de los clásicos imprescindibles del cine fantástico y representativo de la historia del cine mudo, comparable con “El gabinete del doctor Caligari” (1919) de Robert Wiene, “Nosferatu” (1922) de F.W. Murnau, “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang, entre otras.

Su argumento se basa en una vieja leyenda sueca, de la que surgió además la novela de Selma Lagerlöf (Selma Ottilia Lovisa Lagerlöf, 1858–1940), una escritora sueca de reconocimiento internacional y primera mujer en recibir un Premio Nobel de Literatura.

La autora del libro y el cineasta discutieron bastante mientras daban forma a la adaptación del film. Para Sjöström, trasladar literalmente sus palabras a imágenes era poco fructífero, para eso existía la obra literaria. El componente que hace proyectar la narrativa a través del celuloide es la sombra: explica el argumento, pero también los virados de color (azul en la oscuridad de la noche y marrón en interiores), la sobreimpresión, la posición de la cámara, en definitiva, articula toda la estética del film.

El peso del argumento cae sobre los hombros de David Holm, quien en la víspera de un año nuevo, en un cementerio le cuenta a dos compañeros una historia acontecida durante la víspera del año nuevo anterior. En ella, su viejo colega Georges le predijo que el último pecador en morir esa noche estaría condenado a trabajar bajo el servicio de La Muerte durante el año venidero, conduciendo la Carreta Fantasma para ir juntando los restos mortales, perecidos en ese período.

Como parte del folklore de esta leyenda, a David le toca ser el próximo carretero. Deambula perdido en la vida y perseguido por sus actitudes despiadadas que sólo conducen a acumular resentimientos, convirtiéndose cada vez más en un ser despreciable, decadente y consumado en su egoísmo. Esto lleva a la miseria absoluta a su mujer, sus hijos y su hermana quien reclama su presencia antes de morir mientras es internada en un hogar para personas afectadas de tuberculosis.

David Holm devastado por el alcoholismo, también sufre castigo por sus vilezas y es encerrado un tiempo en una prisión. Poco después se entera que es abandonado por su esposa e hijos.

Vuelta al tiempo presente, David termina relatando que su colega Georges murió la noche vieja del año anterior y que él rechazó los ruegos y deseos de su hermana quién lo quería ver. Ante esta negativa, sus dos amigos reaccionan indignados dando lugar a una pelea con David, quien por los golpes recibidos en su cabeza cae casi inconsciente al suelo. En ese momento aparece Georges, conduciendo la siniestra Carreta Fantasma. Herido y dolido por la golpiza, tendido en el suelo, observa aterrorizado a Georges y adivina que es a él a quien viene a buscar.

“’La carreta fantasma’ es el mejor y a la vez más puro ejemplo del estilo del cine mudo sueco tal y como fue concebido y figurado por Victor Sjöström. La madurez de esta obra reside en su desdramatizado estilo de actuar, la mesura, el respeto a la intimidad de los sentimientos y la empatía que logra comunicar. A la vez la trama del film está firmemente anclada en la configuración dramática de un ambiente que posee un carácter auténticamente humano y comunitario”. Svensk Filminstitutet

La película conmueve con su fuerza emocional y acertada combinación de lo natural y lo sobrenatural, la apariencia directa de la crueldad y la desgracia, con la presencia indirecta de la creencia religiosa. Toda la miseria, rozando con sus atrocidades, es la que sostiene la estructura de la obra.

Causó un tremendo impacto en su estreno local, en una fecha significativa, el 1 de enero de 1921 en el cine Red Mill de Estocolmo.

No sólo porque el argumento es llevado con genialidad por su director, sino por el excelente trabajo actoral. Desde el propio Sjöström, que encarna a David Holm, todos los demás integrantes del reparto nos ofrecen unas impecables interpretaciones, vinculadas a las vivencias íntimas, a las angustias personales y a las fobias psicológicas que corroen las secuencias del film.

Victor Sjöström fue merecidamente célebre a nivel mundial, luego del estreno del film en Nueva York, Viena, Roma, Berlín, Paris y Londres.

Todo esto se ve plasmado a la perfección en su indiscutible despliegue visual y técnico pasando por su modernidad y por el dominio del lenguaje cinematográfico. Merecen párrafo aparte los efectos visuales de la sobreimpresión con el uso de imágenes dobles para visualizar a los vivos y los muertos.

Técnicamente envidiable y lleno de fantasía, con el uso de la doble proyección para reflejar en la pantalla las imágenes de esta película, no fue necesario mucho tiempo para llevar a la fama por todo el planeta al fotógrafo y operador Julius Jaenzon.

A pesar de que fue estrenada en 1921, no tiene parentesco con la corriente expresionista que reinaba en aquellos años en Alemania. Realizada en escenarios reales, con actores no tan marcados con sus maquillajes, quienes asumieron sus roles con mucha naturalidad. Lo más llamativo es su fantasmagórica ambientación en las secuencias nocturnas.

Mi relación con ‘La carreta fantasma’ es muy especial. Tenía 15 años cuando la vi por primera vez. La recuerdo como una de las mayores experiencias emocionales y artísticas de mi vida. Pienso como un cinéfilo que es casi un deber ver esta obra magnífica una vez al año”. Ingmar Bergman

La película fue restaurada por Svenska Filminstitutels Filmarkiv, en 1998, respetando los coloreados originales, los virados de color azul y virados de color marrón. Su longitud es de 2129 metros, más allá de tener originalmente dos duraciones: una de 107 minutos, 16 fotogramas por segundo y otra de 103 minutos, 18 fotogramas por segundo.

Otro europeo que alimentó a Hollywood

En 1924 el productor Louis B. Mayer, nombre influyente en MGM, lo invitó para que fuera dirigir a Hollywood. Aceptando el desafío Victor Sjöström realizó allí sus primeras dos películas: “Name The Man” (1924), para la Goldwyn Pictures Corporation y “He Who Gets Slapped” (1924), para la Metro-Goldwyn-Mayer que daba sus primeros pasos en la producción cinematográfica.

En EEUU llegó a dirigir ocho películas en total que le aportaron fama y respeto, convirtiéndose en uno de los directores mejor pagados por Hollywood. Lo único que sufrió fue el anglicanizado de su apellido: Sjöström fue bautizado con el seudónimo como Seastrom.

Con el apogeo de la era muda concretó “The Scarlet Letter” (1926) y “The wind “(1926), su última obra maestra, en ambas con la actuación de la inolvidable Lillian Gish.

Un viento insaciable

The wind / El viento” (1928)

Victor Sjöstrom recalaría en Hollywood como un nuevo desafío en su carrera como cineasta. Este cambio drástico no le causó variaciones en sus inquietudes artísticas, ni en sus necesidades como narrador de historias.

El film de Sjöström no es netamente un western, pero su argumento transcurre en los tiempos del Far West, sin dudas es la mejor película que dirigió en Hollywood entre 1923 y 1930.

La prolongada influencia de ‘The wind’ en distintas cinematografías, creadores y géneros es imposible de menospreciar”. Henri Langlois

The wind / El viento” representa al cine mudo en su estado puro: esta amalgamado con el melodrama, la tragicomedia, el pánico, la fatiga. Resultado: ciento por ciento cine por donde lo observemos.

La novela de Dorothy Scarborough (1878–1935), le cayó como anillo al dedo, donde pudo reunir a la pareja protagonista, Lillian Gish y Lars Hanson. En las vísperas del nacimiento del cine sonoro pudo completar el rodaje de esta obra maestra, como su anterior obra “La carreta fantasma” realizada en Suecia siete años antes.

Aquí la elegida es Letty, una mujer joven, educada, idealista y soñadora. Desde Virginia emprende un viaje en tren, donde pasa momentos angustiantes por varios factores. Su destino es un lugar inhóspito llamado Sweet Water, dominado por la naturaleza y las pasiones que danzan al antojo del viento de los pocos que habitan por ahí.

Hasta le pesa la creencia de los lugareños de que el viento ayuda a enloquecer a las personas, aquí se reduce al sexo femenino, en un claro síntoma de discriminación de la época, detalle que a Sjöstrom no se le escapó.

Su principal protagonista es un viento que levanta constantemente remolinos de arena, en el exterior y en el interior, y que termina por enloquecer a la heroína. Es la historia de una muchacha sureña bien educada que se afinca en Texas, se esposa con un tejano, es violada por un hombre que conoce en el tren, da muerte al violador y se vuelve loca”. Lillian Gish

En realidad el viento se adueña del protagonismo de la historia con significados varios, símbolos y amenazas. Por ejemplo como el destino, una fuerza suprema y sobrenatural a la que nadie escapa, y muy particularmente la protagonista, una torturada Letty. El viento es recíproco con ella, acentuando miedos y vacilaciones, rasgos de una foránea llegada a una tierra del Oeste a donde es imposible adaptarse. El viento no sólo es el producto de su incertidumbre, sino disputa de su estado psicológico respecto de sus características personales hacia su conflicto interno.

El clima de desesperación, soledad y desprotección ante el entorno enemigo que logra crear Sjöström es fantástico. Una coreografía macabra entre fuerzas desatadas, situaciones agobiantes y un ambiente fantasmagórico, ubicando a Letty en una situación límite donde el retorno es una utopía.

The wind / El viento” sin dudas es una de esas películas que poseen un destello que jamás se perderá y a la vez revisando estas grandes obras también es difícil ignorar que lo más importante del arte cinematográfico ya se había inventado a finales del siglo XX, sin meternos a la polémica interminable de sí está todo inventado o no en el cine.

La película del maestro sueco es una pieza esencial del cine mudo retratada con absoluto lirismo y la evocación de una realidad tan amenazadora como la vida misma. La inteligente fotografía en blanco y negro de John Arnold (1889–1964) eleva su efecto dramático y los decorados del renombrado director de arte Cedric Gibbons (1890–1960), en los cuales acontecen una gran parte de los sucesos.

En sus obras hay un conjunto de temas imprescindibles: la culpa, la redención, el lugar en rápida evolución de la mujer en la sociedad, entre otros. Es muy placentera la fertilidad que tienen sus filmes con sutilezas psicológicas y simbolismos naturales que logra insertar.

En Buenos Aires, el 21 de noviembre de 2013 “The wind / El viento” se proyecto en el Teatro IFT, donde Cineteca Vida venía realizando sus funciones habituales de los días jueves. Ante algo más de 70 espectadores, la película fue acompañada con música en vivo.

Matías Musa, Fernando Juárez y Gerardo Laffitte, los músicos invitados especialmente para la función, ilustraron la película con sus improvisaciones sin haber visto jamás la obra de Sjöström. Al finalizar la proyección, la satisfacción del público quedó en la memoria de los testigos de aquella función. Hacía tiempo que los organizadores terminaban cada año con una película muda con música en vivo, la experiencia tuvo una muy buena repercusión entre los cinéfilos.

Los primeros planos finales

Victor Sjöström director (55), actor (44), guionista (24), director artístico (5), montajista (1) y productor (6), regresó de Hollywood a su país luego de dirigir “A Lady to Love” (1930), y tiempo después retornó a la meca del cine para realizar su última película estadounidense “Under the Red Robe” (1937), para los estudios 20th Century-Fox.

En el ínterin de estos dos rodajes en el país del norte, en Suecia había realizado “Die Sehnsucht jeder Frau” (1930), “Väter und Söhne” (1930) y “Markurells i Wadköpin” (1931), películas que básicamente lo acercaron al fin de su carrera como director dando término a la era muda que quedaría colapsada con la pomposa llegada del cine sonoro.

La última vez que actuó fue a sus 78 años en “Smultronstället / Fresas salvajes” que en nuestro país se conoce como “Cuando huye el día” (1957), una obra maestra de Ingmar Bergman, donde la actuación de Victor Sjöström es magistral, por la que ganó el Premio al Mejor Actor de la National Board of Review. Bergman confesó alguna vez que si Sjostrom no hubiera aceptado actuar, él no lo habría filmado la película.

Inquieto y arraigado a su trabajo de cineasta y en lo personal evasivo respecto de sus películas y de su fama, luego de abandonar la dirección se dedicó definitivamente a su esposa Edith Erastoff y a sus dos hijas, Guje Lagerwall y Caje Bjerke.

Edith Erastoff, una actriz de teatro y de cine, con una envidiable carrera escénica, se había formado en la escuela teatral del actor finlandés Anton Franck (1858–1923) en Helsinki. Abandonó los escenarios al casarse con Sjöström en 1922. Se habían enamorado al poco tiempo de conocerse, mientras estaban en el rodaje de “Berg-Ejvind och hans hustru” (1918), ella estaba embarazada de su hija Guje. Edith fue su tercera esposa, murió en 1945.

Victor Sjöström, murió el 3 de enero de 1960 en Estocolmo, Suecia a la edad de 80 años,

Fue un milagro…

Tanta tranquilidad total; un alma que había encontrado paz y lucidez. Nunca antes ni desde entonces había experimentado un rostro tan noble e iluminado. Y, sin embargo, esto no era más que una actuación en un estudio sucio. Y tenía que estar actuando. Esta criatura humana extremadamente tímida nunca nos hubiera mostrado a los espectadores este tesoro profundamente enterrado de compasión y pureza si no hubiera estado involucrado en una actuación, una actuación”. Ingmar Bergman

Filmografía

Under the Red Robe / Bajo el manto escarlata (1937) (como Victor Seastrom)

Markurells i Wadköping (1931)

Väter und Söhne (1930)

Die Sehnsucht jeder Frau (1930)

A Lady to Love (1930) (como Victor Seastrom)

The Masks of the Devil / La máscara del diablo (1928) (como Victor Seastrom)

The wind / El viento (1928) (como Victor Seastrom)

The Divine Woman (1928) (como Victor Seastrom)

The Scarlet Letter / La letra escarlata (1926) (como Victor Seastrom)

The Tower of Lies / Amor de padre (1925) (como Victor Seastrom)

Confessions of a Queen (1925)

He Who Gets Slapped / El que recibe el bofetón (1924) (como Victor Seastrom)

Name the Man! (1924) (como Victor Seastrom)

Eld ombord (1923)

Det omringade huset (1922)

Vem dömer (1922)

Körkarlen / La carreta fantasma (1921)

Mästerman (1920)

Karin Ingmarsdotter (1920)

Klostret i Sendomir / El monasterio de Sendomir (1920)

Ingmarssönerna (1919)

Berg-Ejvind och hans hustru (1918)

Tösen från Stormyrtorpet (1917)

Terje Vigen (1917)

Therèse (1916)

Dödskyssen (1916)

Hon segrade (1916) (cm)

Skepp som mötas (1916)

Judaspengar (1915) (cm)

I prövningens stund (1915) (cm)

Skomakare, bliv vid din läst (1915) (cm)

Landshövdingens döttrar (1915)

Det var i maj (1915) (cm)

Sonad skuld (1915)

En av de många (1915) (cm)

Havsgamar (1915)

Hjärtan som mötas (1914) (cm)

Högfjällets dotter (1914) (cm)

Gatans barn (1914)

Bra flicka reder sig själv (1914) (cm)

Strejken (1914)

Dömen icke (1914)

Prästen (1914)

Kärlek starkare än hat eller Skogsdotterns hemlighet (1914) (cm)

Miraklet (1913)

Halvblod (1913)

Ingeborg Holm (1913)

Livets konflikter (1913)

Blodets röst (1913)

Lady Marions sommarflirt (1913) (cm)

Löjen och tårar (1913) (cm)

Äktenskapsbyrån (1913) (cm)

Trädgårdsmästaren (1912) (cm)

Ett hemligt giftermål (1912) (cm)

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