Instinto maternal (Mothers´ Instinct) de Benoit Delhomme

Marcela Barbaro
Sitio Leedor
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3 min readJan 10, 2024

Las talentosas y premiadas Jessica Chastain y Anne Hathaway vuelven a reunirse, luego de Interestelar (2014) de Christopher Nolan, en Instinto maternal, un thriller psicológico a cargo del reconocido director de fotografía Benoît Delhomme (La teoría del todo de James Marsh, El amante de Lady Chatterley de David Magge, ¿Y allí que hora es? de Tsai Ming-liang), quien hace su debut como realizador en esta remake de la película francesa Duelles (2018) de Olivier Masset-Depasse.

Basada en la novela “Derrière la haine” (2012) de Barbara Abel, la historia narra la vida de dos amigas y vecinas, Alice (Chastain) y Céline (Hathaway), que disfrutan del sueño americano en la tranquilidad de los suburbios. Celine (Hathaway) está casada con Damian (Josh Charles) y tiene un hijo de 8 años, Max (Baylen D. Bielitz). Alice, vive en una casa lindante melliza de la otra, junto a su marido Simon (Anders Danielsen Lie) y su hijo, Theo (Eamon O’Connell), de la misma edad y amigo de Max. Los niños van juntos van al colegio y comparten las tardes mientras sus madres se juntan y comparten una vida similar. La relación entre ambas familias funciona como espejo, hasta que el pequeño Max sufre un accidente. Las consecuencias del hecho provocarán un desequilibrio en todos los personajes, develando el lado más oscuro del lazo maternal.

Ambientada en los años sesenta, la película aborda temas vinculados a la familia, el rol materno, los celos y la culpa, desplegado en un drama íntimo e intenso que devendrá en un omnisciente relato de suspenso que recuerda al cine de Hitchcock, Clouzot y Chabrol.

A diferencia de la versión francesa, Delhome contextualiza el rol de la mujer norteamericana de los sesenta, quienes cumplían con el mandato de casarse jóvenes, ser madres y buenas esposas. El movimiento feminista del período, dio cuenta de la insatisfacción femenina de las amas de casa que no podían aspirar a ser otra cosa.

El personaje de Celine, por ejemplo, es la fiel representación del prototipo de mujer conservadora y abnegada de entonces. Su identidad se construye sólo y a través de la maternidad. Alice, en cambio, ejerció como periodista antes de ser madre, y aún siente la necesidad de volver a trabajar. Es más relajada en su forma de ser, se permite ciertas fallas y es por sí misma. El reflejar esos parámetros, justificará el accionar de ambas mujeres frente al dolor, la frustración y la venganza que se desata.

Rodada mayormente en el interior de esas casas simétricas, pulcras y acogedoras que funcionan como vientres, los espacios se irán colmando de tensión, agobio y locura frente al cambio de conducta de las protagonistas. Celine se acercará más de lo debido al hijo de Alice, desencadenando un juego de idas y vueltas en relación a lo real o patológico. El espectador no sabrá discernir cuál de ellas miente, alucina o es víctima de la paranoia.

A nivel visual, el cuidado de la imagen y el esteticismo que caracteriza la trayectoria de Delhomme como fotógrafo y, ahora también en su doble rol como cineasta, se destaca por los detalles enla ambientación, los climas que genera a través de la luz, como en el vestuario de época de sus protagonistas.

Sin embargo y, a pesar de reunir a un gran elenco encabezado por la dupla Chastain- Hathaway, amigas en la vida real y también productoras de la película, la nueva versión de Instinto maternal se muestra cauta y sujeta a las leyes del género a través del formalismo de la puesta en escena, en manos de un realizador que no se atrevió a potenciar su mirada.

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Marcela Barbaro
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Lic. en Relaciones Públicas. Crítica de cine. Profesora de Historia del cine. Escritora