“La casa oscura” de David Bruckner: lucimiento de Rebecca Hall y no mucho más

Ezequiel Obregón
Leedor
Published in
2 min readOct 1, 2021

--

Pocos géneros deben entregar películas tan previsibles y rutinarias como el terror. Lo podemos comprobar varias veces al mes, cuando en la cartelera aparecen películas en donde importa más el efectismo que el in crescendo dramático, centro neurálgico de todo filme. Al mismo tiempo, se trata de un género noble, que ostenta varias obras maestras y que, cada tanto, nos sorprende con películas que, además de dar sustos, generan climas, construyen personajes sólidos, permiten que ingresemos en una zona siniestra porque, ¿ para qué vamos al cine a ver “una de terror” si no es para eso?

La casa oscura (The Night House, 2020) intenta apartarse de las convenciones, pero se queda a mitad de camino. No llega al nivel de exponentes como It follows (2015) o ¡Huye! (Get out, 2017), pero tampoco cede ante la pornografía de la violencia propia de la saga El juego del miedo. Se trata de un retorno a la “casa embrujada”, con algunos elementos que le aportan una identidad más contemporánea (subyace en la historia la violencia de género) y la intención de apuntalar el lucimiento de una actriz con recursos: Rebecca Hall. Su personaje es Beth, una profesora de escuela secundaria cuya vida da un giro tras el suicidio de su esposo. Nada hacía suponer que ese amoroso marido terminaría con su vida, más aún cuando poco tiempo antes había logrado construir el hogar en medio del bosque que tanto él como su esposa habitarían juntos.

Una serie de indicios (dispositivos electrónicos que se encienden solos, sueños demasiado vívidos, encuentros con personajes enigmáticos, etc.) llevarán a la viuda a indagar sobre el por qué de aquella trágica decisión. Y las preguntas no tardarán en hacerse cada vez más explícitas, enunciadas a personajes confidentes (su mejor amiga, su antiguo vecino) como para que la cosa quede bien clara. Desde que esas inquietudes se subrayan, la película recurre a algunos recursos holgadamente transitados (efectos de sonido, retornos al pasado que permiten encajar las piezas), al mismo tiempo que nos recuerda que es un filme de horror, pero “climático”. La actuación de Hall, como se ha dicho, eleva el nivel, aunque esta historia se cuenta con retazos que ya hemos visto antes.

--

--

Ezequiel Obregón
Leedor

Escribo sobre cine, teatro y literatura. Cuenta de Medium para Leedor.