Los hermanos queridos, Carlos Gorostiza

Adriana Santa Cruz
Sitio Leedor
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3 min readNov 22, 2021

Con la dirección de Sergio Bermejo, Los hermanos queridos pone en escena la espera de Pipo y Juan, cuyas esposas han planeado su reencuentro después de varios años de distanciamiento. Seis personajes coexisten en un mismo espacio y tiempo escénicos, aunque las dos familias dialogan entre ellas como si los otros no estuvieran presentes.

La acción se desarrolla en el patio que pertenece a la casa de Juan y a la de Pipo al mismo tiempo. Una mesa que aguarda la cena familiar, una mecedora a la izquierda del espectador y detrás de esta una mesita con un tablero de ajedrez conforman la escenografía. Todo esto permite que las situaciones se repitan con variantes en cada una de las familias para mostrar que en las dos casas los personajes transitan por similares conflictos. Estos muebles no están elegidos al azar y el espectador irá develando cómo se relacionan con lo que ocurre en escena. Tampoco están elegidos al azar los colores: el verde y el rojo identifican y diferencian cada una de las familias, y las oponen.

Los hermanos y sus esposas –Zule y Betty− están en la misma espera, con la misma ansiedad, con el mismo dolor, lo que le da a la obra una dimensión simbólica. Otros dos personajes se hacen presentes para poner en evidencia distintos conflictos: Alicia, la hija de Juan y de Betty, y Agustín, un viejo amigo de Pipo.

La incomunicación, el individualismo, la intolerancia, la traición, el fracaso son algunos de los temas que se actualizan en los diálogos y en las relaciones entre los personajes, pero sin caer en el melodrama. En este sentido, el humor permite aflojar situaciones, cortar la tensión que se genera y remontar el dolor que sienten los protagonistas. Sin dudas, Pipo es el que recurre más al humor, aun en los momentos más dramáticos, por lo que en él recae el verdadero sentido tragicómico de la obra.

Las actuaciones son parejas, pero tanto Pipo como Juan se llevan el mayor aplauso del público por lo bien que manejan los diferentes momentos de sus personajes: si bien ambos tienen una personalidad que los define, pasan por distintas circunstancias en las relaciones con el resto de los personajes y consiguen configurar variados matices que los alejan de los estereotipos. En un teatro como este, donde el argumento es todo, los diálogos son muy importantes, y el autor los trabaja de manera magistral manteniendo la tensión, el ritmo, y manejando los silencios. La puesta reafirma esto al sincronizar cada uno de los parlamentos para que el espectador perciba en todo momento que hay dos familias en escena y que, a pesar de la presencia constante de la palabra, la incomunicación es la gran protagonista.

Con un teatro casi lleno, Los hermanos queridos nos demuestra la absoluta vigencia de la propuesta de Carlos Gorostiza.

Ficha artístico-técnica

Autor: Carlos Gorostiza; Elenco: Sergio Bermejo, Carlos Berraymundo, Giuliana Regazzoni, Natalia Furchi, Mario Cáceres, Sandra Veiga Méndez; Diseño escenográfico: Sergio Bermejo; Realización de escenografía: Nicolás Bustamante; Musicalización y apuntadora: Camila Porreca; Vestuario: Tedrys Teatro; Fotografía: Nicolás Bustamante; Diseño gráfico: Sergio Bermejo; Prensa y difusión: Tedrys Teatro; Asistente de dirección: Giuliana Regazzoni; Dirección general y puesta en escena: Sergio Bermejo

Funciones: sábados noviembre, 19 h; Teatro La Mueca, muy teatro; Dirección: José A. Cabrera 4255, CABA; Entrada general: $600; Duración del espectáculo: 70 min.

Venta de entradas por boletería o por Alternativa Teatral: https://publico.alternativateatral.com/entradas75459-los-hermanos-queridos?o=14

Reservas al 15–3355–0663

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Adriana Santa Cruz
Sitio Leedor

Profesora y Licenciada en Letras, redactora y gestora cultural