BAFICI 2023: Los terrenos, nueva incursión de Verónica Chen en el universo de la lucha de clases

Ezequiel Obregón
Sitio Leedor
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2 min readApr 26, 2023
Una película con suspenso no exenta de una mirada sobre lo social

La realizadora de Viaje sentimental (2010), Mujer conejo (2013) y Rosita (2018), entre otras, reactiva al universo planteado en su película anterior, Marea alta (2020), para volver a indagar en la tensión entre género y clase.

Vera (convincente labor de Azul Fernández) es una joven mujer que se entusiasma (se obsesiona, más bien) con la idea de comprar un terreno lindante con el mar para construir allí una casa y vivir con su marido y con el hijo que esperan. Pero por más que haya visto un cartel inmobiliario, López, el agente en clave siniestra que interpreta el actor uruguayo César Troncoso, intenta convencerla de que compre otro lote.

La precaria vivienda que está instalada en el lugar donde ella pretende vivir está habitada por una mujer y sus pequeños niños. Y parece esconder algo; Vera no entiende por qué hay tanta reticencia en hacer la operación y no se resiste a que su idea inicial sea dada por perdida.

Como bien señala David Obarrio en el catálogo del Festival, Chen no hace de la mujer una víctima. No lo hace aquí, pero tampoco lo hizo en Marea alta (2020), película que orbita en el mismo universo ficcional. Un dato lo hace explícito, de forma sutil, cuando en una escena podemos apreciar un cartel con la foto de alguien que es buscado y que resulta ser un personaje clave de su anterior opus.

A medida que la trama avanza, el personaje de Vera adquiere mayores capas, se hace más ambiguo y, en consecuencia, mucho más atractivo. Como en una película de Claude Chabrol, detrás de las intenciones de los personajes burgueses (en general, siempre bellos, impecables, con impostada cordialidad) late la necesidad de preservar sus privilegios y esto se materializa en una lucha en donde las pulsiones más primarias salen a la superficie. Eso no tardará en ocurrir en Los terrenos, hasta hacer ebullición en un final que, en un plano, sintetiza la imperiosa necesidad de sostener el orden tal como lo conocemos. Aunque éste sea el garante de las desigualdades del mundo.

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Ezequiel Obregón
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Escribo sobre cine, teatro y literatura. Cuenta de Medium para Leedor.