“Maestra normal”, Juan Pablo Geretto

Adriana Santa Cruz
Leedor
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3 min readFeb 7, 2021

Un acto para celebrar el nuevo patio techado de la escuela se transforma en una buena excusa para que una maestra hable de educación, y de su relación con “sus chicos” y con el resto de la gente que trabaja en la escuela.

Estamos en una escuela pública, y la protagonista reproduce ciertos estereotipos de una profesión querida, cuestionada, valorada a veces y muy criticada otras. En principio, la obra nos pone frente a temas como la famosa vocación docente y la supuesta abnegación que requiere. La protagonista “sacrificó” su vida para ofrecérsela –desde su propia mirada− a sus queridos alumnos y alumnas, pero en su discurso se traducen otras cosas. Hay en esta maestra una gran cuota de autoritarismo, de discriminación y de desprecio por esos chicos “carenciados” (palabra que hasta le cuesta pronunciar), quienes desde su punto de vista jamás podrán quebrar el círculo vicioso de la pobreza y la ignorancia. En este sentido, ella tiene frases lapidarias y crueles, como la que habla de los actos patrios donde, para “optimizar recursos”, los chicos de piel oscura deberían hacer el papel de esclavos y los de piel blanca de soldados. Por supuesto, ese es el reflejo de una cultura y una educación en la que los de siempre mandan y el resto obedece, la “pedagogía del oprimido” de la que habla Paulo Freire.

Sin embargo, la obra no es un denso alegato contra la docencia ni una mera bajada de línea. Juan Pablo Geretto consigue que su personaje transite momentos que van desde el humor hasta la ternura: la maestra grita, se emociona, recuerda su propia infancia y también sufre por el lugar que ocupa la educación. Lo que en ella puede ser criticado se suaviza frente a la realidad que describe, donde queda expuesto un modelo de país donde enseñar y aprender parecen haber perdido su verdadero sentido.

Maestra normal, además, está atravesada por el discurso que los y las docentes repetimos una y otra vez. Es que hay cosas que permanecen. Frases como “cuente de qué se ríe, así nos divertimos todos” o “hasta que no aparezca el culpable de acá no nos movemos, total yo tengo que quedarme todo el día” nos remiten a una escuela que está llena de viejas estructuras, modos y costumbres, más allá de los cambios.

Juan Pablo Geretto compone un personaje perfecto creado por el vestuario, los gestos y la voz. Con respecto a esta última, los agudos, los gritos, los distintos tonos recrean fielmente un modelo de maestra a la que todos y todas recordamos. La escenografía utiliza muy pocos objetos, pero muy significativos: el escritorio, sin dudas, es un símbolo más en la composición del personaje. Por último, la luz genera distintos climas que acompañan los momentos de humor, nostalgia, impotencia, tristeza, ironía.

Maestra normal fue ganadora de numerosos premios como el Konex a la labor unipersonal de la década, y ahora puede verse en el Centro Cultural 25 de mayo, durante este verano en el que algunos teatros pudieron abrir sus puertas a pesar de la pandemia. Cerca del final, Geretto baja del escenario e interactúa con el público, como para recobrar un poco de aquello que se perdió durante todo el año pasado.

Ficha artístico-técnica

Autor y director e intérprete: Juan Pablo Geretto; Diseño de luces: Eli Sirlin; Operador de sonido: Agustín Guerci; Puesta de luces: Rodrigo Díaz; Asistente de producción: Lau Chidichimo y Wally Basan; Productor Ejecutivo: Charlie Gerbaldo; Producción general: Gustavo Ferrari, Nicolás Mastromarino, La Gira Producciones

Sala / Espacio: Centro Cultural 25 de mayo; Días y horario de funciones: sabados 21h; Fecha estreno: sábado 6 de febrero 2021; Fin de temporada (última función): sábado 27 de febrero

Entradas: $450 y $550

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Adriana Santa Cruz
Leedor
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Profesora y Licenciada en Letras, redactora y gestora cultural