Ni yankis ni machistas: Borat

Estrenada en plataforma de Amazon, Borat: Subsequent Moviefilm, la segunda entrega de la saga de Borat llegó para levantarnos felizmente del letargo de contenidos, más bien opacos, en estos meses primaverales de pandemia.

La película retoma la figura de Borat Sagdiyev un periodista de Kazajistán que en esta nueva peli atraviesa una condena en su país por no haber logrado su objetivo en su primer falso documental, titulado, ni más ni menos: Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan (Borat: lecciones culturales de Estados Unidos para beneficio de la gloriosa nación de Kazajistán), de 2006.

Entre Groucho Marx, Peter Sellers, los Monthy Python y Michael Moore, Sacha Baron Cohen se maneja a sus anchas en este héroe contemporáneo que vive su nueva realidad entre la ficción y el documento. Fiel a su estilo, y quizás también como buen actor británico, no sólo le pega a las repúblicas jóvenes post soviéticas del sur de Rusia/Medio Oriente, si no, claro, a los EEUU.

Entre el delirio, la crítica, la incorrección política, Borat tensiona varios temas: feminismos, xenofobia, la política republicana y demócrata, la esclavitud y el colonialismo, los campos de concentración, el antisemitismo y la shoa, los haters y los trolls, la cultura de masas y la televisión, sumándole China, Virus/Pandemia, Jeffrey Epstein y el tráfico de mujeres/Melania, Donald Trump, Rudolph Giuliani, y para que no queden dudas de que “los peores enemigos de EEUU son los yankis”, el mismísimo Obama.

Utilizando recursos de la cámara sorpresa, realitys republicanas reales, tecnologías de la información y la comunicación, referencias y autoreferencias a ídolos occidentales, Borat es siempre un lugar para reír y antes que nada, para pensar en todo eso que nos lleva puestas: feministos en deconstrucción, interseccionalidades, occidentalismos, géneros, cuerpos, rebeliones y resistencias, en formato trasmedia y diálogos desopilantes de los cuales salen enormidad de posibles memes.

Sublime por donde se vea. Ampliamente recomendable. Sigan de paso todo el lío que se armó con Giuliani y Donald, a raíz de la escena donde su hija en la historia, Tutar Sagdiyev (Maria Bakalova, excelente como tándem de Borat) lo entrevista y logra hacer aparecer que le mete la mano en el pantalón para la cámara sorpresa.