“Proyectiles dirigidos”

Raul Manrupe
Sitio Leedor
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4 min readSep 6, 2023

Más allá. La generación que leyó el futuro.

Un libro de Wanda Efelbaum, Christian Vallini Lawson y Darío Lavia

Edita: Más allá de la CineFicción, Buenos Aires, 2023, 259 pág.

Argentina fue, durante años, la principal productora de material impreso en castellano. A esto no escapó la publicación de un sinnúmero de libros y revistas que dejaron sus huellas imborrables. Afortunadamente, en los últimos tiempos, distintos autores rescatan esas aventuras editoriales y su certero impacto.

Entre ellos contamos a Carlos Abraham, con sus minuciosos trabajos sobre Editorial Tor, Editorial Acme o las historietas de ciencia ficción argentina, el por momentos abstruso de Clara Ruocco sobre Mundo Atómico, la revista argentina de divulgación científica, o el reciente trabajo de Miguel Ángel Foncueva sobre “el mundo infantil según Oesterheld”.

Más allá, fue la mítica publicación argentina de ciencia ficción que cubrió a través de 48 números entre 1953 y 1957, de 184 páginas, las apetencias de una juventud en un momento en que la era atómica era la realidad perturbadora y los viajes espaciales, un objetivo cada vez más cercano entonces. Este libro finalmente le rinde tributo.

Ray Bradbury, Isaac Asimov, Philip K. Dick, Richard Matheson, llegaron al público argentino por primera vez en sus traducciones accesibles, y junto a este espacio ficcional que incluyó a talentos locales como Pablo Capanna, Ignacio Covarrubias o el muy presente HGO, el costado científico estaba comandado por los informes del alemán Willy Ley, junto a traducciones de material extranjero que ponía a todos al día con la inminente carrera espacial. Las cubiertas eran todo un imán que desde el kiosco prometían abducir al público: marcianos que nos sacaban una foto, robots-enfermeros gigantes salvando astronautas, estaciones espaciales y por supuesto toda la cohetería existente en aquel momento.

Más allá se merecía un libro. Y éste es diferente. Porque, como pocos (tal vez podría ser El cine que nos pertenece, de Mariana De Tomaso), le da la palabra a sus -aquellos- lectores y lectoras.

Es que Más allá incluía número a número algo que con el tiempo sería una marca de fábrica de la revista: el correo de lectores, titulado “Proyectiles dirigidos”, un espacio donde los muchachos y muchachas de entonces escribían tanto para hacer preguntas del tipo “¿Es posible vivir en el sol?”, como para establecer un verdadero diálogo no sólo con la redacción (parece que Oesterheld las respondía) sino interactuando entre sí, y formando clubes de encuentros y debate de masalleros (SIC).

Y los autores (conocemos a Lavia, infatigable editor e investigador de Cinefania y Cineficción, generador de revistas, anuarios y libros de información inagotable sobre cine y TV), encararon una locura hermosa: rastrear a aquellos fans para que dieran su testimonio sobre cómo la mítica publicación los había marcado para siempre. El resultado: recogieron nada menos que ¡36 testimonios! que atravesando la pandemia, se volcaron en entrevistas presenciales, por video o teléfono en distintas partes del país, con aportes de hijos, hijas y descendientes (como Vallini Lawson, desconocemos si Elfenbaum también).

Hay profesionales universitarios, especialistas en ciencias duras (destacando varias mujeres, en un momento en que no era nada común), radioaficionados que se comunican con la estación espacial, médicos, escritores, bibliotecarios, apasionados y apasionadas todos. El trabajo final es un libro para atesorar, que se disfruta de punta a punta y merece estar en la biblioteca como gran homenaje a esta revista mítica, pero principalmente a su público lector.

En los testimonios de estos jóvenes de siempre, hay más que la mención a una revista querida, sino una pintura de época y modos de vida: la Capital, el conurbano en sus distintas zonas, Santa Fe, cómo era ser adolescente en esa época, cómo se vivía y las relaciones con la familia y el estudio (algunos fueron alentados por sus maestros a leer Más Allá y otros todo lo contrario). Esto hace que estemos ante un volumen de colección con varias lecturas.

Dos sentimientos prevalecen en la mayoría de las entrevistas: el miedo e impresión que les causó a la lectura de la célebre “El día de los trífidos” de John Wyndham. Y después, el profundo dolor que les causó el día que la revista dejó de aparecer, algo descripto como parecido a la muerte de un familiar o un amigo. La novela de esos vegetales amenazantes, después editada en Minotauro, quedaría como un clásico. El segundo sentir, ya pasados tantos años, vuelve en forma de pasión recargada en este libro disfrutable más allá de la ciencia y la fantasía.

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Raul Manrupe
Sitio Leedor

Investigador, Curador, Documentalista, Creativo, Gestor cultural