Raymond Carver: un poco más allá de las tres rosas amarillas

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6 min readJun 9, 2024

Por Abel Posadas

Se lo ha llamado el Chejov norteamericano y también se ha dicho que es poco menos que una baratija estafadora.

Por el medio quedan los lectores que abren signos de interrogación o aquellos que no logran olvidar ciertos textos de este hombre. Su biografía carece de glamour aunque fuera un irredento alcohólico que se casó a los 19 años con una joven de 15 que también entraría por la vía rápida del vodka con agua. Si es que vamos a hablar de los sectores más humildes de ese país -y Carver pertenecía a ellos- hay que hacerlo pasear por toda clase de oficios, borracheras, golpes a su mujer, cárcel, dos hijos, adultos de ambos cónyuges y, por fin en 1961 un primer cuento que se publicó pero que pasó casi desapercibido. Carver (1938–1988) y su mujer de aquel tiempo, Maryann Burke, rodaban de una ciudad a otra, de un pueblo a otro, de un empleo al siguiente mientras habitaban desde modestas casas amuebladas hasta casillas cuyo contenido etílico las asemejaba a un bar portatil.

Ser un intelectual ya es difícil y ser un intelectual borracho es un infierno, sobre todo cuando nunca hay dinero para seguir comprando las botellas. De todos modos, aquella existencia poseía su encanto: cuando Carver araño una cierta fama, Maryann Burk publicó la historia de aquella convivencia en un volumen que, como todo lo que rodeaba al escritor -ASÍ FUERON LAS COSAS- se convirtió en un éxito de librerías. Nos gusta observar las vidas privadas, siempre y cuando nadie se interese por la nuestra.

El matrimonio no podía vivir sin amantes a los que consumen como el alcohol. Sin embargo, su paso por talleres de escritura, institutos de enseñanza, universidades de toda laya, nos los ofrece como dos personas que necesitaban escapar de la forma de vida que estaban llevando. Fueron ayudados por otros intelectuales.

En 1976, cuando se hallaban algo más compuestos, Carver publicó WILL YOU PLEASE BE QUIET, PLEASE o ¿QUIERES HACER EL FAVOR DE CALLARTE, POR FAVOR?. y a partir de aquí y hasta el final de su corta vida -50 años- los cuentos de este hombre fueron reunidos en colecciones diversas aunque es posible reconocer el intento de no desperdigarlos. Tal el caso, por ejemplo, de WHAT WE TALK WHEN WE TALK ABOUT LOVE? o ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE AMOR?. Con respecto a este volumen de cuentos existe una feroz polémica. Gordon Lish era en ese momento quien favoreció a Carter en lo atinente a la publicación de sus textos.

Al parecer, cuando este volumen publicado en 1981 se convirtió en un éxito que demostró la existencia de un potente escritor norteamericano del siglo XX, Gordon Lish debió decir, se vio en la obligación de aclarar ante el periodismo, que él había corregido varios cuentos de Carver. Cuando se compararon los originales con los publicados, se comprobó que Lish era algo más que un editor. En ocasiones -ocurre en dos cuentos- pasó por sobre Carver y consiguió nuevos relatos. Sigue la polémica porque al tonto de Lish se le ocurrio que Carver era un invento suyo. Cuando la literatura es fuente de dinero se convierte en una puta codiciada. Porque, vamos cuentas, este hombre es también un excelente poeta y un agudo ensayista. Sin embargo, a nadie se le ocurrió “editar” ni poemas ni ensayos. Simplemente dieron dinero de manera razonable. Se recuerda que a partir de 1974, el matrimonio había logrado comprar una casa por primera vez en su vida.

TODA ESTA GENTE

Hace años nos sorprendimos con esta gente que desfila en sus cuentos. Es evidente que la mayoría de ellos pertenece al mundo que rodeaba a Carter y no a la fantasía de una noche de insomnio. Si tomamos por ejemplo ELEFANTE, un cuento incluido en el libro CATEDRAL nos encontramos con un hombre maduro que debe pasar dinero mensualmente a su ex mujer, a su madre de 75 años, a sus dos hijos y a su hermano. Es lógico que piense en estrellarse contra una montaña aunque no vaya a suceder.

En DILES A LAS MUJERES QUE NOS VAMOS, del libro DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE AMOR, dos matrimonios se reúnen como todos los fines de semana. Los hombres se conocen desde la infancia. Han pasado apenas 30 años. Se deciden a salir y terminan acorralando a dos muchachas que andan en bicicleta. El peor de los dos, el frustrado, se conforma y tranquiliza cuando termina asesinando a las dos chicas. En SI ME NECESITAS, LLÁMAME, incluido en el libro homónimo, un matrimonio que ya no va se miente. Cree que cambiando de lugar y de casa aunque sea por una temporada, cambiarán las cosas. Solo les queda el descubrir la hermosura de los caballos en la niebla. El vuelve a su amante cuando su mujer se marcha.

O bien como en DESDE DONDE LLAMO, que figura en CATEDRAL, puede no ocurrir nada. Son hombres que están esperando dejar la adicción al alcohol. Es uno de los relatos mejor logrados y Carver había frecuentado y seguía haciéndolo las reuniones de AA. Es verdad que hay un estilo en la sintaxis y en la construcción de oraciones sumamente trabajadas. De ahí que se lo haya comparado con Chejov y que el admirara al ruso y le dedicara TRES ROSAS AMARILLAS. En inglés se había titulado ERRAND o EL MANDADO. Es un texto que se ha paseado por varias antologías y que ahora encabeza uno de los compendios. Es de una macabra perfección porque recrea los últimos momentos de Chejov y de paso nos demuestra que Carver ha logrado una inmensa empatía con el dolor humano. Y también con la muerte.

ENTRA TESS GALLAGHER

Esta mujer era ya en 1977 una conocida poeta que venía de dos relaciones concluidas -un veterano de Vietnam y otra poeta como ella-. Se la sabía audaz y lo fue porque se apuntó a Carver y lo acompañó hasta el final. Se casaron unos días antes de la muerte de él, en Reno, Nevada, como dos actores de cine de la época de los estudios. Ella utiliza la palabra “tacky” para describir una boda íntima y esta palabra contiene una fugaz ironía. En los cuentos de este hombre, el único entretenimiento de la mayoría de la gente que los puebla es la televisión. Inclusive, ante una tragedia como PARECE UNA TONTERÍA -en CATEDRAL-, ante la muerte de un niño los adultos se sienten molestos porque no utilizan los códigos que han visto en la TV en circunstancias similares. Este cuento ya había aparecido en DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE AMOR pero la diferencia fundamental entre EL BAÑO y PARECE UNA TONTERÍA no es solo la longitud del segundo sino que la criatura muere. Lish no quería que esto sucediera y se salió con la suya.

Tess lo ayudó también en las diversas traducciones que se hicieron y lo que es más, gracias a ella y a los amigos de ambos se publicó SI ME NECESITAS, LLÁMAME. Aparecieron entre 1999 y 2000. Uno de ellos, SUEÑOS, se encuentra ligado a los terrores de Carter y era uno de sus cuentos favoritos. Asimismo, los textos aparecidos mucho después de la muerte del escritor demuestran qué poca es la sombra que puede hacérsele. Los que hablan de minimalismo o de realismo sucio harían bien en revisar lo que se esconde debajo de esas etiquetas. Pero, a nuestro juicio, deberían hacerlo luego de leer a todo Carver. Eso si les importa.

BIBLIOGRAFÍA

Brown, Arthur: Postmodern Humanism, ps. 125–136, published online, 1990

Carver, Raymond: De qué hablamos, cuando hablamos de amor, Compactos Anagrama, Barcelona, 1987.

Carver, Raymond: Catedral, Compactos Anagrama, Barcelona 1992

Carver, Raymond: Tres rosas amarillas, Compactos Anagrama, Barcelona, 1991

Carver, Raymond: Si me necesitas, llámame, Compactos Anagrama, Barcelona, 2004

Gentry, Marshall Bruce: Conversations with Raymond Carver, University Press of Mississippi, 1990.

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