Remedios Varo, Ciencia y Ficción, en el Chicago Art Institute
Surcada por brazos del río verde que lleva su nombre, Chicago es una ciudad muy particular que se puede visitar desde el agua, navegando entre rascacielos de diseño cuyos remates configuran esculturas siempre diferentes, en lo alto, compitiendo entre sí. El lago Michigan enorme como un mar, le da un aire de recreación honrado por el verde de los parques, poblados de gente que parece estar de vacaciones.
Será por ese aspecto vital y cuidado que no extraña que el Chicago Art Institute sea de primer nivel, como museo y como institución educativa, comparable al Metropolitan Museum de New York, aunque menor en tamaño.
Visita ineludible, este museo, que hasta el 27/11/23 aloja la exhibición de Remedios Varo: “Ficciones de la Ciencia”.
Asombrosas y enigmáticas, sus obras nos transportan a planos plenos de imaginación, delirios surrealistas y naturalezas indómitas, para ella todo era posible en el arte: vuelos asombrosos, elixires mágicos, científicos frente a cuencos humeantes, músicos cuyos instrumentos provocan místicas imágenes… Remedios nos llena de sensaciones sin límites, abre las puertas de la percepción a nuevas realidades, normaliza lo para- normal.
Varo, (María de los Remedios Alicia y Rodriga Varo y Uranga) nació en 1908, en España. Desterrada por la guerra civil española, llegó a México en 1941. Parte de la comunidad de intelectuales, artistas y escritores tanto locales como inmigrantes, la incluyó en su círculo. Varo exploró temas variados, arqueología, ecología, novelas de caballería, crítica feminista, misticismo, psicología y el tarot.
Esta muestra explora sus obras desde 1955 hasta su muerte en 1963. El título de la exhibición ilumina su especulación sobre la invención. Las reglas del esoterismo y de la ciencia no estaban en contradicción para ella, sino que podían conjuntamente revelar cambios a nivel social y personal. Hoy Varo nos alienta a borrar los límites de la realidad para entrar en otra realidad, la del arte y la de la vida vehiculizada por la imaginación. Visitemos sus obras.
Nacer de Nuevo, Oleo. Clara representación de sensualidad y erotismo, una mujer desnuda atraviesa una pared como labios vaginales, La escena represente el nacimiento y también el concepto alquímico de regeneración. Varo Presenta un mundo ordenados por simetrías tanto físicas como conceptuales.
Vuelo mágico. Para Varo, la música conlleva una energía sobrenatural. En esta obra los sonidos impulsan el vuelo mágico de una persona. La artista empleó incrustaciones de nácar para representar una forma de iluminación en el rostro del músico.
Cazadora de Astros representa a la diosa romana Diana quien al mismo tiempo preside sobre la caza, la luna y el inframundo. Acá, en vez de arco y flecha lleva una red de caza. Se trata de una figura femenina poderosa, nombre de la Galería mexicana donde Varo realizó su primera exposición.
Mujer saliendo del psicoanalista, (Podría ser Juliana). Como muchos surrealistas, Varo abordó la teoría contemporánea del psicoanálisis en sus pinturas, acá lo hizo en forma explícita, según podemos ver en el cartel de la entrada “Doctor Von FJA, psicoanalista” Aludiendo a Freud, Jung y Adler. A diferencia de otras de sus obras, en esta toma como referencia a su amiga Juliana González, quien tomaba sesiones de psicoanálisis. La cabeza que pende de la mano del personaje alude al padre de Varo, lo que parecería traer a la pintura sus propios conflictos vinculares, y porque no, edípicos.
A través de su arte, Varo buscaba dar forma a realidades imperceptibles, según nos dice:
Me propuse deliberadamente hacer una obra mística, en el sentido de develar un misterio, o mejor, de expresarlo mediante formas que no siempre correspondan a un orden lógico, sino a un orden intuitivo, adivinatorio e irracional.”
En la exhibición se aprecian cuadernos que muestran sus escritos y sus dibujos, parece ser que no era frecuente que recibiera visitas en su estudio, por lo tanto no se tiene registro de su forma de trabajar, excepto por sus notas y dibujos previos a la obra. Sus bocetos eran cuidadísimos grafitos que luego ella transfería a la tela a la manera de un calco con un trabajo de elaboración tan interesante como la obra terminada.
Sus pinturas resuenan también con las libertades imaginadas por la artista, invitando a romper los límites de las normas culturales al hacer visibles las estructuras ocultas de la sociedad que componen el orden, pero nos mantienen prisionerxs, las obras de Varo nos desafían a ejercer nuestra voluntad, a continuar explorando y en definitiva a hacer realidad nuestra propia libertad. Esta visión se expresa en su tríptico tardío que muestra la saga de una joven mujer que “se resiste a la hipnosis” y se libera de una torre visualizando este escape en su bordado. Vemos en sus obras cómo recurre a simbolismos ocultos, a la historia de la evolución y cómo toma en cuenta la tecnología futurista. Varo parece esgrimir un concepto imaginativo de libertad potenciado en imágenes que atraviesan la realidad.
El juglar (El malabarista) Oleo e incrustaciones de nácar 1956
El malabarista se aprecia en un conjunto de veintiuna figuras interconectadas que representan, según Varo, la masa, por eso están uniformemente vestidos. Por el contrario, el juglar se destaca con incrustaciones de nácar en su rostro resplandeciente en medio de un conjunto de plantas y animales. En esta obra podemos apreciar la influencia del Tarot, el malabarista es la primera carta del mazo, las veintidós figuras simbolizan los Arcanos mayores en un mazo del Tarot.
Hacia la torre. 1960. Oleo, primer panel del tríptico: En referencia a la imagen la artista señaló a los pájaros como una amenaza sobre esas mujeres “Están guardadas por pájaros para que ninguna (de las muchachas) se pueda fugar” la obra invita preguntas como ¿hacia dónde se dirigen esas muchachas? El concepto de libertad en clave feminista atraviesa la obra.
Bordando el manto terrestre y La huida, Oleos 1961. Segundo y tercer panel del tríptico continuando la narrativa de Hacia la torre. En la primera obra, seis novicias bordan rollos de tela que se vuelcan hacia el exterior de la torre octogonal que habitan. Sus representaciones cobran vida fuera de la torre, dan forma al mundo y lo pueblan. Sobre el lado izquierdo, la figura de la mujer parece separarse o liberarse del conjunto bordador. Es así que la mujer logra escapar de la torre en el tercer panel, (La huida) para lograr el escape con su amante con quien se ha reunido. La mujer ahora se encuentra al mando de su destino cumpliendo con su deseo. La obra sugiere las posibilidades de transformación que Varo encontró en su trabajo artístico y el potencial para imaginar nuevos futuros en el mundo de la posguerra.
Dibujo para la exploración de las fuentes del rio Orinoco. Exploración de las fuentes del rio Orinoco. 1959. Oleo sobre tela.
Homo Rodans 1959. Huesos de pollo y espinas de pescado, con manuscrito.
Varo fue una feminista comprometida que vio señales de la influencia del patriarcado en las disciplinas científicas, incluida la ciencia evolutiva. Sus representaciones frecuentes de figuras construidas en parte con ruedas, sugieren la potente fusión de la tecnología y el cuerpo, según la curaduría del museo, ofreciendo una alternativa a la concepción binaria del sexo. Creemos que esa alternativa es parte de la concepción de su obra que abre a nuevos conceptos más allá de las fronteras lógicas y culturalmente establecidas en su tiempo. Sus obras encaran una preocupación “pre- moderna”, cuando los artistas y los científicos buscaban respuestas a cuestiones comunes a ambos.
Los protagonistas de Varo proyectan en la obra sus vivencias y preocupaciones, crean, experimentan e inventan buscando comprender el mundo físico y el metafísico. Para la artista, los viajes, los descubrimientos fueron caminos espirituales, algunas formas de técnicas artísticas descubiertas y desarrolladas en su práctica, daban cuenta de sus búsquedas, como ser la decalcomanía, una suerte de impresión al pegar papel sobre una obra para retirarlo a continuación, dejando una impronta impredecible sobre la obra, y creando así nuevos escenarios.
Identificada con los procesos alquímicos, su arte muestra una conexión directa entre el relato y el medio, como un proceso de destilación que produce un efecto similar al humo que conforma gran parte del famoso cuadro El Alquimista de 1955.
Siempre proyectada en sus personajes, la artista combinó referencias contemporáneas e históricas al inspirarse tanto en la cultura europea, en la modernidad temprana como en el género fantástico del SXX. Siempre traspasando fronteras, no sólo de su vida sino de la realidad según podía desmenuzarla y re elaborarla para su comprensión desde el arte.
