Ser Madonna contemporánea en la obra de Fátima Pecci Carou

Maria Pichot
Sitio Leedor
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3 min readMay 17, 2023
“Sudor y lágrimas” 2022 Acrílico y gesso s/tela 120x180 cm,

El rol maternal suele ser como una bola que tratamos de mantener en el aire. Difícil.

No sólo difícil, absolutamente diferente a cualquier otro rol que cualquier mujer/persona que haya gestado/criado un hije, desempeñe. Se apoye o no en una base biológica, el compromiso corporal es tal, que aparecen implicancias (puerperio) en paralelo, al propio crecimiento del niño. Claro que, en tanto rol, se puede elegir no cumplirlo, pero no siempre es una elección en libertad… quizás no se pueda por cuestiones médica o físicas, o por falta de alguien que acompañe…ni que decir un amor, a veces ¡nadie que “desee” acompañar!

pareja, familia, colaboradores…acompañan el rol en “Las tareas de cuidado” y “Duérmete niño, duérmete”, 2022 acrilicos s/tela

Pero para quienes se deciden a convertirse en “madre”[1] la responsabilidad y la carga no tienen precedentes, es enorme y a todo nivel. De hecho, transmitir a quienes no tienen hijes, las realidades de quienes sí, los tienen…es tan difícil que la intención casi siempre termina con un “bueno, tendrías que estar en la situación para entender lo que digo”.

En el C. C. Borges y hasta fin de mayo, Fátima Pecci Carou, artista visual, presenta su muestra que es también un aporte:

La Fuerza domesticadora de lo pequeño

No hay palabras que superen el poder de sus pinturas, imágenes cuyo claro mensaje esclarece vivencias que la misma artista logra transmitir al pintar escenas vividas en los últimos meses. Intimas, situadas en esa soledad de a dos con su pequeño hijo, que se van desplegando en el día a día, con el pasar de las horas según la demanda de ese bebe o pequeña fuerza “domesticadora”.

“Teta y Celu”, 2022 y “Puérpera” 2022 acrílicos s/tela

En tanto artista, Fátima logra transmitir esta realidad con sus pinturas. Expresivas, directas, impactantes, autobiográficas y elocuentes en escenas coloridas, protagonizadas por una aggiornata madonna con niño, a la manera de aquellas que pueblan la historia de la pintura como bien lo expresa Andrea Racciatti en su texto curatorial.

“Una Mañana en el taller”, 2022

Pintar como catarsis, lejos del taller, tal vez en la cocina de la casa, con el bebe en brazos, pintar expresando. Pintura de mujer y madre. No hay reclamos en su obra, hay amor, aceptación y dedicación. Fátima nos abre su puerta y nos invita a compartir su obra en esta “construcción” que es la maternidad permitiéndonos reflexionar sobre el rol. Hay agradecimientos a la miríada de personas que constelan para acompañar esta fuerza domesticadora de lo pequeño, frase que toma del i ching según la misma artista explica en el video acerca de esta muestra y que podemos apreciar. (https://youtu.be/e1G5w-SiebQ)

“Ducha” 2022

Tal vez jamás llegue a ser fácil mantener en el aire “ese balón” que viene a ser el rol maternal, sin embargo, Fátima, con su arte encuentra una manera de hacerlo, al permitir desde sus pinturas, que caiga para subirlo con sus manos y las de quienes la acompañan, encontrando verdad con humor, amor y belleza en el goce de reconocernos humanes en la tarea, no sólo como individuos, también como especie.

[1] Las cuestiones de genero complejizan este concepto, no lo vamos a tratar acá, pero están todes invitades a hacerlo donde deseen.

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Maria Pichot
Sitio Leedor

Artista, trabajadora corporal, traductora, viajera. Milito contra la violencia obstétrica.